El alcalde de Mijas, Antonio Sánchez (PSOE), y la concejala de Medio Ambiente, Tamara Vera (PSOE), se reunieron recientemente con el delegado de Medio Ambiente, Ignacio Trillo (PSOE), para plantearle la necesidad de que la Junta de Andalucía financie el refuerzo del sellado del vertedero de inertes de la planta de tratamiento, una intervención que tiene un coste de 1,3 millones de euros.
Fuentes municipales apuntaron que esta petición se justifica por la necesidad de complementar los anteriores trabajos de sellado, efectuados en el año 2000, al objeto de evitar las posibles fugas de lixiviados y recuperar ambientalmente el espacio.
En ese sentido, se plantea un proyecto elaborado por técnicos municipales para actuar sobre una superficie total de 18.000 metros cuadrados. La propuesta contempla trabajos como la colocación en las zonas de mayor pendiente de una protección compuesta por dos capas de material geotextil, entre las que se inserta bentonita, una arcilla expansiva que impide la filtración de líquidos. También se construirá una escollera en la parte inferior y se instalarán chimeneas que faciliten la salida de gases y eviten la formación de bolsas.
Además, se propone ampliar la capacidad del pozo de captación de lixiviados, así como una estación de bombeo para impulsar el líquido hasta las nuevas balsas de almacenamiento construidas en la planta de tratamiento. Como colofón de las obras, se proyecta cubrir la superficie con una capa de tierra vegetal, de al menos metro y medio de espesor, sobre la que se hará una plantación de árboles para la recuperación ambiental del entorno
Fuentes municipales apuntaron que esta petición se justifica por la necesidad de complementar los anteriores trabajos de sellado, efectuados en el año 2000, al objeto de evitar las posibles fugas de lixiviados y recuperar ambientalmente el espacio.
En ese sentido, se plantea un proyecto elaborado por técnicos municipales para actuar sobre una superficie total de 18.000 metros cuadrados. La propuesta contempla trabajos como la colocación en las zonas de mayor pendiente de una protección compuesta por dos capas de material geotextil, entre las que se inserta bentonita, una arcilla expansiva que impide la filtración de líquidos. También se construirá una escollera en la parte inferior y se instalarán chimeneas que faciliten la salida de gases y eviten la formación de bolsas.
Además, se propone ampliar la capacidad del pozo de captación de lixiviados, así como una estación de bombeo para impulsar el líquido hasta las nuevas balsas de almacenamiento construidas en la planta de tratamiento. Como colofón de las obras, se proyecta cubrir la superficie con una capa de tierra vegetal, de al menos metro y medio de espesor, sobre la que se hará una plantación de árboles para la recuperación ambiental del entorno
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