Después de varios años de reivindicaciones, no fue hasta mayo de 2012 cuando los vecinos del entorno de la calle Camas se desprendieron del mercado provisional que albergó los puestos de Atarazanas durante su rehabilitación. Ahora, 15 meses después, la reconversión de la cubierta del 'parking' subterráneo en una gran plaza donde también se levantará la futura casa hermandad de las Reales Cofradías Fusionadas y la ampliación del Museo de Artes y Costumbres Populares sigue anclada en la burocracia por una serie de trámites que se han retrasado más de la cuenta. Primero fue la propia Gerencia Municipal de Urbanismo la que necesitó más tiempo del previsto para rediseñar la futura plaza Enrique García-Herrera, hasta el punto de que no fue hasta diciembre del pasado año cuando salieron a concurso las obras que recuperarán para uso ciudadano un espacio que de momento sigue baldío.
Un paso que motivó la presentación de un recurso por parte del Colegio de Arquitectos, dado que el Ayuntamiento licitó el proyecto sin que se hubiese aprobado de forma definitiva la modificación de elementos del Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) necesaria para su ejecución e incluso sin que se hubiera cerrado el periodo de información pública para presentar alegaciones. Para justificar esto último, el Consistorio se basó en que la remodelación de la plaza ya había sido consensuada con los vecinos. Sobre los cambios en el planeamiento, el tiempo ha acabado por poner las cosas en su sitio constatando que el Consistorio se saltó los trámites. Prueba de ello es que las obras siguen sin visos de arrancar pese a que fueron adjudicadas a mediados de marzo a la constructora Cospel por un importe de 820.111 euros (financiados al 80% con fondos europeos) y un plazo de ejecución de seis meses.
Todos los condicionantes jurídicos y técnicos están listos para que las máquinas puedan entrar a trabajar, salvo uno: el visto bueno del Consejo Consultivo de Andalucía a la modificación de elementos del PGOU aprobada de manera inicial en diciembre del año pasado para posibilitar que la parcela colindante al museo sea para la cofradía dado que la Fundación Unicaja no contempla ni a corto ni a medio plazo ampliar el espacio expositivo (se reserva una pastilla de suelo a la espalda, junto al bloque de viviendas), además de para permitir que cada actuación pueda desarrollarse de forma independiente, puesto que en Fusionadas sí que están dispuestos a construir su casa hermandad cuanto antes.
Octubre, siendo optimistas
En Urbanismo confían en contar con el informe favorable del Consejo Consultivo en septiembre, de forma que incluso pudiera llevarse al Pleno para su aprobación definitiva en ese mismo mes (se celebra el último jueves de cada mes). Si se cumplieran esas previsiones, aseguran que las obras podrían arrancar en octubre, pudiendo estar listas para la Semana Santa de 2014.
Por lo demás, la actuación será similar a la acometida en Pozos Dulces en cuanto a pavimento, mobiliario, iluminación y vegetación, de forma que no estará demasiado cargada de elementos. Primero, porque así lo pidieron los vecinos y segundo, para que pueda ser compatible con el paso de los tronos y la celebración de actividades diversas que puedan organizar tanto el Ayuntamiento como otras entidades o colectivos. La plaza incluirá una zona de juegos infantiles (la única del casco antiguo) en la parte más próxima a la calle Calderón de la Barca. Además, en la zona central se ha diseñado una especie de pequeño bulevar formado por maceteros con enredaderas y flamboyanes (árboles que pueden alcanzar los ocho metros de altura) que crearán una pérgola vegetal.
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