lunes, 7 de enero de 2008

El descenso de la construcción presagia nuevos ´modus operandi´ (La Opinión)

Una de las redes desarticuladas el año pasado empleó a más de seiscientos marroquíes con contratos falsos. Es el sector más sensible a estos grupos
Más de seiscientos ciudadanos marroquíes pagaron hasta tres mil euros para entrar en España. Lo hacían a través de una red que se dedicaba a introducir de manera ilegal a inmigrantes mediante contratos falsos en la construcción y que fue desarticulada en enero por agentes de la Ucrif y de la Guardia Civil. Las pesquisas prosiguieron durante todo el año, con más de 30 detenidos en la provincia malagueña. También a principios del año 2007 se intervenía en un despacho de profesionales liberales que habían creado todo un entramado de falsas sociedades en las que empleaban a los inmigrantes. Los contratos también eran falsos. Son solo dos ejemplos, que no varían mucho en las formas, de redes de inmigración clandestina. Pueden cambiar los nombres y las nacionalidades de los detenidos pero el ´modus operandi´ es siempre el mismo. No ha cambiado en los últimos años aunque, "el descenso de los ritmos de la construcción, donde principalmente las redes realizan estos falsos contratos o los explotan laboralmente, les obligará a improvisar nuevas forma de actuar", presagian fuentes de la Ucrif.En otras ocasiones lo que les facilitan son documentos falsos que les permite pasar por ciudadanos europeos. En febrero, los agentes descubrían a otra de estas bandas organizadas que les vendía cartas de identidad portuguesas a inmigrantes ucranianos, guineanos y brasileños. Los contrataban en Portugal y los subcontrataban empresas españolas que les pagaban cinco euros por hora. La red llevaba operando así cuatro años y habría obtenido un millón de euros gracias a la explotación de estos inmigrantes que, además, tenían que pagarle la comida y los apartamentos en los que se alojaban en grupos de entre cinco y diez personas. La operación se saldó con diez detenidos en Málaga, Sevilla, Oviedo, Vigo y Las Palmas de Gran Canaria.Trabajo. Para localizar estas irregularidades, la policía trabaja "en estrecha colaboración" con la Inspección de Trabajo. "El sector de la construcción es uno de los más sensibles a este tipo de fraudes. Los empresarios contratan mano de obra barata a través de estos grupos criminales que les facilitan la documentación falsa por una media de 700 euros o les hacen contratos falsos", añadieron las mismas fuentes. En total, realizaron 58 inspecciones de trabajo, 37 en clubes de alterne y once en otros establecimientos en los que detuvieron a 21 personas por delitos contra los derechos de los trabajadores y 19 extranjeros que carecían de permiso de residencia y de trabajo en el país.

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