El edil de Cultura, Juventud y Deportes cree que el número de óperas en el Cervantes no requiere de un director titular
ROCÍO ARMAS · C. PASTOR / MÁLAGA | ACTUALIZADO 01.07.2011 - 01:00
Entra por la puerta de su despacho pasadas las 11:00, con unos minutos de retraso, algo apresurado, y una pregunta previa a su secretaria: "¿algo nuevo? La respuesta es demasiado larga para el tiempo del que dispone Damián Caneda (Larache, 1954) antes de la entrevista. Enérgico y de mirada directa, el nuevo concejal de Cultura, Juventud y Deportes responde a las distintas cuestiones con el discurso inherente a un empresario que acostumbra a gestionar recursos y minimizar costes. Aconseja meditar las informaciones "de impacto" que últimamente acompañan a equipos como el Málaga CF, aunque "todo lo que sea traer inversión y crear imagen para la ciudad es bienvenido", matiza.
-Desde el Málaga aseguran que tienen los proyectos y que están preparados para acometer las obras de la ciudad deportiva. ¿Qué falta para que se lleve a cabo?
-Hay mucha voluntad por parte de las administraciones pero tenemos unos requisitos legales que cumplir. Primero hay que terminar de arreglar el Plan General, que tiene sus problemas permanentemente, y luego hay que llegar a un acuerdo con los propietarios. Será en Arraijanal, pero ahora hay que ver los problemas con administraciones como la Junta. Estamos volcados en que se haga porque creemos que es bueno para Málaga.
-Conocerá la oferta que los propietarios del Málaga hicieron a las tres instituciones propietarias de La Rosaleda para hacerse con los terrenos y, de paso, construir el Catar Stadium anunciado por Abdullah Al-Thani. ¿Qué valoración hace?
-Con todas estas ideas muy grandes conviene tomarse un tiempo para analizarlas, porque suenan muy bien pero yo, como todos mis compañeros representamos a los ciudadanos. Lo que hay que estudiar qué es lo mejor para los ciudadanos, y ver si encajan la propuestas. Todo lo que sea traer inversión y crear imagen para la ciudad es bienvenido. Aunque el impacto de este tipo de informaciones es muy rápido y todo parece maravilloso, hay que pensarlo, porque todo tiene sus pros y sus contras.
-Que el Málaga esté creciendo tanto, ¿le puede afectar al resto de clubes de distintas disciplinas, como el Unicaja, por ejemplo?
-A efectos económicos, nosotros no nos gastamos dinero en los clubes y menos en los superprofesionales como este. Málaga, como capital de la Costa del Sol tiene suficiente entidad para mantener distintos deportes si buscan la forma de subsistir sin ayudas públicas.
-La segunda fase de ampliación del Carpena se presentó hace un año y medio, y nunca más se supo. ¿Qué ha ocurrido?
-Seguirá esperando. En este momento no hay necesidad. No estamos teniendo una demanda de público como para hacerla. La ampliación es cara y a fondo perdido. Porque el 99% del Martín Carpena es para la utilización del Unicaja, no tenemos ninguna repercusión y nos cuesta dinero mantenerlo. Es bueno que tengamos un equipo de baloncesto, nos gastamos un dinero, pero dentro de unos límites razonables y posibles. Dentro de dos años igual sí hay esa gran demanda y tenemos más posibilidades económicas. Pero en estos momentos no está entre nuestras prioridades.
-En tiempos de crisis, los deportes minoritarios son los que más sufren y los que más llamarán a su puerta. ¿Qué les puede ofrecer?
-El criterio general es ayudar, pero no vivir de subvenciones porque no podemos. Y además sería injusto, porque hay muchas otras necesidades, sobre todo sociales. Nosotros estimulamos y ayudamos pero no podemos subvencionar de forma genérica. Los equipos de pabellón sufren porque son difíciles de mantener y tiene que buscarse la vida, con nuestra ayuda algunas veces, pero no exclusivamente.
-En materia de deportes, ¿cuál será su mayor reto?
-Queremos seguir en la línea de hacer muchos eventos deportivos como este del baloncesto España-Eslovenia, tener un campeonato de atletismo, y más competiciones de carácter internacional porque ese es el espíritu de Málaga. Y además, incrementar el número de participantes. Seguiremos haciendo con centros integrales deportivos, va en Huelin uno y en Segalerva otro que se acabarán en doce meses. Ya hemos hecho 24 campos de fútbol y haremos alguno más, queremos un campo de rugby y seguir con la pistas de pádel. Pero quizás todo un poco más lentamente, porque hemos hecho muchas y ahora lo que hay que hacer es utilizarlas.
-Aunar Cultura, Juventud y Deportes en un mismo área, ¿es una forma de aprovechar sinergias o cree que las tres áreas no tienen entidad para una gestión independiente?
