martes, 12 de abril de 2011

El puerto inaugurará la ampliación de la estación marítima el 14 de mayo (La Opinión)

Las nuevas instalaciones se dedicarán a acoger la llegada y salida de pasajes. La terminal podrá operar hasta cuatro buques al mismo tiempo. El gasto de los pasajeros de este tipo de cruceros duplica el ordinario. El área para pasajes de lujo estará lista a finales de año

El crucero Navigator of the Seas, de la naviera Royal Caribbean, a su llegada a Málaga.
El crucero Navigator of the Seas, de la naviera Royal Caribbean, a su llegada a Málaga. Gregorio Torres
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LUCAS MARTÍN. MÁLAGA Apenas unos días después de la apertura al público del Palmeral de las Sorpresas, el puerto de Málaga se prepara para la puesta de largo de nuevas infraestructuras destinadas a reforzar una de las actividades más alentadoras para la economía de la provincia, el turismo de cruceros. La ampliación de la estación marítima, que permitirá duplicar la capacidad actual de acogida de las instalaciones, se inaugurará el próximo 14 de mayo, a lo que se unirá una zona de atraque para pasajes de lujo prevista en el Muelle 2, que, según la Autoridad Portuaria, podría estar en funcionamiento a finales de año.

Segundo puerto de cruceros en España

Se trata de dos proyectos encaminados a afianzar a Málaga como el segundo puerto de cruceros del país, algo que era impensable hace apenas cuatro años. Las dependencias anejas de la estación prometen una comodidad de servicio y una tecnología únicamente precedida en el arco del mediterráneo por Barcelona. Según Susana Gutiérrez, gerente de Málaga Cruceros, empresa encargada de la explotación, las nuevas instalaciones enfatizarán las cualidades de la ciudad como puerto base, esto es, de acogida de salidas y llegadas de cruceros. La ampliación aportará un nuevo atraque, que se consagrará íntegramente a este tipo de pasajes, mientras que el resto se reservará para las escalas ordinarias. Esto implica, de acuerdo con Gutiérrez, una adaptación de las infraestructuras, que en la zona dedicada a los pasajes de llegada y salida incorporarán nuevos servicios para mejorar el tratamiento de los equipajes. «Con la ampliación se podrá recibir holgadamente hasta cuatro cruceros al mismo tiempo», puntualizó.

El interés por consolidarse como puerto base no es ningún capricho. Este año, 230.000 pasajeros de los 700.000 que arribarán a Málaga lo harán para embarcarse y finalizar sus vacaciones, lo que representa un tercio del total. La idea es que la proporción aumente hasta situarse cerca de la mitad. Sin duda, una misión excelente para la ciudad, dado el gasto medio de este tipo de turistas, que duplican, e, incluso, triplican, los más de 50 euros que se le atribuyen por día al pasajero de la escala común.

Esa misma estrategia y búsqueda de la calidad se infiere también de la infraestructura fijada en el Muelle 2, una estación especializada en cruceros de lujo, cuyo edificio está a punto de cederse al puerto para su explotación.

Según detalló el presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique Linde, una vez finalizado el inmueble, resta convocar el concurso y construir la pasarela que comunicará con los barcos, que correrá a cargo de la adjudicataria.
Los plazos, en este caso, también son ilusionantes. De acuerdo con Linde, las instalaciones podrían estar operativas a finales de año, lo que comportaría una nueva oferta para un recinto enrolado en un proceso de mejora continua.

El Ayuntamiento acorta los plazos para gastar las ayudas a la rehabilitación (SUR)

Las obras beneficiarias de las subvenciones deberán comenzar en seis meses, una vez que las obtengan, y no en dos años como ahora
12.04.2011 -
JESÚS HINOJOSA
MÁLAGA.

