sábado, 3 de julio de 2010

MALAGA. Tempestad en el puerto. (MALAGAHOY)

Políticos y arquitectos critican el 'traje a medida' que se quiere hacer a la concesionaria del muelle 1 al modificar el plan especial para dar cabida al supermercado de Carrefour · De la Torre y Linde le restan importancia

SEBASTIÁN SÁNCHEZ / MÁLAGA | ACTUALIZADO 03.07.2010 - 01:00
La polémica sobre la instalación del supermercado en la esquina de oro del puerto de Málaga sigue agrandándose. La confirmación de que la modificación del plan especial planteada por la concesionaria del muelle 1, Iniciativas Marina de la Farola, para esa zona no sólo incluye la elevación en altura del equipamiento cultural sino también el encaje suficiente para implantar el local de Carrefour, ha provocado un amplio rechazo ciudadano. Arquitectos y políticos consultados mostraron su oposición ante el traje a medida hecho para la empresa.

Frente a ello, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y el presidente del Puerto, Enrique Linde, restaron importancia a que se haya aprovechado esta variación para dar cabida a un local de 2.000 metros cuadrados, al considerar que los privados podrían haberlo planteado en cualquier otro punto del muelle 1.

Desde los grupos de la oposición municipal, la crítica fue común. Rafael Fuentes, portavoz del PSOE se opuso de plano a que se plantee un supermercado de 800 o de 2.000 metros cuadrados. "No podemos estar de acuerdo con que en el lugar de oro vaya ese uso", comentó. "Si se está maquillando el tema para poner el súper, no podemos estar de acuerdo", apostilló.

Por su parte, el portavoz de IU, Pedro Moreno Brenes, dijo que este ajuste "se hace específicamente para resolver el problema a la concesionaria y romper el consenso que había". "Quiero que el PSOE, que gobierna en la Junta, y el PP expliquen cómo se tira a la basura todo ese consenso por satisfacer los intereses económicos de la concesionaria", abundó.

En la misma línea, el presidente de Diputación y del Patronato de Turismo de la Costa del Sol, Salvador Pendón, mostró su desazón con que tras varias décadas de debate asistamos "a movimientos que denotan una improvisación inadmisible". "La ciudad se merece un mejor tratamiento para uno de sus mejores espacios", apostilló. Si bien eludió hablar de interés por ocultar el encaje del supermercado, fue claro al señalar que "la tramitación que se está haciendo por parte de todas las entidades e instituciones implicadas no es para poner de ejemplo".

Preguntado por si entiende que se plantee una modificación buscando el encaje del súper, respondió: "No, pero creo que eso no le parecerá admisible a nadie que tenga mediana capacidad de criterio y de juicio. No me gusta que se haga un supermercado en el mejor espacio de la ciudad, otras ciudades hacen el Guggenheim o el Kursaal".

No opinó lo mismo el alcalde, que dijo ignorar cuál era la configuración de la esquina de orodibujada en el documento aún vigente. Incluso, llegó al extremo de ironizar al apuntar que de acuerdo con la superficie comercial permitida en el muelle 1, 14.000 metros, "podría poner hasta siete supermercados". "Que esté en el punto A o a cien metros del punto A me es indiferente, lo que me importa más es el contenido", afirmó, e insistió en que el supermercado podría haberse desarrollado conforme al plan vigente, sin necesidad de su variación.

El presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique Linde, se limitó a precisar que nada tiene que ver la localización del local con que el uso previsto en el mismo entre o no dentro de lo permitido. "No hay relación entre una cosa y la otra", apostilló.

El decano del Colegio de Arquitectos, Antonio Vargas, tuvo claro que el cambio puesto sobre la mesa "modifica más cosas, no sólo un edificio cultural, ya que se confirma que cambian los volúmenes del edificio y la distribución de superficies comerciales". Y aludió a la opción de aprovechar la nueva tramitación para "poner restricciones al supermercado". "Parece que hay ciertas cosas que nos dan vergüenza, a lo mejor porque son difíciles de explicar", dijo.

El profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Málaga, Vicente Granados, abundó en su discurso contrario a la instalación del súper. Incluso, comentó que su idea de "atarse a una farola" si el proyecto sale adelante ha sido bien recibida por muchos, dentro de los que hay algunos miembros del equipo de gobierno del PP. "Es ridículo que después de tantos años se esté dando vuelta a lo mismo", sentenció y criticó el procedimiento usado: "Primero se vende las grandes bondades de algo que no las tiene y después lo que hacen es, para que sea viable, proponer una modificación; eso es distorsionar toda la lógica del propio proyecto original".

Otro de los que se posicionó sobre este asunto fue el arquitecto Salvador Moreno Peralta. "Esto no está hecho a tapadillo, ésta es la operación", dijo, al tiempo que mostró su sorpresa ante la actitud de las autoridades públicas. En este asunto, a su juicio, "parece como si estuviesen actuando de portavoces de los intereses privados".

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