El edificio de 'asustaviejas' se llena de 'okupas' por el bulo de que será público (Málaga Hoy)

Los vecinos legales denuncian, además, que no tienen agua porque les cortaron el suministro el pasado jueves

A los vecinos del número 3 de calle Mariscal pocas cosas más le pueden pasar. Después de que, tras ocho años de quejas, el Ayuntamiento de Málaga "por fin" haya iniciado la expropiación del inmueble (igual que ha hecho con el número 5), el bloque se ha llenado casi por completo de ocupas. El bulo que se ha extendido por la zona, el barrio de la Goleta, es que el Consistorio ha comprado el edificio. Y por eso, una veintena de familias se han colado en el interior de los pisos "para ver si el Ayuntamiento se los cede". El trasiego de nuevas caras por el bloque y la proliferación de tendederos en los balcones son pruebas que demuestran la queja de las seis familias que sí pagan mensualmente su rentas, dos con contrato de renta antigua y cuatro con otras que rondan los 300 euros. Pero ellos son los que se llevan la peor parte: mientras sus nuevos vecinos disfrutan de vivienda y luz gratis, ellos se han quedado sin agua, porque la Empresa Municipal de Aguas (Emasa) les ha cortado el suministro. El todavía propietario, Jesús Jiménez Astorga, no paga la factura. Aunque las familias legales sí que abonan el agua, ya que se encuentra incluida en sus contratos, al igual que la comunidad, según explican. "Iremos al juzgado de guardia porque esto no puede seguir así", añade una de las vecinas. El gerente de Emasa, José Luis Rodríguez, afirma que lleva advirtiendo al propietario "alrededor de un año" la falta de pago en diversas cartas, hasta que le envió un aviso indicando que, en caso de seguir la deuda, cortaría el suministro, como así ha sido. "Mañana [por hoy] irá un inspector nuestro a hablar con los vecinos legales para explicarles que pueden hacer un contrato individual con nosotros para que así no se queden sin agua", concluyó Rodríguez. Los vecinos se han puesto en contacto, una vez más, con Francisco Gutiérrez. El Defensor del Ciudadano no comprende por qué en el número tres de calle Mariscal todo sigue igual después de llevar él mismo dos años denunciando la situación. Aunque los vecinos ya dejaron constancia de sus quejas en la Gerencia de Urbanismo de noviembre del año 2000. "Es increíble lo que están pasando a estas personas y que nadie haga nada por solucionar su situación", afirma Gutiérrez, que, aunque ha visto con muy buenos ojos el proceso de expropiación que ha llevado el Ayuntamiento para sacar a subasta los números 3 y 5 de calle Mariscal para que otro propietario los compre y los rehabilite, no entiende por qué la suciedad sigue acumulándose en el bloque, al tiempo que les dejan sin agua. "Ahora con el calor y toda la basura el olor es insoportable", añade la vecina, que tiene miedo de que su hija coja una infección o de la proliferación de cucarachas o ratas. Mientras, el proceso de expropiación de los bloques 3 y 5 de calle Mariscal continúa, y el Ayuntamiento tiene el plazo abierto para la realización de ofertas después de sacar la venta forzosa por algo más de 2,4 millones de euros.