domingo, 15 de junio de 2008

Dueños de apartamentos bajan los precios ante el temor a que se les queden vacíos este verano (SUR)


Las inmobiliarias admiten que alquilar un piso en primera línea de playa es hoy un 30% más económico Subrayan que las reservas han «caído en picado» y que los caseros están más abiertos que nunca a negociar
LAS CLAVES
El mercado: Según los datos del INE, la provincia suma cerca de 7.000 apartamentos turísticos, que disponen de unas 25.000 plazas.
Bajada de precios: Las inmobiliarias aseguran que la recesión económica está obligando a los propietarios de estos inmuebles a rebajar los alquileres entre un 20% y un 30% para conseguir reservarlos.
Las tarifas: Según las agencias, la horquilla de precios se mueve entre los 800 y los 1.200 euros la quincena. Los pisos en primera línea de playa con garaje y piscina son los más caros.
Estancias medias: Las reservas de meses completos han dejado paso ahora a días sueltos, semanas o, como mucho, quincenas.
Ocupación: El verano pasado fue del 81,8% en agosto. Este año se prevé una caída de unos diez puntos.

Las rebajas se han colado este año en el mercado de apartamentos turísticos. A falta de un mes para que arranque la temporada alta, el acusado descenso de las reservas -que según las inmobiliarias consultadas han caído «en picado»- unido a las malas expectativas económicas que planean sobre las cuentas de las familias está obligando a los propietarios a modificar sus pretensiones iniciales para evitar que el piso de la costa se les quede vacío este verano. Los negocios especializados en este tipo de alquileres de corta estancia confirman que las rebajas alcanzan ya el 30%.Así lo constata el presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria, Cayetano Rengel, quien lamenta la «mala racha» que vive el sector. «El mercado está encallado. Hay un parón enorme, entre la oferta hotelera y los pisos en negro que no se controlan los contratos van a la baja», apunta al tiempo que recuerda que a estas alturas de otros años la mayoría de pisos ya colgaban el cartel de no hay plazas.Sobra decir que detrás de este giro de tuerca se esconde el efecto dominó de la cacareada crisis. Para intentar esquivarlo, Rengel cuenta que los dueños están recurriendo a la estrategia de abaratar costes y a mostrar su predisposición a oír propuestas. «Hace años había tal demanda que el casero se podía permitir imponer sus tarifas y exigir estancias mínimas, ahora se negocia más y se acepta lo que venga, incluso alquileres de tres días, que antes eran impensables», esgrime.La docena de inmobiliarias con las que ha podido contactar este periódico corroboran la apreciación del presidente del gremio. Expresiones como «este verano será el peor que se recuerda» o «los alquileres se han frenado en seco» salen a relucir en la mayoría de conversaciones con los agentes del sector.
Entre 800 y 1.200 euros
La impresión es unánime. «Los precios están bajando por encima del 20%. Algunos clientes están tan angustiados que están dispuestos a aceptar lo que les den, aunque sea mucho menos que lo que pedían al principio», destacan desde Inmobiliaria Mendoza, en Fuengirola. Según sus cálculos, alquilar un apartamento en la costa occidental implica un desembolso medio de entre 800 y 1.500 euros la quincena, que puede encarecerse en función de la ubicación del piso, de su calidades o de sus instalaciones, precisa.En esta línea, los expertos entrevistados afirman que las zonas más alejadas de la capital son las que suelen registrar los precios más elevados. De este modo, Torrox Costa y Nerja concentran los alquileres más altos de la Costa oriental. En la Costa occidental, los costes suben como la espuma conforme los inmuebles se aproximan a Marbella. En cuanto a las localidades más demandadas, la encuesta de ocupación de alojamientos turísticos publicada por el Instituto nacional de Estadística revela que Torremolinos es el destino preferido tanto por los españoles como por los extranjeros.Por tipologías, los pequeños estudios y los pisos de uno a dos dormitorios constituyen las joyas de esta corona turística. Los más codiciados son aquellos apartamentos que están más cerca del mar, disponen de buenas vistas, piscina, zonas comunes o plaza de garaje.Pese a sus alicientes, estos inmuebles también están topándose con serios obstáculos para encontrar inquilino. Desde Costa Sur Inmuebles reconocen la preocupación de sus dueños por la paralización de la actividad. «Casi todos los pisos que tenemos a estas alturas siguen libres para julio y agosto. La gente sólo busca lo más económico, por debajo de los mil euros», dicen.El personal de los apartamentos Torre de la Roca, en Torremolinos, insisten en esta idea. «Las reservas están fatal. Sólo nos piden agosto, pero junio y julio los tenemos casi vacíos. Por ahora sólo tenemos contratado el 25%», relatan al tiempo que explican que están teniendo que lanzar ofertas, del tipo 7x6.
Estancias más cortas
La reducción de las estancias medias es otro de los efectos del endeudamiento que padecen los hogares. Así, como indican las inmobiliarias, el periodo de arrendamiento de estos inmuebles se ha reducido considerablemente pasando de un mes (como era habitual hace años) a días, semanas o, como mucho, quincenas -opción que sólo pueden permitirse ya los más adinerados. «El que antes se venía quince días ahora pide una semana», apuntan desde la agencia Carihuela Playa 2000.Las tablas del INE indican que el verano pasado estos alojamientos registraron un grado de ocupación del 73,2% en julio y del 81,85% en agosto; porcentajes que según las fuentes consultadas podría bajar eta temporada «por encima de los diez puntos». Pese al frenazo, Málaga sigue siendo la cuarta provincia española con más número de pernoctaciones en este tipo de alojamientos, por detrás de Las Palmas, Tenerife y Alicante.

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