jueves, 12 de noviembre de 2009

Urbanismo prepara la unión de los barrios separados por el tren (La Opinión)

Encarga los trabajos para diseñar las calles que cruzarán el soterramiento y que permitirán el tránsito entre el Camino de San Rafael y la Carretera de Cádiz


Unión. Las calles transversales permitirán el movimiento entre el Camino de San Rafael y la Carretera de Cádiz.
Unión. Las calles transversales permitirán el movimiento entre el Camino de San Rafael y la Carretera de Cádiz. Arciniega

MIGUEL FERRARY. MÁLAGA Catorce calles ya existentes y otras dos vías proyectadas formarán la red de accesos que permitan la comunicación norte-sur de vehículos y personas sobre las vías soterradas del tren, facilitando el tránsito entre los barrios del Camino de San Rafael y la Carretera de Cádiz.
La Gerencia Municipal de Urbanismo ha sacado a concurso el diseño de estas vías, que deben adaptarse a sus nuevas funciones, ya que dejarán de ser callejones sin salida y pasarán a estar conectadas con el futuro bulevar sobre el soterramiento y continuarán al otro lado.
El contrato establece un presupuesto de 160.000 euros y 8 meses de plazo para elaborar el proyecto de ejecución para remodelar las calles transversales que hay al norte y al sur del soterramiento. El objetivo es diseñarlas para facilitar el tráfico entre las dos zonas de la ciudad que han estado históricamente separadas por las vías del tren y dar servicio al bulevar.
Las calles que se rediseñarán serán, en la parte norte, el nuevo vial de conexión con el recinto ferial, las calles Oscar Esplá, Mahler, las dos que se han abierto a cada lado de la sede de la EMT, Ceramistas, la avenida Juan XXIII hasta la esquina con La Unión y un pequeño vial entre La Unión y las Renfe, que está proyectado.
Por la parte sur, en el lado de la Carretera de Cádiz, se quieren remodelar las calles Platero Francisco Vásquez, Balazón, Puerto Oncala, Sillita de la Reina, la avenida Juan XXIII al sur del bulevar, Río Gargálica y el previsto vial al sur de la estación.
Las calzadas estarán diseñadas con medidas que frenen la velocidad de los vehículos para mejorar la calidad de vida de las zonas residenciales y reducir el número de accidentes.
Posibilidades. Además, Urbanismo exige que el rediseño de estas calles prevea la implantación de carriles bus y de carriles bici, con la reserva de espacio necesario para que esto sea posible. También se defienden las calles con medianas arboladas de dos metros de ancho en aquellas calles que tengan cuatro o más carriles de circulación. El objetivo es facilitar el cruce de los peatones por estas vías.
En aquellas calles que tengan menos carriles, al menos se prevé una banda ajardinada de un metro de ancho junto a la parte exterior de la acera, para separarla de la calzada, como ya existe en la avenida Juan Sebastián Elcano y que permite la plantación de árboles o colocación de farolas para la iluminación pública.
El aumento de las zonas verdes, que será notable con las bandas ajardinadas y medianas, obligará a estudiar la obtención de fuentes adicionales de agua para el baldeo y el riego.
Además, la reurbanización de las calles y el previsto traslado de zonas industriales en el Camino de San Rafael obliga a prever el soterramiento o desvío de los cables e instalaciones de la red de alta y media tensión eléctrica, que no son compatibles con la futura conversión de los terrenos en zonas residenciales o de paseo.
El proyecto de reforma de las 16 calles trasversales sobre las que se actuarán también incorporará los contenedores soterrados para la recogida selectiva de los residuos, así como diversas alternativas para las rotondas de conexión entre las calles.

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