sábado, 17 de abril de 2010

MÁLAGA El rastro de Martiricos se trasladará a los terrenos de la feria a finales de año. (SUR)

Las nuevas instalaciones presentan la ventaja de ser más amplias, contar con numerosos aparcamientos y estar bien situadas
17.04.2010 -
ÁNGEL ESCALERA
MÁLAGA.

Cártama licita por 1,2 millones la urbanización de la Ciudad Deportiva. (SUR)

Las obras, que tienen un plazo de ocho meses, incluyen la construcción de pistas de baloncesto, tenis, 'skate' y voleibol
17.04.2010 -
J. J. BUIZA
CÁRTAMA.

MALAGA. El rastro de Martiricos se muda al recinto ferial Cortijo de Torres. (LAOPINION)

El Ayuntamiento aprueba la contratación de las obras y se espera que esté listo para 2011. El traslado se debe a la falta de espacio y a los proyectos del PGOU.


JAVIER GARCÍA RECIO. MÁLAGA El rastro o mercadillo que tradicionalmente abre los domingos en el Paseo de Martiricos se mudará de lugar a primeros del año próximo para irse al recinto ferial Cortijo de Torres, concretamente en la zona donde se instalan las atracciones, según el acuerdo adoptado por la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Málaga. El Consistorio aprobó ayer el proyecto técnico e iniciará el proceso para la contratación de las obras necesarias de adecuación del lugar, para el que se tiene un coste asignado de 339.783 euros.
La mudanza desde Martiricos de este rastro se hace obligada en primer lugar porque el sitio no reune las condiciones adecuadas para albergar con holgura tanto a los puestos como a las miles de personas que allí acuden cada domingo, y en segundo lugar porque el PGOU próximo a aprobarse marca que en su actual ubicación irá una gran zona verde de expansión para los vecinos del distrito.
El traslado, explicó ayer la concejala de Comercio Purificación Pineda, responde también al deseo de los comerciantes que estiman necesario expandir el rastro, por lo que esta ´mudanza´ a la zona oeste de la ciudad les permitirá captar a un mayor número de visitantes a los que ahora les pilla lejos desplazarse a Martiricos. También se ganará espacio y eso permitirá que todos los puestos tengan seis metros de exposición y que las zonas de paso sean mas amplias. Además, los vendedores tendrán sitio para sus vehículos y habrá aparcamientos para los visitantes.
Las obras, que ahora salen a concurso, permitirán la pavimentación de las parcelas terrizas mediante la ejecución de un pavimento asfáltico. Asimismo, las pendientes que se definan servirán para evitar la formación de barrizales, encharcamiento o inundación del espacio ocupado por el mercadillo por las aguas de lluvia y baldeo.
Por otro lado, se dotará al espacio ocupado de un sistema de limpieza por baldeo consistente en una red conectada a unas bocas de agua en arquetas enterradas. De la misma forma, se llevará a cabo la recogida de residuos sólidos mediante la colocación de ocho cajas metálicas de 10 metros cúbicos transportables mediante camión para lo cual se dispondrán unas plataformas de hormigón armado con guías metálicas para facilitar la carga y descarga de las cajas.
El presupuesto estimado para estas obras es de 339.783 euros, que será financiado a medias por el Ayuntamiento malagueño y la Junta de Andalucía.
La previsión es que todo el proceso de contratación acabe después del verano para que en otoño puedan iniciarse las obras de adecuación del nuevo espacio que deberán estar concluidas en dos meses. La idea es que a comienzos del próximo año las nuevas instalaciones de Cortijo de Torres estén listas para que el traslado tenga lugar. Entonces, la explanada de Martiricos quedará libre para aparcar los vehículos que acuden al estadio de la Rosaleda y, una vez que se apruebe el PGOU, el lugar quedará reservado para hacer de él una gran zona verde para expansión del vecindario.

