domingo, 26 de abril de 2009

Clase práctica en Palma-Palmilla (Málaga Hoy)

Un grupo de estudiantes de la Escuela de Arquitectura de Granada trabaja con vecinos del barrio para conocer las necesidades de la zona y plantear posibles soluciones



De ruta por la Palma-Palmilla, recorriendo palmo a palmo una de las barriadas más señaladas y marcadas de Málaga capital. Una treintena de alumnos del tercer curso de la Escuela de Arquitectura de Granada callejean desde el pasado viernes por este barrio en compañía de algunos de los vecinos para vivir in situ las carencias, necesidades y potencialidades de esta zona de la ciudad. La actividad, que busca recabar las opiniones de los que a diario sufren y disfrutan en este entorno, se convierte en una especie de clase práctica.

Para aproximarse a esa meta, los estudiantes se distribuyen en grupos temáticos para deambular por el entramado urbano de este barrio e inspeccionarlo con la mirada de los que aspiran a convertirse en profesionales de la arquitectura y vislumbrar el modo en que mejorar lo ya existente. Unos se dedican a analizar la situación del tráfico en el interior de la barriada; otros, atienden al comportamiento del transporte público; otros, piensan en el modo en que poder adecuar la iluminación de las calles, y otros, a detallar los escollos y barreras arquitectónicas con los que se topan a diario los peatones.

Precisamente este periódico acompañó en su ruta a este último grupo de estudiantes, guiados por Javier Jiménez, un vecino de Palma-Palmilla que conoce bien las dificultades de moverse con normalidad por ciertos puntos. En una silla de ruedas mecánica, Javier muestra a los aprendices algunos de los enclaves críticos, como aceras de apenas medio metro de ancho, pasos sin rampas...

"La idea que nos marcamos es la de que crear una forma de trabajar, de manera que sean los propios vecinos los que sean capaces de ver el barrio de otra manera", explica José María Romero, arquitecto malagueño y profesor de la escuela granadina. El trabajo de campo que en estos días realizan los estudiantes forma parte, precisamente, de una de sus asignaturas.

La toma de datos, fotografías e información detallada en la que inciden desde el pasado viernes servirá para elaborar una especie de documento final en el que se plasmen todas las posibles intervenciones en el entorno. Pero antes de llegar a esta etapa de conclusiones, estos arquitectos tomaron contacto con los propios vecinos para conocer algunas de sus inquietudes. "Lo que nos comentaban muchos eran problemas relativos a las necesidades básicas, como las tuberías, que dicen se atascan muy a menudo; la rehabilitación de los edificios, o la situación de los cuadros de la luz, por ejemplo", señala Manu, uno de los estudiantes.

Uno de sus compañeros, Carlos comenta que uno de los aspectos en los que se trabaja es el relativo a la iluminación, dado que "el que las calles tengan buena iluminación da pie a que la gente se sienta más segura", al que se suman otros como "las conexiones de las zonas verdes, la posibilidad de unir el río con Los Montes de Málaga mediante una trama de vegetación". "Lo que queremos es que la gente del barrio plantee una serie de necesidades y nosotros expongamos algunas soluciones", añade.

Uno de los colaboradores directos en este empeño es Juan Antonio, que acompaña a otro de los grupos. A éste le corresponde analizar las opciones de restauración del río Guadalmedina y ver su posible conexión con la presa del Limonero. "Es algo así como planificar una marea verde que invada el barrio dando usos a los espacios y viendo las posibilidades de restauración", explica, al tiempo que precisa que para ello se podría emplear el presupuesto que desde hace años se ha destinado a la regeneración del río y que no ha sido aplicado. Otra de las opciones que está sobre la mesa es la de crear huertos en las cercanías del cauce para el disfrute de los vecinos, alternativa, no obstante, que tendrá que ser contrastada con los propios residentes. Porque son ellos los verdaderos protagonistas de la iniciativa.

