06.09.2009 -
Las palmeras en el muelle dos empiezan a cambiar la silueta del Puerto. / A. LOBERA
NO se sabe muy bien si realmente hay o no consenso para caminar juntos en el asunto del Guadalmedina. Aunque visto lo visto, lo primero que tendría que despejarse es si se quiere caminar. Tras destapar este periódico que el estudio que se iba a realizar para hallar una solución urbana al cauce del río acumulaba un retraso de dos años, la consejera de Medio Ambiente, Cinta Castillo, vino a Málaga para decir que nadie se preocupara. Que el análisis estaría listo en octubre. Oye, que nadie se ponga nervioso. Pero en su comparecencia sorprendió al decir que ahí se haría lo que decidiera su consejería. O sea, ella. Toma ya. En unos minutos dinamitó el consenso en uno de los pocos proyectos de ciudad en los que iban de la mano el Ayuntamiento de Málaga y la Junta de Andalucía. Hay que ser torpe para brindarle al alcalde el terreno de juego donde se desmarca mejor para golear una y otra vez al Gobierno andaluz. Hay que recordar que el estudio aún non nato se gestó en la Fundación Ciedes, donde están representadas todas las administraciones, además de los principales colectivos sociales de la ciudad. Pero la consejera no se quedó ahí, porque dijo que posteriormente iba a contar con el Ayuntamiento para colaborar en el proyecto. Léase para que pagara. Sin embargo, no quiere que el consistorio costee el citado estudio para que no sepa por donde va. O si va. Mira qué lista. Se hace lo que yo digo y además tú (Ayuntamiento) tienes que pagar. Toda una lumbreras. Quizá piensa que la Casona del Parque está ocupada por tontos. El PSOE de Málaga, con su secretario general Miguel Ángel Heredia al frente, salió inmediatamente al quite. Heredia no gana para sobresaltos y siempre intenta apagar los fuegos que provocan otros. Los socialistas enviaron una nota apuntando que el proyecto sobre el cauce del Guadalmedina se hará con el consenso de todos, incluido el Ayuntamiento, ya que para eso se le pide también que lo costee. Es, además, de sentido común que el consistorio tenga algo que decir sobre uno de los proyectos más importantes que tiene que afrontar la ciudad en muchos años. El problemas es que aquí se pierde mucho tiempo en estas cuitas para desviar la atención y el problema del río sigue sin encauzarse. Que a la postre es lo que le interesa al ciudadano.
PUERTO
Nueva imagen
También resulta agradable comprobar que el Puerto empieza a cambiar su imagen. La plantación de 150 palmeras en el muelle dos invita a pensar que el plan especial va a transformar este recinto, que es de vital importancia para la capital pese a que históricamente haya estado de espaldas a la ciudad.
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