-Cultura y deportes son dos actividades fundamentales para la juventud y además van muy interrelacionadas. De hecho, en estos momentos tenemos programas de cultura que van más en juventud que en el área de cultura, y en deporte ni te cuento. Son áreas muy vinculadas que no pueden estar desperdigadas.
-Llega al Consistorio en un momento en el que la cultura institucional ha pasado por varias crisis internas, como la dimisión de la directora del Thyssen, y el despido de dos cargos importantes del Festival de Málaga, ¿hasta qué punto afecta y cómo se podrían prevenir este tipo de coyunturas?
-No afecta en absoluto. Las crisis son parte de la vida y lo normal es que ocurran cuando se tiene además una apuesta cultural tan grande como la de Málaga. Si no hay crisis es que no se está haciendo nada. El Thyssen se ha resuelto de una manera rápida y brillante en lo artístico, la exposición temporal es tan maravillosa que ha tapado cualquier atisbo de problema.
-¿Pasa igual con el festival?
-El festival se ha topado con unas circunstancias de crisis en la industria del cine. Ahora hay menos subvenciones y tampoco estamos teniendo muchas películas de gran calidad. Eso es un condicionante externo inapelable y con ello nos movemos. Lo que está claro es que el festival de cine español no puede ser de una ciudad, tiene que intervenir el Ministerio de Cultura y la Junta de Andalucía. El ayunta miento solo no puede llevar un festival nacional que ya ha hecho una marca y se ha consolidado.
-Apuesta por abrirlo a la iniciativa privada, ¿aún a riesgo de aumentar la presencia de actores noveles de teleseries en la alfombra roja?
-Hay que calibrar. El festival quiere tener un punto de espectáculo, y que vengan actores gusta a la gente, sobre todo cuando no hay mucha calidad en las películas de la cosecha, hay que utilizarlo como un reclamo. Lo que no tiene que ser es solo eso. Tiene que haber un debate alrededor del cine, que sea punto de encuentro de todo el cine español en todas su versiones.
-La temporada lírica del Cervantes prescinde de su director cuando precisamente en el programa electoral del PP se destacaba el refuerzo de este ciclo, ¿cómo se entiende?
-La temporada lírica es lo más caro de todo. Para el número de óperas que se pueden hacer en Málaga está poco justificado que haya un director titular. Ahora mismo podría n traerse directores invitados porque además enriquece tener visiones distintas. Es una cuestión de gestión. Tenemos que ver lo que somos capaces de hacer con el dinero que somos capaces de manejar.
-La apertura de Art Natura, ¿sigue siendo una incógnita?
-Art Natura es un problema. Nosotros hemos cumplido con nuestras obligaciones, pero ellos tienen que ver si estos años de retraso lo alargamos en el contrato. Ellos han tenido la suerte de no correr con los gastos estos últimos años tan difíciles. Ha sido producto del azar que se retrase y lo razonable ahora sería ver cómo encaramos el futuro.
-Desde el Málaga aseguran que tienen los proyectos y que están preparados para acometer las obras de la ciudad deportiva. ¿Qué falta para que se lleve a cabo?
-Hay mucha voluntad por parte de las administraciones pero tenemos unos requisitos legales que cumplir. Primero hay que terminar de arreglar el Plan General, que tiene sus problemas permanentemente, y luego hay que llegar a un acuerdo con los propietarios. Será en Arraijanal, pero ahora hay que ver los problemas con administraciones como la Junta. Estamos volcados en que se haga porque creemos que es bueno para Málaga.
-Conocerá la oferta que los propietarios del Málaga hicieron a las tres instituciones propietarias de La Rosaleda para hacerse con los terrenos y, de paso, construir el Catar Stadium anunciado por Abdullah Al-Thani. ¿Qué valoración hace?
-Con todas estas ideas muy grandes conviene tomarse un tiempo para analizarlas, porque suenan muy bien pero yo, como todos mis compañeros representamos a los ciudadanos. Lo que hay que estudiar qué es lo mejor para los ciudadanos, y ver si encajan la propuestas. Todo lo que sea traer inversión y crear imagen para la ciudad es bienvenido. Aunque el impacto de este tipo de informaciones es muy rápido y todo parece maravilloso, hay que pensarlo, porque todo tiene sus pros y sus contras.
-Que el Málaga esté creciendo tanto, ¿le puede afectar al resto de clubes de distintas disciplinas, como el Unicaja, por ejemplo?
-A efectos económicos, nosotros no nos gastamos dinero en los clubes y menos en los superprofesionales como este. Málaga, como capital de la Costa del Sol tiene suficiente entidad para mantener distintos deportes si buscan la forma de subsistir sin ayudas públicas.
-La segunda fase de ampliación del Carpena se presentó hace un año y medio, y nunca más se supo. ¿Qué ha ocurrido?
