lunes, 14 de noviembre de 2011

Los inversores rusos reactivan el sector inmobiliario de lujo en la Costa del Sol. Marbella (SUR)


El llamado 'triángulo de oro' que forman Marbella, Estepona y Benahavís capta la atención de un nuevo tipo de cliente que busca la exclusividad
14.11.2011 - 
MÓNICA PÉREZ mperezg@diariosur.es
 
MARBELLA.

La cifra la aportaba el embajador de Rusia en España en un reciente encuentro con promotores inmobiliarios de Marbella: en los últimos dos años, el número de visitantes rusos registrados a nivel nacional se ha multiplicado por cuatro. Barcelona continúa imbatible como primer destino pero la Costa del Sol, y en concreto el llamado 'triángulo de oro' que integran Marbella, Estepona y Benahavís, empieza a ganar adeptos. Quienes eligen la provincia de Málaga no solo llegan para disfrutar de unas vacaciones, sino con el objetivo de invertir en un dormido mercado inmobiliario que ahora empieza a desperezarse.
Este nuevo comprador que aterriza en la provincia busca un producto exclusivo y se decanta por residencias de lujo con precios que oscilan entre los seis y los diez millones de euros de media. «Estamos hablando de un cliente adinerado que busca un tipo muy determinado de vivienda de lujo y precios muy elevados y que además conoce de antemano las zonas que más les interesan», explica el presidente de la Federación de Urbanizadores y Turismo Residencial de Andalucía, Ricardo Arranz. La Zagaleta o Sierra Blanca, en Marbella, se han convertido en los principales destinos para un cliente de gran poder adquisitivo que llega atraído por el clima, una amplia oferta comercial de marcas exclusivas y un mercado inmobiliario con precios ajustados.
«Buscan un sitio reconocido, de calidad y lujo, donde puedan exhibir sus fortunas, por decirlo de alguna manera», explica Christopher Clover, director gerente de Panorama Properties, una de las agencias inmobiliarias más antiguas de Marbella. Este empresario reconoce que el mercado ruso empezó a despegar hace unos cinco años. «Es el periodo en el que más hemos notado su interés», asegura. Además, diferencia entre un cliente seguidor del lujo -dispuesto a invertir diez o doce millones de euros a tocateja- y otro de «clase media» que no duda en pedir una hipoteca para invertir medio millón de euros en una vivienda.
Negocios propios
El sector, consciente de este fenómeno, se frota las manos ante las posibilidades de un negocio que hoy goza de buena salud a tenor del crecimiento experimentado. «En mi agencia he contratado hace poco tiempo a una chica que sabe ruso porque nuestra clientela de esta nacionalidad ha crecido en los últimos años», sostiene Kristina Szekely, propietaria de la agencia inmobiliaria que lleva su nombre, quien alerta además de la cada vez más numerosa presencia de agentes rusos que se establecen en la costa para gestionar directamente las operaciones con sus compatriotas.
También coinciden en que, pese al alto poder adquisitivo, el inversor ruso busca buenos precios. «Pueden ser mansiones de dos millones de euros o más, pero hay que tener en cuenta que hace solo unos años, podían costar casi el doble», comenta el responsable de Panorama.
Los promotores inmobiliarios consultados ven difícil hacer un cálculo del porcentaje de ventas que actualmente representan las operaciones cerradas con inversores rusos, si bien lo sitúan a la cabeza del ranking tras el mercado árabe y británico, pese a la bajada experimentada por este último.
La agilización en los trámites para la obtención del visado, según el presidente de la Asociación de Extranjeros en la Costa del Sol, Ricardo Bocanegra, ha favorecido un repunte del número de turistas de esta nacionalidad que en el último año ha llegado a la Costa del Sol. Estas nuevas facilidades diplomáticas y el viejo idilio del ciudadano ruso con Marbella están detrás del repunte de este mercado especialmente atractivo para el sector turístico español dado su alto poder adquisitivo. Según los datos del Patronato de Turismo de la Costa del Sol, el turismo procedente de Rusia ha subido un 66% durante el primer semestre del año. No solo han crecido las visitas, también el dinero que se han gastado. De hecho, han sido los que más han incrementado el gasto entre mayo y agosto, con casi un 60%, pasando de los 97 millones de euros registrados en el segundo cuatrimestre de 2010 a los 141 millones en el mismo periodo de este año 2011. Con estas cifras no sorprende que hosteleros y comerciantes se disputen su presencia en sus establecimientos.

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