El proyecto prevé la rehabilitación de las casonas antiguas así como la restauración y consolidación del jardín. La Junta ha rechazado declarar el lugar como bien de interés
Los propietarios de Villa Fernanda, finca ubicada en el paseo de Miramar y que posee uno de los jardines más valiosos de la ciudad, están dispuestos a seguir adelante con el proyecto para construir unas treinta viviendas en las zonas de la parcela no ocupadas por el jardín, como les permite el planeamiento urbanístico en vigor. Según fuentes consultadas, la propiedad ya ha presentado ante la Gerencia Municipal de Urbanismo la petición de la licencia de obras para la actuación. Su solicitud se basa en que el estudio urbanístico previo ya ha sido aprobado por silencio administrativo.
Esto es así porque el equipo de gobierno dejó pasar el plazo legal establecido para informar sobre el citado estudio con la confianza de que podría encontrar un comprador para la finca, con el objetivo de dedicarla a un fin público y evitar de este modo la construcción de las viviendas que permite el Plan General. Sin embargo, el plazo expiró sin que llegara ese posible comprador y los dueños de la finca han solicitado ya varias veces al Ayuntamiento que les notifique que se ha producido la autorización por silencio, según puntualizaron las fuentes.
Pese a que el Consistorio no les ha contestado aún a esa petición, han decidido presentar la licencia de obras para el proyecto, conforme a lo que está recogido en el estudio urbanístico previo.
Recuperación
La actuación para la que se ha solicitado licencia prevé la rehabilitación y restauración de las casonas antiguas de la finca, que volverán a ser habitadas, así como la recuperación del jardín y su ampliación hacia una zona en la que no se continuó. Parte del mobiliario interior de la casa principal ya ha sido restaurado.
El plan urbanístico para la parcela prevé únicamente dos nuevas edificaciones en las zonas no ocupadas por el jardín que no podrán superar los diez metros de altura. Una de ellas se ubicará en el sector noroeste de la parcela y tendrá su fachada a la calle Ramos Carrión. Se alzara sobre una pista de tenis en desuso. Su construcción implicará el traslado de una yuca y una palmera dentro del propio jardín, y la desaparición de algunos eucaliptos que, según se indica en el estudio urbanístico, causan daños en la valla que rodea a la parcela y en el pavimento de la calle Ramos Carrión por el crecimiento de sus raíces.
La otra edificación irá sobre la actual piscina, emplazada en el extremo sureste de la finca, y no implica la desaparición de especie arbórea alguna. Entre ambas, suman 5.282 metros cuadrados construidos que se destinarán a uso residencial. En total, el proyecto prevé unas 30 viviendas.
Moción
El último pleno municipal aprobó una moción que en uno de sus puntos apostaba por el uso público como equipamiento de Villa Fernanda. El equipo de gobierno en la Casona del Parque todavía confía en que aparezca alguna entidad pública o privada que esté dispuesta a comprar la finca, valorada en más de 20 millones de euros. No obstante, a medida que pasa el tiempo, avanzan los trámites de sus propietarios para construir el proyecto autorizado y se eleva el precio para una hipotética adquisición, ya que el proceso está más cerca de la licencia de obras.
El concejal de Urbanismo, Manuel Díaz, informó en el último pleno de que la Junta de Andalucía ha rechazado declarar el lugar como Bien de Interés Cultural, lo que avala aún más a los propietarios para seguir adelante con el proyecto que tramitan.
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