La ´crisis del ladrillo´ hunde al sector auxiliar de la construcción (La Opinión)

Los gremios de cementeros, carpintería metálica, ferreteros o instaladores eléctricos soportan reducciones de hasta un 60% de cuota de mercado en los últimos meses. La obra pública mantiene su pujanza y compensa parte de las pérdidas de las empresas extractivas
La conocida como ´crisis del ladrillo´ no sólo es nociva para las empresas constructoras, que han engordado las listas del paro en Málaga hasta niveles desconocidos en la última década; también afecta en gran medida a la industria auxiliar, es decir, a las empresas que se dedican a proveer de materias primas o materiales complementarios para la edificación de viviendas. Es un sector que mantiene en la provincia a unos 27.000 trabajadores, y ha sufrido un desplome en sus cifras de negocio de entre un 30% y un 60%, según los casos. Una crisis que, además, no parece que vaya a amainar a corto plazo. Más bien todo lo contrario.Las asociaciones sectoriales de Málaga reconocen que la crisis inmobiliaria es peor de lo previsto. Y, por añadidura, los perjuicios que soportan son más dañinos. Desde la extracción de áridos hasta la instalación de sistemas eléctricos, pasando por la comercialización del cemento o la fontanería, la industria auxiliar de la construcción se enfrenta a un año y medio difícil. Al menos, hasta finales de 2009, que es cuando los analistas económicos sitúan el supuesto fin de la desaceleración. Por lo pronto, en relación a 2007, estas empresas han perdido unos 3.000 puestos de trabajo, y el fin no ha llegado.Juan Cobalea, presidente de la asociación provincial de derivados del cemento (Adecema), habla de una "auténtica bajada" en el consumo de materiales básicos. Cifra en un 30% el descenso sufrido hasta ahora, pero avisa de que este porcentaje se situará pronto en el 50% si la crisis continúa, como parece indudable que sucederá. En cualquier caso, este subsector se beneficia de la obra pública, es decir, la que ejecutan las diferentes administraciones. Actualmente en la provincia se construye la hiperronda y la autopista de peaje de Las Pedrizas, aparte de la remodelación del Aeropuerto, y el abastecimiento de la materia prima es continuo. Algo similar sucede en la asociación de empresas extractivas de áridos: en la edificación de viviendas experimenta un bajón del 60%, pero gracias a las infraestructuras soporta mejor la crisis. En lo que llevamos de 2008, el ritmo de licitación pública es superior que en 2007 y esto compensa en parte la balanza.Sin embargo, este efecto positivo se nota mucho menos en otras actividades más orientadas de manera especial a la construcción de viviendas. Es el caso del gremio de la carpintería metálica, que orienta el 80% de su negocio a lo inmobiliario. Francisco Javier Benítez, director de Bensan, una de las más pujantes empresas del sector, denuncia que los pagos de las constructoras, que antes se hacían en un plazo de 90 días, ahora se alargan hasta los 280, "y eso las que no se declaran en suspensión", dice.También los fontaneros y ferreteros denuncian una pérdida de cuota de mercado cercana al 50%. Los instaladores eléctricos, por su parte, se ven menos afectados por las labores de mantenimiento y reforma a que obliga la Ley, pero asimismo sufren pérdidas del 20%. La ´crisis del ladrillo´ es dura y amenaza con empeorar aún más.