"Hay un enorme pastel urbanístico para gente muy golosa y hambrienta" (Málaga Hoy)

Asegura que el caso Arcos podría haber estallado en otros municipios de la comarca de haberse contado "con suficiente información" · "Rincón de la Victoria es uno de los mayores desastres del Mediterráneo", denuncia. (Entrevista a Rafael Yus)


Se conoce la Axarquía como la palma de su mano. La vigila y la mima difundiendo sus valores naturales y paisajísticos. Después de 15 años como presidente del Gabinete de Estudios de la Naturaleza de la Axarquía, su labor ha tomado protagonismo porque una de tantas denuncias urbanísticas que han interpuesto en la comarca desembocó en el caso Arcos. Sin embargo, ha colaborado con muchos ayuntamientos e instituciones en la elaboración de las Agendas 21. También consiguió el Premio Provincial de Medio Ambiente por su decisiva aportación tras las inundaciones de Rincón de la Victoria de 2004.


-¿Cómo llegó a la Axarquía?

-Llegué por razones laborales. Conseguí una beca predoctoral en el Centro Experimental La Mayora de Algarrobo y allí estuve dos años hasta que ingresé en el Departamento de Zoología de la Universidad de Granada, donde di clases otros dos años. Posteriormente ingresé en el cuerpo de profesores de Enseñanza Media y al poco tiempo fui nombrado Catedrático de Ciencias Naturales. Como tal he pasado por Torrox, Nerja y finalmente Vélez-Málaga, donde resido desde hace treinta años. El hecho de que su paisaje nos cautivara (a mi esposa y a mí) fueron concluyentes para quedarnos en este lugar, a pesar de que teníamos otras opciones a nuestro alcance.

-Y desde entonces, no existe una duna, una planta o un animal que se escape a su control.

-Lo hemos intentado, pero la Axarquía tiene infinidad de rincones y cada año descubrimos cosas nuevas. A lo largo de estos años hemos escrito más de veinte libros, verdaderos tratados sobre el medio natural de todos los ambientes de la comarca, que constituyen por sí solos el único inventario realizado sobre los elementos naturales de esta comarca. Pero lamentablemente nuestro control no es suficiente.

-¿Ha cambiado mucho la comarca desde que decidió instalarse?

-Sí que ha cambiado, y esto lo podemos demostrar con las típicas fotografías del "antes y ahora". El cambio ha sido vertiginoso en los últimos diez años, sobre todo en las partes más sensibles del paisaje de la Axarquía, no solo el litoral, que ya empezaba a estar degradado con las torres tipo Benidorm, sino en el campo, que se ha ido llenando de casas o mansiones, además con estilos arquitectónicos que desentonan con la arquitectura popular. La consecuencia es la banalización del paisaje y la degradación de un activo que ya es muy difícil ponerlo en valor para la auténtica actividad turística.

-Y las mansiones y casas en el campo empezaron a hacerse evidentes a la vista de todos. Hace años, usted ya lo advirtió.

-Es que es algo muy evidente. Mucha gente comenta que las casas crecen como hongos, a veces en un tiempo récord. Nuestra asociación, que inicialmente se dedicaba a hacer excursiones de estudio de la naturaleza, pronto se percató que algunos enclaves o hitos paisajísticos eran ocupados por casas, destruyendo el paisaje o eliminando el derecho a disfrutar del mismo, cuando no destruyendo vegetación o animales. Esto nos motivó a empezar a denunciar públicamente lo que calificábamos como desastre, inicialmente a la Junta de Andalucía, y finalmente a la Fiscalía de Medio Ambiente, ante la inoperancia de la administración.

-Han llegado a presentar más de 500 denuncias en toda la comarca.

-Si tenemos en cuenta que en la Axarquía hay unas 22.000 viviendas en suelo no urbanizable, de las cuales más de la mitad se construyeron en tan solo diez años y de éstas especialmente en los años 2006-2007, ya podemos darnos cuenta de que nuestras denuncias sólo rozan la realidad. Nosotros no solemos denunciar viviendas aisladas, nos centramos en procesos urbanizadores encubiertos en suelo no urbanizable, es decir en construir casas en una serie de parcelas de un mismo propietario que las vende una a una de una forma sistemática, como si fueran casas de aperos, con lo cual hace una urbanización sin plan parcial, y por tanto saltándose la obligación de urbanizar y dar al ayuntamiento el porcentaje de suelo estipulado por la Ley del Suelo. Un negocio redondo, con mucha ganancia, pero a costa de un daño irreversible.

-¿Considera una victoria que la Fiscalía haya abierto el caso Arcos contra la corrupción urbanística en Alcaucín?

