domingo, 4 de mayo de 2008

La aventura de buscar minipiso en la capital (Málaga Hoy)

Un comprador puede toparse con estudios de apenas 22 metros útiles en su deriva por la ciudad
Dice el sentido común que vivir en apenas 26 o 27 metros cuadrados es una aberración, aunque a muchos no les queda otro remedio que acudir a una fórmula que les permite tener un techo de su propiedad bajo el que guarecerse a precios relativamente asumibles. Asequibles por su cuantía, pero que en ningún caso tienen relación objetiva con la superficie que se adquiere. Imaginen a cualquiera de ustedes que, en la búsqueda de un piso nuevo, acude a una de las numerosas agencias inmobiliarias que hay en la capital de la Costa del Sol. Requisitos que impone el potencial comprador: vivienda de escasas dimensiones, al objeto de minimizar en lo posible el desembolso económico; localización, el centro histórico, y piso de obra nueva. Con estas premisas, el interesado dedica parte de la mañana a ver de primera mano los productos seleccionados previamente por la comercial. El recorrido nos aleja de los puntos neurálgicos de la urbe: la Plaza de la Merced, la calle Victoria, la Plaza de la Constitución. Es el coste de disponer de poco metálico en la cartera y en la cuenta corriente.En estas estamos cuando se produce la primera parada. Un coqueto y bonito edificio, recién construido, situado en calle Lagunillas, a diez minutos de La Merced, pero con un pequeño inconveniente: carece de plazas de aparcamiento. Aconseja uno de los responsables de la promotora que se puede utilizar un solar situado justo enfrente, colmado de vehículos a primera hora de la mañana y en el que, todo apunta, a corto plazo acogerá otro bloque de apartamentos.El comprador se topa de lleno con el primero de los estudios. Superficie construida, 45,28 metros cuadrados, aunque de ellos sólo 33,75 son útiles. El habitáculo da para un dormitorio, un baño y un comedor con cocina americana incorporada. Todo en muy poco espacio. La estampa, aunque con tamaño de cromo, no impacta ni hace salir huyendo al visitante. El precio: 140.000 euros, resultado de la rebaja que la constructora realiza por un breve periodo de tiempo. Asumiendo esta información, cada metro del estudio sale por más de 3.100 euros.Pero los 45,28 metros del piso de Lagunillas son una mansión, por así decir, si se comparan con los siguientes apartamentos en ser mostrados. La impresión del comprador se torna incredulidad cuando contempla la fachada del edificio que, según parece, alberga el estudio. El inmueble, situado en calle Altozano, en las cercanías de El Ejido, muestra claros signos de abandono, marcado por el paso del tiempo y destaca la ausencia de cualquier atisbo de rehabilitación. Y a pesar de ello osa adentrarse y ver el producto que se le ofrece.Lo que se encuentra en su interior vuelve a hacer saltar todas las alarmas. Un piso de grandes dimensiones compartimentado en seis estudios distintos, con una superficie media que ronda los 32 metros construidos. Un pasillo da paso a las puertas de los seis apartamentos; todos dotados de parqué y con cocina americana, pero sin electrodomésticos. La propietaria del inmueble subraya las bondades de los pisos y la buena ubicación, aunque los detalles no son nada alentadores. Uno de ellos tiene 30 metros cuadrados construidos, 22,34 útiles y cuesta aproximadamente 105.000 euros. O lo que es lo mismo, si el potencial comprador se decidiese tendría que pagar 3.500 euros por cada uno de los pocos metros en los que viviría. Un precio excesivo. El más grande de los incluidos en esta promoción tiene 37 metros construidos, 30 útiles, y cuesta 110.000 euros. La pregunta que se hace el visitante tras este recorrido es hasta qué punto la necesidad lleva a las personas a vivir enlatados, puesto que, aunque las condiciones de muchos de estos productos no son para nada inadecuadas, sí parece indigno reducir la aventura de vivir a poco más de 25 metros.

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