Fundación Unicaja rehabilitará el antiguo conservatorio para devolverle su esplendor y convertirlo en un moderno centro docente para músicos.
La actividad, ahora ocasional, del antiguo Conservatorio María Cristina, uno de los espacios con mejores cualidades acústicas de España, se verá potenciada con la restauración integral que la Fundación Unicaja, propietaria del inmueble, tiene prevista en el edificio, que pasará a convertirse en un escenario con una programación permanente además de un centro docente para músicos y un lugar para exposiciones.Con una inversión cercana a los 3,5 millones de euros, los trabajos se llevarán a cabo en dos fases. La primera, cuyo inicio está previsto para este mismo mes, se centrará en la recuperación del salón de conciertos, que reabrirá sus puertas al público el próximo otoño. Esta actuación incluirá una consolidación arquitectónica, una restauración de sus elementos pictóricos y ornamentales y una adecuación de sus instalaciones, con el objeto de mejorar la comodidad y la seguridad de la sala. Las antesalas del auditorio, como el salón de los espejos, que posee en sus techos pinturas realizadas en el siglo XIX por ilustres pintores como Martínez de la Vega y Denis Belgrano, y el salón mudéjar, que cuenta con un valioso artesonado de madera, también recobrarán su esplendor original.Con el fin de hacer la sala accesible para discapacitados y aumentar el espacio entre las butacas, el actual aforo de 378 localidades se verá reducido a 364, según indicó el director de la Obra Social de Unicaja, Felipe Faraguna, quien explicó que el auditorio contará con un sistema de climatización que discurrirá por debajo del suelo "imposibilidad de colocarlo en las paredes o techos". También se instalará un nuevo sistema de iluminación que realce la importancia de las pinturas, se sustituirá todo el patio de butacas y se procederá a la impermeabilización y aislamiento de las cubiertas, que presentan algunos focos de humedad por filtraciones, el principal problema del edificio junto a algunas plagas en las maderas. Segunda fase. Tal y como explicó el arquitecto redactor del proyecto, Rafael de Lacour, en una segunda fase, que tendrá una duración de doce meses, se rehabilitará el cuerpo lateral contiguo al eje principal, que se sitúa entre el salón de conciertos y los patios paralelos por el este. Además, se incorporarán unos espacios para uso de estudios musicales, aulas de trabajo y ensayo para distintos instrumentos musicales, y se recuperarán las salas de la planta primera y el torreón para espacios complementarios de audición, actos y exposición.Esta restauración es un proyecto clavo dentro del interés de Unicaja por promover la difusión y el acceso a la música y la conservación del patrimonio artístico-cultural. La Fundación enmarcada en la caja tiene previsto organizar en esta sede cursos de verano sobre música clásica a partir del próximo año y se ha comprometido a inaugurar el remozado auditorio con un recital de gran envergadura.
La actividad, ahora ocasional, del antiguo Conservatorio María Cristina, uno de los espacios con mejores cualidades acústicas de España, se verá potenciada con la restauración integral que la Fundación Unicaja, propietaria del inmueble, tiene prevista en el edificio, que pasará a convertirse en un escenario con una programación permanente además de un centro docente para músicos y un lugar para exposiciones.Con una inversión cercana a los 3,5 millones de euros, los trabajos se llevarán a cabo en dos fases. La primera, cuyo inicio está previsto para este mismo mes, se centrará en la recuperación del salón de conciertos, que reabrirá sus puertas al público el próximo otoño. Esta actuación incluirá una consolidación arquitectónica, una restauración de sus elementos pictóricos y ornamentales y una adecuación de sus instalaciones, con el objeto de mejorar la comodidad y la seguridad de la sala. Las antesalas del auditorio, como el salón de los espejos, que posee en sus techos pinturas realizadas en el siglo XIX por ilustres pintores como Martínez de la Vega y Denis Belgrano, y el salón mudéjar, que cuenta con un valioso artesonado de madera, también recobrarán su esplendor original.Con el fin de hacer la sala accesible para discapacitados y aumentar el espacio entre las butacas, el actual aforo de 378 localidades se verá reducido a 364, según indicó el director de la Obra Social de Unicaja, Felipe Faraguna, quien explicó que el auditorio contará con un sistema de climatización que discurrirá por debajo del suelo "imposibilidad de colocarlo en las paredes o techos". También se instalará un nuevo sistema de iluminación que realce la importancia de las pinturas, se sustituirá todo el patio de butacas y se procederá a la impermeabilización y aislamiento de las cubiertas, que presentan algunos focos de humedad por filtraciones, el principal problema del edificio junto a algunas plagas en las maderas. Segunda fase. Tal y como explicó el arquitecto redactor del proyecto, Rafael de Lacour, en una segunda fase, que tendrá una duración de doce meses, se rehabilitará el cuerpo lateral contiguo al eje principal, que se sitúa entre el salón de conciertos y los patios paralelos por el este. Además, se incorporarán unos espacios para uso de estudios musicales, aulas de trabajo y ensayo para distintos instrumentos musicales, y se recuperarán las salas de la planta primera y el torreón para espacios complementarios de audición, actos y exposición.Esta restauración es un proyecto clavo dentro del interés de Unicaja por promover la difusión y el acceso a la música y la conservación del patrimonio artístico-cultural. La Fundación enmarcada en la caja tiene previsto organizar en esta sede cursos de verano sobre música clásica a partir del próximo año y se ha comprometido a inaugurar el remozado auditorio con un recital de gran envergadura.
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