-Seguirá esperando. En este momento no hay necesidad. No estamos teniendo una demanda de público como para hacerla. La ampliación es cara y a fondo perdido. Porque el 99% del Martín Carpena es para la utilización del Unicaja, no tenemos ninguna repercusión y nos cuesta dinero mantenerlo. Es bueno que tengamos un equipo de baloncesto, nos gastamos un dinero, pero dentro de unos límites razonables y posibles. Dentro de dos años igual sí hay esa gran demanda y tenemos más posibilidades económicas. Pero en estos momentos no está entre nuestras prioridades.
-En tiempos de crisis, los deportes minoritarios son los que más sufren y los que más llamarán a su puerta. ¿Qué les puede ofrecer?
-El criterio general es ayudar, pero no vivir de subvenciones porque no podemos. Y además sería injusto, porque hay muchas otras necesidades, sobre todo sociales. Nosotros estimulamos y ayudamos pero no podemos subvencionar de forma genérica. Los equipos de pabellón sufren porque son difíciles de mantener y tiene que buscarse la vida, con nuestra ayuda algunas veces, pero no exclusivamente.
-En materia de deportes, ¿cuál será su mayor reto?
-Queremos seguir en la línea de hacer muchos eventos deportivos como este del baloncesto España-Eslovenia, tener un campeonato de atletismo, y más competiciones de carácter internacional porque ese es el espíritu de Málaga. Y además, incrementar el número de participantes. Seguiremos haciendo con centros integrales deportivos, va en Huelin uno y en Segalerva otro que se acabarán en doce meses. Ya hemos hecho 24 campos de fútbol y haremos alguno más, queremos un campo de rugby y seguir con la pistas de pádel. Pero quizás todo un poco más lentamente, porque hemos hecho muchas y ahora lo que hay que hacer es utilizarlas.
-Aunar Cultura, Juventud y Deportes en un mismo área, ¿es una forma de aprovechar sinergias o cree que las tres áreas no tienen entidad para una gestión independiente?
-Cultura y deportes son dos actividades fundamentales para la juventud y además van muy interrelacionadas. De hecho, en estos momentos tenemos programas de cultura que van más en juventud que en el área de cultura, y en deporte ni te cuento. Son áreas muy vinculadas que no pueden estar desperdigadas.
-Llega al Consistorio en un momento en el que la cultura institucional ha pasado por varias crisis internas, como la dimisión de la directora del Thyssen, y el despido de dos cargos importantes del Festival de Málaga, ¿hasta qué punto afecta y cómo se podrían prevenir este tipo de coyunturas?
-No afecta en absoluto. Las crisis son parte de la vida y lo normal es que ocurran cuando se tiene además una apuesta cultural tan grande como la de Málaga. Si no hay crisis es que no se está haciendo nada. El Thyssen se ha resuelto de una manera rápida y brillante en lo artístico, la exposición temporal es tan maravillosa que ha tapado cualquier atisbo de problema.
-¿Pasa igual con el festival?
-El festival se ha topado con unas circunstancias de crisis en la industria del cine. Ahora hay menos subvenciones y tampoco estamos teniendo muchas películas de gran calidad. Eso es un condicionante externo inapelable y con ello nos movemos. Lo que está claro es que el festival de cine español no puede ser de una ciudad, tiene que intervenir el Ministerio de Cultura y la Junta de Andalucía. El ayunta miento solo no puede llevar un festival nacional que ya ha hecho una marca y se ha consolidado.
-Apuesta por abrirlo a la iniciativa privada, ¿aún a riesgo de aumentar la presencia de actores noveles de teleseries en la alfombra roja?
-Hay que calibrar. El festival quiere tener un punto de espectáculo, y que vengan actores gusta a la gente, sobre todo cuando no hay mucha calidad en las películas de la cosecha, hay que utilizarlo como un reclamo. Lo que no tiene que ser es solo eso. Tiene que haber un debate alrededor del cine, que sea punto de encuentro de todo el cine español en todas su versiones.
-La temporada lírica del Cervantes prescinde de su director cuando precisamente en el programa electoral del PP se destacaba el refuerzo de este ciclo, ¿cómo se entiende?
-La temporada lírica es lo más caro de todo. Para el número de óperas que se pueden hacer en Málaga está poco justificado que haya un director titular. Ahora mismo podría n traerse directores invitados porque además enriquece tener visiones distintas. Es una cuestión de gestión. Tenemos que ver lo que somos capaces de hacer con el dinero que somos capaces de manejar.
-La apertura de Art Natura, ¿sigue siendo una incógnita?
-Art Natura es un problema. Nosotros hemos cumplido con nuestras obligaciones, pero ellos tienen que ver si estos años de retraso lo alargamos en el contrato. Ellos han tenido la suerte de no correr con los gastos estos últimos años tan difíciles. Ha sido producto del azar que se retrase y lo razonable ahora sería ver cómo encaramos el futuro.
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