-No lo calificaría como una victoria, porque nuestra intención nunca ha sido meter gente en la cárcel, ha sido más bien una triste consecuencia de nuestro tesón. Nuestro esfuerzo, aun sabiendo que tenía pocos frutos, ha ido dirigido siempre a que la población y los gobernantes, tomaran conciencia de esta especie de cáncer de la Axarquía. Somos de esta comarca y queremos lo mejor para ella y sus habitantes, pero ciertamente nuestras propuestas no dan un dinero de forma tan rápida y fácil como el negocio inmobiliario. El caso Arcos, que igualmente podría haberse producido en otros municipios de la comarca de haberse contado con suficiente información, ha tenido en cambio la virtud de que los alcaldes se enteren de que las leyes están para respetarlas y hacerlas respetar, y que el poder tiene sus límites.

-Sus denuncias por irregularidades urbanísticas se extienden por todos los pueblos.

-Prácticamente todos, aunque unos mucho más que otros. Por ejemplo, municipios como Alfarnate, Salares, Benamocarra, Totalán y El Borge tienen un ritmo más pausado. En cambio, en municipios como Alcaucín, La Viñuela, Cómpeta, Sayalonga, Torrox, Frigiliana, Canillas de Aceituno, Canillas de Albaida, Archez, Arenas, Moclinejo, Comares, Riogordo y Periana el ritmo ha sido trepidante en los últimos años. Los fundadores del proceso fueron Alcaucín, Cómpeta, Sayalonga, Torrox, Frigiliana y La Viñuela. Los demás, como Periana, Arenas y Canillas de Aceituno intentaron imitarles porque a fin de cuentas no les pasaba nada y se decían "¿si éste puede por qué yo no?"

-Así, algunos alcaldes lo consideran su azote porque nada pasa desapercibido a sus ojos

-Somos una modesta asociación que lo único que hace es protestar públicamente por el incumplimiento de leyes que son de todos. Algunos alcaldes nos consideran garbanzos en sus zapatos, otros son más comprensivos pero nos siguen viendo algo extremistas. El asunto es que en estos temas no hay término medio: o cumples o no cumples la ley.

-¿Puede entender, de alguna forma, que los alcaldes se quejen de recibir el mismo tratamiento que los políticos de Marbella o Estepona?

-Es evidente que no hay dos casos exactamente iguales. Algunas veces solo son delitos de ordenación del territorio, otras veces incluyen problemas de corrupción. Pero es raro que un político que se arriesga a cometer un delito de este tipo no pida algo a cambio (sea para su beneficio o para el ayuntamiento o para ambos), y aquí viene la corrupción. Por este motivo, los criminólogos tienen establecido un modelo básico de corrupción urbanística que se puede decir que, salvo matices locales, es el mismo en todos los lugares. Lógicamente pueden variar las cantidades porque no es lo mismo un negocio en la Costa del Sol que en la Axarquía, el suelo allí es mucho más caro, y por tanto hay que pagar más por delinquir. 

-El proceso urbanizador en la Axarquía comienza hace décadas, y ahora empieza a intervenirse. Usted ha señalado la inoperancia de la Junta de Andalucía.

-Cuando ponemos una denuncia administrativa, a veces tarda un año en contestarnos y es porque se pone un marcha un pesado mecanismo burocrático que empieza por pedir información al ayuntamiento en cuestión, dándole un plazo de un mes, que frecuentemente se alarga, luego tiene que enviar inspectores, que son pocos y por tanto tampoco pueden aligerar el proceso, y así sucesivamente. Si encuentran que es una falta, inician un proceso judicial pero por el contencioso administrativo, que puede emplear de dos a tres años en resolverse. Luego están las presiones de los políticos que reclaman vista gorda porque son del mismo partido, a veces chantajeando con cambiar de partido, o amenazar con la pérdida de votos por el exceso de celo. La justicia es algo más rápida pero su falta de recursos también la enlentece, pero al menos es teóricamente neutral y no se ve colapsada por las influencias políticas. 

-Las construcciones en suelo rural, ¿son un problema endémico de la Axarquía?

