sábado, 18 de agosto de 2007

`La casa del reloj´ empieza a recuperar el tiempo perdido (La Opinión)

El edificio del Barroco, situado en el número 12 de la calle Panaderos, cuenta con pinturas decorativas en la fachada que están escondidas bajo la suciedad
Escondido por la suciedad, el bullicio del tráfico y la pintura aplicada a través de los años, hay un edificio del siglo XVIII en la calle Panaderos. En concreto en el número 12 de esta vía, haciendo esquina con la calle Torregorda.A punto de comenzar su restauración a cargo de la empresa `Chapitel´ con el apoyo de la Oficina Municipal de Rehabilitación del Centro, este edificio cuenta con pinturas bajo el manto de los siglos. Ya lo anunciaba un estudio de la Universidad de Málaga de hace unos años, donde se apunta que se conservan algunas pinturas arquitectónicas en la fachada, muy habituales en el Barroco en la decoración exterior. Ésta se encuentra en mal estado y tapada en su mayor parte por las capas de pintura y cal que se han aplicado a lo largo de los años.Aunque sin datos sobre su autoría, el estudio realizado por `Chapitel´ indica que el dibujo tiene un esquema sencillo. La decoración imita elementos arquitectónicos, con adornos en los dinteles y en las jambas de los balcones. Pero también hay pilastras en varios puntos y un reloj de sol pintado en el torreón que le da nombre a este edificio: `La casa del reloj´. Las catas realizadas sobre la fachada muestran que los colores son los habituales del Barroco, usando el óxido rojo, tonos ocres, algunos celestes y negros.La ejecución de los dibujos es uniforme, utilizando la misma técnica en todo el edificio, sin aplicaciones posteriores que alteren el espíritu de la decoración mural. No obstante, una de las principales intervenciones va a ser retirar las capas de pintura y suciedad que tiene la fachada, lo que además permitirá conocer el estado de la decoración mural.El mal estado del exterior es evidente y se observa también en los balcones. De estilo barroco y con rejerías de gran valor, estos elementos están muy deteriorados. No le ayudó la instalación de un hostal en los últimos años en los que el edificio ha estado en uso. La cubierta está en un estado de conservación deficiente, siendo uno de los principales peligros para la integridad del edificio. En el interior hay elementos de mármol, carpintería y escayola decorativa que, debido al abandono del interior, se han estropeado.La distribución de las dependencias se realiza en torno a un patio interior, que ofrece luz a las estancias interiores. Esta solución es fundamental para la habitabilidad del edificio, ya que la disposición de la parcela, de 154 metros cuadrados y con fachada sólo a dos calles, impide ofrecer demasiadas ventanas a la calle.

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