miércoles, 4 de marzo de 2009

José Mora validó como responsable de la Diputación dos promociones investigadas. Alcaucín (SUR)


El arquitecto informó en un caso a favor de la licencia, y en otro, certificó que era suelo residencial

Las actividades presuntamente ilícitas que han motivado la detención del jefe de Servicio de Arquitectura de la Diputación trascendían de su esfera privada. Al menos, eso demuestran algunos documentos firmados de su puño y letra. José Mora rubricó informes favorables sobre al menos dos de las promociones investigadas dentro de la trama de supuesta corrupción urbanística que ha desembocado en la 'operación Arcos', que toma su nombre del origen árabe de Alcaucín. Ambos expedientes tienen el membrete y el sello del ente supramunicipal y están firmados, con nombre y apellidos, por el «arquitecto provincial».
Estos documentos, a los que ha tenido acceso SUR, contradicen la afirmación que hizo el pasado viernes el vicepresidente de la Diputación, Francisco Fernández, que sostuvo que los registros se habían realizado «en relación a la actividad privada de los supuestamente implicados y en ningún caso con la actividad que desarrollan para la institución». Pese a los intentos por desvincular a la Diputación de un nuevo escándalo de corrupción, fuentes de la investigación aseguraron que el rol de José Mora en la trama consistía presuntamente en dar cobertura y apariencia legal a construcciones irregulares. Para ello, aclararon las fuentes, el arquitecto supuestamente se habría servido tanto de su puesto actual de jefe de servicio como de su actividad privada como arquitecto, ya que al parecer también se han intervenido documentos firmados con su nombre y número de colegiado.
Dentro de su papel como responsable del Servicio de Arquitectura, Mora firmó sendos informes sobre dos de las promociones investigadas por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil: Arcoiris y Al-Cautín, impulsadas ambas por la mercantil Crocasa S.L. Sobre el papel, se levantaron sobre suelo urbano, pero estas promociones, que suman en total de 103 viviendas, despertaron las sospechas de los investigadores por supuestas irregularidades.
En el conjunto Arcoiris (61 viviendas), el arquitecto informó favorablemente sobre el otorgamiento de la licencia de obra a petición del Ayuntamiento de Alcaucín. El técnico afirma en su informe que el proyecto «cumple con los aprovechamientos definidos por el estudio de detalle» aprobado por el Consistorio. En la promoción Al-Cautín (42 viviendas), Mora certificó que la parcela era de uso residencial familiar.
Según las fuentes, para dar cobertura legal a estos supuestos desmanes, alguno de los implicados presuntamente creó el concepto de «innovación de las normas subsidiarias», con el fin de ampliar la superficie edificable del municipio, aunque esta propuesta se topó con algunas trabas que la hicieron fracasar finalmente.

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