-No lo creo. Este problema se reproduce donde se juntan tres factores: hay minifundios, la agricultura ha perdido competitividad y el lugar tiene un alto interés turístico (por su clima, paisaje, etc.). Esta situación se da en muchos lugares, por ejemplo en Mijas, Estepona, Veger o Chiclana. Ciertamente hay un cuarto factor: la relajación de las autoridades ante los hechos. Los ayuntamientos tienen competencia urbanística y esto supone hay un enorme pastel urbanístico para gente muy golosa y hambrienta. La rentabilidad del negocio inmobiliario es enorme.

-¿Cree que el POT de la Axarquía es un buen instrumento para regular la situación?

-El POT de la Axarquía es un documento válido, posiblemente el único documento que yo conozca que defienda tan bien el paisaje, porque sus redactores se percataron de la importancia de este activo. Nosotros colaboramos en su redacción, junto con otros sectores, políticos y empresariales, por lo que es un documento consensuado. Los alcaldes se quejan de que este instrumento frena el desarrollo de los pueblos, pero es que el POT no puede ir en contra de la Ley del Suelo (LOUA) que es de rango superior, y si esta ley dice que no se puede construir en suelo no urbanizable, pues hay que cumplirlo.

-¿Qué tiene de especial la naturaleza de esta comarca del levante malagueño?

-El paisaje de la Axarquía es un cromo, una instantánea que te muestra el modo de vida de miles de agricultores, el resultado de una titánica labor de roturación en laderas escarpadas. Es una comarca muy humanizada, por lo que apenas hay lugares donde se ha permitido desarrollarse la naturaleza a su aire. Tan sólo los más agrestes y rocosos nos muestran una naturaleza de tipo mediterráneo cuya máxima expresión la tenemos en el Parque Natural de Tejeda y Almijara, donde se congregan las especies más singulares tanto de flora (el tejo) como de fauna (la cabra montesa). Pero la zona agrícola también es rica en fauna, siendo el elemento más destacado el camaleón, que encuentra en esta comarca la zona donde más ampliamente se ha desarrollado en todo el continente europeo. 

-Y sus habitantes lo desconocen… Y los estudiantes, ¿se interesan?

-Las especies más corrientes son conocidas por todos los habitantes. Lo que se desconocen son los endemismos vegetales y animales, que lógicamente solo son reconocidos por los expertos. A través de artículos de divulgación hemos intentado que haya más gente que los conozca. A los estudiantes les interesa más la naturaleza viva, la que se ve en el medio natural, que la que está petrificada en los libros de textos. Están abiertos a conocer curiosidades.

-¿Cómo son vuestras relaciones con las instituciones?

-Nuestra actitud siempre es y será de colaboración, de ayuda desinteresada, como asociación sin ánimo de lucro que somos. Así lo hemos demostrado en la Diputación Provincial, los Ayuntamientos, la Mancomunidad, el CEDER, las escuelas, etc. Pero si observamos faltas graves, las denunciamos sin más. No hay paños calientes para nadie, mantenemos nuestra independencia y nuestra no alineación con ningún partido político.

-¿Existe hoy en día más concienciación con el medio ambiente o sólo es de boquilla?

-En la era de la información es lógico que la gente esté más enterada de la existencia de problemas ambientales. La concienciación es otra cosa, requiere un replanteamiento de valores y esto no sucede en personas que no reflexionan sobre lo que hacen, sobre lo que están contribuyendo con su actividad diaria, o bien son extremadamente antropocéntricas. El dato más palpable es la falta de movilización ciudadana ante los atentados más graves contra el medio ambiente. Fenómenos mediáticos y gregarios como la marea blanca de voluntarios frente al chapapote del Prestige no nos deben engañar.

Estudian partir en dos el rascacielos de Repsol para cumplir con Aviación Civil (Málaga Hoy)

Técnicos vinculados al proyecto trabajan ya en la inclusión de una quinta edificación en altura en la parcela, al objeto de adecuar el diseño a lo fijado por el organismo dependiente del Ministerio de Fomento


zoom

Recreación del proyecto previsto sobre los suelos de Repsol.


Las determinaciones incluidas en el informe emitido por Aviación Civil al Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) de Málaga en relación a las alturas de algunas de las torres proyectadas en el nuevo planeamiento están obligando a los promotores de la mayor actuación residencial de las últimas décadas en la capital, la prevista sobre los antiguos suelos de Repsol, a estudiar algunas variaciones de calado con respecto a la actuación originalmente diseñada.