Cuando algo escasea, las condiciones para su uso y disfrute suelen volverse más estrictas. Eso es lo que está pasando con las ayudas a la rehabilitación de edificios que concede el Ayuntamiento de la capital para inmuebles tanto del Centro Histórico de la ciudad como de las barriadas consolidadas. Hace ya dos años que no se ofertan este tipo de subvenciones, muy demandadas por promotores y particulares, ante la falta de recursos con los que poder financiarlas. En concreto, el Consistorio las cubre con el dinero que obtiene de la venta de suelos y otros tipo de operaciones urbanísticas, cuestiones que están bajo mínimos por la crisis que ha paralizado el mercado inmobiliario, si bien repuntarán en los próximos meses con la entrada en vigor del nuevo Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) y la reciente venta de una parcela que inyectará casi cinco millones de euros a las arcas municipales.
Por ello, como ya adelantó este periódico (ver SUR 4/3/2011), el equipo de gobierno local prevé retomar la concesión de ayudas a la rehabilitación con una nueva oferta pública a mediados de este año que podría rondar un importe de más de cinco millones de euros. Así lo han acordado los concejales responsables de las áreas de Vivienda y Urbanismo, Diego Maldonado y Manuel Díaz, respectivamente. Con todo, las condiciones para la entrega de estas ayudas, ahora tan preciadas por las circunstancias mencionadas, no serán las mismas que en la anterior convocatoria de 2009.
Así, el Instituto Municipal de la Vivienda (IMV) tiene previsto aprobar hoy, en su consejo rector, una modificación de la ordenanza que desde 2008 marca las pautas para conceder el dinero. Se trata del segundo cambio de esta norma municipal, que a principios de 2010 ya fue variada para hacer posible que las subvenciones cubrieran el cien por cien del presupuesto de las obras de rehabilitación en casos excepcionales.
Nuevas condiciones
Con esta segunda modificación, lo que el IMV pretende es que las ayudas se gasten cuanto antes y no se queden años esperando a que el promotor decida o pueda empezar las obras, como ha sucedido en muchos casos. De hecho, el Ayuntamiento ha llegado a comprobar cómo subvenciones concedidas hace años no han llegado a traducirse en las correspondientes obras de rehabilitación y estaban aún por gastar. Así, hizo un repaso de la última década y comprobó que había casi 35 millones de euros de ayudas otorgadas y aún sin cobrar por los beneficiarios.
Para evitar que esto vuelva a repetirse, los cambios en la ordenanza establecen que, a partir de ahora, las obras que sean objeto de ayudas deberán iniciarse en un plazo no superior a seis meses contados desde que el particular recibe la notificación de que la subvención le ha sido concedida. Hasta el momento, el plazo máximo permitido en la ordenanza para ese comienzo de los trabajos es de dos años, con lo que se pretende reducir a la cuarta parte.
Pero no solo se reducen los plazos para que los albañiles empiecen a gastar el dinero que otorga el Ayuntamiento, también se marcan límites para que esas obras finalicen. Así, para el caso de las ayudas a la rehabilitación de edificios enclavados en barriadas, para las rehabilitaciones parciales de los del centro, y para aquellos proyectos que solo actúen sobre las fachadas de las plantas bajas de los inmuebles, se establece un plazo de finalización de 18 meses a contar, al igual que el plazo de seis meses de inicio, desde la recepción de la notificación de la ayuda concedida. Estos 18 meses se amplían a 24, es decir, dos años para las rehabilitaciones integrales de edificios en el casco antiguo y para los proyectos de reforma especiales.
El incumplimiento de los plazos tanto de inicio como de fin de las obras implicará la pérdida de la subvención otorgada por la Oficina de Rehabilitación del IMV, que deberá ejercer un mayor control sobre los proyectos para comprobar que se cumplen o no los tiempos establecidos en la modificación de la ordenanza. No obstante, en ella también va a quedar recogido que, con carácter excepcional, y previa petición debidamente justificada del beneficiario, el Ayuntamiento podrá conceder una ampliación de los plazos.