MALAGA. Decadencia en un lugar de lujo. (MALAGAHOY)

El proyecto para soterrar las vías del tren al Puerto obligará a expropiar a 36 inquilinos del edificio de pescadores · Sus habitantes reclaman ser realojados en el entorno

LEONOR GARCÍA / MÁLAGA | ACTUALIZADO 17.04.2010 - 01:00
Miles de coches pasan cada día a pocos metros del edificio de pescadores ignorando su historia. La de familias humildes que antes habitaban chabolas un poco más allá y que vivían de "la mar", cuando el Paseo Marítimo aún ni existía. Ese bloque blanco junto a las vías del tren del Puerto, que casi es gris por el abandono y la decadencia. Ese es el que se pretende expropiar para soterrar la línea férrea. Se le conoce como el edificio de pescadores porque casi todos sus inquilinos se ganaban la vida capturando sardinas y boquerones en la bahía. Como el marido de Dolores Ruiz. Esta mujer llegó al bloque hace medio siglo, cuando la Comandancia de Marina le entregó la vivienda para que dejara las chabolas y pudiera prosperar. Aquí crió a sus ocho hijos.

Ahora, a sus 74 años ya vive sola. Mientras desgrana la historia de este edificio ubicado junto a El Bulto, en la zona conocida como prolongación López Pinto, muestra una foto en blanco y negro de cuando era joven. Está con su marido y sus hijos, todavía pequeños. "Lo que tuvo que pasar para sacar a tantos adelante trabajando en la mar", rememora con cierta tristeza. De la cocina sale un delicioso olor a pisto. Dice que no sabe nada de la expropiación. "Me han dicho que estaremos aquí siete u ocho años. Espero que si nos realojan sea por la zona", confía. Junto a la salida del Puerto de San Andrés, pegado al Paseo Marítimo y a escasos cinco minutos andando del centro, el bloque aunque decadente, está ubicado en un lugar de lujo. Ahí han pasado toda su vida y en ese entorno quieren seguir.

Salvador Chamizo es algo más joven. Tiene 56 años. Vino siendo un niño. La casa se la dieron a su padre, también pescador. "Aquí vivimos bien, yo no tengo quejas", asegura. El estado de abandono del edificio contrasta con el buen clima que se intuye entre sus habitantes. Tiene ese halo de pueblo en el que los vecinos saben el nombre y la historia de la familia que vive al lado. Las vías pasan a escasos metros de sus viviendas. "Ya estamos hechos al ruido del tren. Los coches de la carretera nos molestan más", dice Salvador que conoció esta zona sin Paseo Marítimo y cuando en los alrededores sólo había casamatas. Ahora está rodeado de modernos -y seguramente caros- edificios. Él vive con su madre, de 90 años, la adjudicataria original. "Ahí enfrente había tres colegios", relata. De aquello sólo quedan sus recuerdos.

Está en paro, así que tiene tiempo para entretenerse describiendo cómo eran los alrededores. Y también para evocar la cochinita, ese tren blanco y verde que pasaba por allí cuando era un crío. Al igual que su padre, ha sido pescador. Sólo que él se ha embarcado más lejos. A Marruecos, a Angola. "Ahora en Málaga quedan nada más que tres barcos", cuenta. El bloque de pescadores tiene seis plantas y no dispone de ascensor. Los ancianos que habitan los pisos más altos ya empiezan a tener problemas a la hora de bajar a la calle. Viendo su avanzado grado de deterioro cuesta imaginar que el inmueble supuso en su día un avance social para un puñado de familias. Un cartel del Instituto Municipal de la Vivienda a la entrada del bloque informa que se acometerán obras. Está previsto cambiar los contadores y pintar el edificio. Los nuevos bajantes ya se han colocados.

"No. Este edificio no va abajo. Cómo va a ir abajo si lo van a reformar entero", dice incrédulo Enrique Solís, nieto del inquilino original y que lleva viviendo 23 años en el bloque. Su abuelo también era pescador. "Aquí se vive muy bien, esto es muy tranquilo", afirma.

En una de las viviendas hay una cerámica de El Cautivo; en otra, muchas macetas. De fondo se escuchan pájaros, pero las jaulas no se ven. Entran algunos vecinos más jóvenes. Unos son los descendientes de los inquilinos originarios. Otros, personas que han llegado después.

Dolores cuenta que pagan tres euros de alquiler al mes y que no tienen que abonar comunidad. Aquí está contenta. No sabe con la ínfima paga que tiene cómo afrontará los gastos de un piso si la realojan. Luego se despide y empieza a barrer la entrada. El bloque está casi en ruinas, pero ella se esmera en que tenga un aspecto digno.