La principal incidencia del estudio del organismo dependiente del Ministerio de Fomento se dejará notar sobre el gran rascacielos de 186 metros dibujado en esta parcela y que, de acuerdo con lo fijado en el documento oficial, tendrá que rebajar su dimensión en 51 metros. Ante esta circunstancia, fuentes próximas a la actuación indicaron a este periódico que la alternativa que en estos momentos sobrevuela el proyecto pasa por partir en dos el edificio principal e incluir una quinta edificación en el sector, respetando eso sí los parámetros en vertical planteados por Aviación Civil.

"Se pueden hacer dos torres de la grande", admitieron las fuentes consultadas, que señalaron que esta posibilidad está siendo analizada por los diferentes equipos técnicos encargados de la actuación, detrás de la cual se mantienen Caixa Galicia y el Grupo Dae tras la salida de Comarex de la misma. Asimismo, apuntaron que esta opción ya ha sido expuesta al equipo de gobierno del PP en una reunión poco antes de Semana Santa, a la que asistió el alcalde, Francisco de la Torre, y celebrada una vez conocidas las directrices marcadas por Aviación Civil.

En esta cita, según las fuentes, el regidor del PP mostró su disposición a dejar al margen del planeamiento municipal el proyecto a la espera de que hubiese una variación en la postura del departamento del Gobierno y se produjese una decisión definitiva por parte de la Junta de Andalucía, que es a la administración a la que corresponde la aprobación definitiva del Plan General.

Frente a la posición de De la Torre, los privados, aseveraron las fuentes, optaron por tratar de alcanzar un acuerdo con Aviación Civil y por, en caso de que éste no fuese posible, buscar alternativas para continuar con el proyecto urbanístico. Antes de este encuentro, responsables de Caixa Galicia acudieron a Málaga para mostrarle a De la Torre su compromiso con el proyecto y su deseo de mantenerse en el mismo, todo ello después de que la empresa granadina Comarex abandonase la intervención.

En lo relativo a los detalles de la intervención, las fuentes precisaron que no sufre alteración alguna respecto a lo fijado en el convenio que en su día firmaron el Ayuntamiento con Comarex, de acuerdo con el cual el Consistorio triplicaba la edificabilidad de la parcela, permitiendo la construcción de 1.332 viviendas, de las que unas 399 serán de protección oficial, a cambio de ingresar 82 millones de euros en las arcas municipales. Asimismo, la pretensión de las empresas encargadas de la propuesta pasa por mantener inalterada la superficie del parque proyectado en la zona, de unos 80.000 metros cuadrados, así como los equipamientos deportivos y culturales.

La opción que estos momentos analizan los técnicos supondría, de formalizarse, retomar los primeros esbozos de la operación urbanística planteada sobre la parcela de Repsol, ya que justo cuando se presentó la iniciativa, los promotores privados hablaban de ejecutar cinco torres, una de ellas, como icono en vertical, de 160 metros de altura, mientras el resto tendría una altura mínima de 64 metros (16 plantas). En cualquier caso, su aplicación variaría la actual ordenación incluida en el Plan General, en el que se dibujan únicamente cuatro torres y dos edificios, uno de ellos de unas 30 plantas, para las viviendas de protección oficial.

Manuel Gallego Jorreto: «La búsqueda de un edificio como gran icono no siempre es positiva» (La Opinión)

El prestigioso arquitecto Manuel Gallego destaca la importancia de cuidar los proyectos en el litoral y advierte contra la tendencia a crear bloques espectaculares sin contenido
MIGUEL FERRARY. MÁLAGA Manuel Gallego Jorreto es uno de los arquitectos más prestigiosos de España. Premio Nacional de Arquitectura en 1997 por el Museo de Bellas Artes de La Coruña, también es catedrático del departamento de Proyectos Arquitectónicos y Urbanismo de Escuela Superior de Arquitectura de la Universidad de La Coruña desde el año 2002. El viernes ofreció una conferencia en el Ateneo de Málaga bajo el título ‘Arquitecturas del litoral’ dentro de las jornadas ‘Málaga, territorio y arquitectura para el turismo’, patrocinada por la Diputación Provincial y la Escuela de Arquitectura de Málaga.

