jueves, 24 de enero de 2008

Las aceras de la calle Cristo de la Epidemia, al fin sin epidemias (La Opinión)

Una de las calles principales de la Victoria ha tenido una esperanzadora remodelación urbanístico-sanitaria que aleja el riesgo de pandemias
Pocas veces en Málaga una calle ha reflejado tan a las claras el riesgo que sufrían los malagueños de a pie al pasar por ella.Curiosamente, la calle Cristo de la Epidemia, en la Victoria, debe su nombre al Cristo de la Salud y al conocido hecho de esa epidemia que asoló Málaga hace siglos, con tal ´eficacia´ que sólo un grupo de presos que escapó de la cárcel estuvo dispuesto a pasear a la imagen por las calles de la ciudad y, algo increíble, luego todo el grupo regresó a la cárcel, sin emular al protagonista de ´Prison Break´. Según la tradición, esta fue la segunda epidemia que curó la imagen. Y otra curiosidad, durante los últimos años, los mayores riesgos ´epidémicos´ se daban en la calle Cristo de la Epidemia, al contar con una acera cochambrosa y mugrienta, que a Dickens le habría dado para un novelón.Tanta porquería tenía ´el vial´, como dicen los expertos en Urbanismo, que albergaba, casi con toda seguridad, la colonia de bacterias más importante de España. Vamos, que tropezar en la calle Cristo de la Epidemia casi te garantizaba una visita al instituto Pasteur de París.Pero no hagamos leña ´de los peatones caídos´. La mugre de unas aceras que no se limpiaban desde la guerra ruso-japonesa ha dado paso a lo que se llama ´un acerado´. Se acabó la zona pedregosa y agreste que había al pie de los naranjos y que facilitaba que la ´mierda´ se incrustara de por vida. Han desaparecido las losetas de los años 60 y 70, con porquería contemporánea del ´boom´ del turismo y de la Transición. En su lugar hay colocadas casi ´aceras inoxidables´, más anchas, más cómodas y mucho más limpias. Hay por tanto que felicitar al Ayuntamiento por romper con una carencia endémica y por ofrecer a los victorianos unas aceras más saludables. Eso sí, será menester ampliar la frecuencia del baldeo y no dejar que este trozo de la Victoria sea colonizado por protozoos y otros microorganismos. Tengamos una calle del Cristo de la Epidemia sin riesgo de ídem. En OlletasY sin dejar esta prolongada cuesta, el peatón que pasa por la gasolinera de Olletas se encuentra con un problema y es que lo tiene complicado para andar por un sitio seguro, sin riesgo de ser ´hollado´ por algún guardabarros. Ese tramo de Fuente Olletas sigue siendo un problema para el que pretende luchar contra el cambio climático yendo a patita. Obstáculos fueraEl edificio de Banesto en la Alameda Principal va retirando los ´velámenes´ y el ´sistema de andamios´ que tanto han hecho padecer a los peatones. Poco a poco se va retirando el ´aparataje´ de una obra que parecía hecha por algún organismo público, ya que ha tardado muchos meses más de lo que en principio tenía previsto. Algún día podremos pasear por allí sin obstáculos.

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