–¿Ha estado anteriormente en la ciudad? 
–Sí, he estado en ocasiones anteriores y me gusta mucho, porque la encuentro muy viva y dinámica, con posibilidades muy interesantes al tener potencialidades por explotar y no ser una ciudad cerrada.
–¿Qué edificios de Málaga le gustan más?
–No conozco demasiados y algunos los he visto pero no en su contexto. De los nuevos, destacaría la nueva sede de la Diputación Provincial, que me parece excelente. También me gustan las chimeneas que permanecen en la playa. Creo que son una referencia histórica y también del paisaje. Es un patrimonio industrial muy interesante.
–Un debate que ha estado y está vivo en Málaga es cómo debe ser el frente litoral, con la discusión sobre si se debe apostar por una arquitectura de fuerte presencia o por otra de perfil más bajo.
–Depende de lo que haya detrás, aunque nunca debe ser una arquitectura excesivamente potente. De todas formas la presencia de los edificios se decidirá si lo requiere el lugar, las circunstancias, y el contexto del paisaje, el uso funcional y social. El frente litoral debe reflejar la nueva ciudad del siglo XXI y atraer el turismo, en especial el urbano, dentro de la competencia que tiene el sector, por eso se recurre a la ‘arquitectura-espectáculo’ y a tener un icono que llame la atención. 
–El edificio de la ópera de Sidney es quizá uno de los primeros iconos de la arquitectura en el litoral. ¿No ha producido una cierta obsesión por conseguir ese edificio que sea icono de una ciudad?
–La búsqueda de un edificio como icono no siempre es positiva. Si hay muchos, eso produce ruido informativo y caos. Debe buscarse cierta racionalidad y contemplar lo que se hace en relación con el conjunto. Algunos edificios pueden tener carácter icónico, pero no puede haber uno en cada pueblo o ciudad, porque eso sería el caos.
–¿Se abusa de esa ‘arquitectura-espectáculo’ a la que aludía antes?
–Toda buena arquitectura es espectacular, pero no porque lo busque como fin. El objetivo de un edificio debe ser cubrir una necesidad social y la espectacularidad debe ser la consecuencia, no el fin a obtener.
–¿Cómo se debe plantear la arquitectura en el litoral? ¿Existen unas líneas comunes?
–Los proyectos deben responder siempre a una necesidad que demande la sociedad, pero de forma crítica. No hay que responder a una supuesta demanda social que destruya el paisaje por un uso especulativo. Por eso debe tener una visión crítica, pero resolviendo problemas y con una poética de creación arquitectónica.
–¿Cuál es el límite entre resolver una demanda social y el uso especulativo o destructivo?
–En el uso racional. No es un problema de legislación, es un problema de un uso racional del espacio y determinar hasta qué punto beneficia alterar un paisaje. Porque toda obra debe tener en cuenta valores sociales y valorar el sitio.
–¿Influye el emplazamiento marítimo de un edificio en su diseño final?
–El lugar del emplazamiento influye y el litoral está muy presente y debe integrarse en ese entorno. Pero también lo hace la topografía de la zona e incluso el tipo de mar, porque no es el mismo el Atlántico o el Mediterráneo, ni siquiera en el color.
–¿Es aconsejable que la arquitectura no altere demasiado el litoral?
–Toda obra modifica su entorno. Puede ser poco importante y destruir un territorio, o muy importante y reforzar su características. Al final cualquier edificio reorganiza el espacio a su alrededor y eso es una responsabilidad a tener en cuenta cuando se desarrolla un determinado proyecto.
–¿Habría que replantear el diseño de los paseos marítimos tal y como están concebidos en la actualidad? ¿No son demasiado agresivos?
–Ya se están replanteando y hay un estudio importante sobre el diseño de los paseos marítimos, planteando actuaciones más blandas y delicadas, para que no afecten tanto al medio natural.

Jóvenes constructores que levantan casas para jóvenes (La Opinión)

os compradores sólo tendrán que pagar mensualidades de 100 y 150 euros, dependiendo de la superficie de las casas, con materiales de primera calidad

BLAS GIL. CUEVAS DEL BECERRO A pesar de que la crisis ha frenado drásticamente la realización de nuevas promociones inmobiliarias, una constructora formada por tres jóvenes rondeños ‘Ojansa Joven’, sigue apostando por este sector, pero aplicando nuevas fórmulas que permitan la venta de las viviendas, y sobre todo, que las personas que se han incorporado recientemente al mercado laboral puedan adquirirlas.
La idea de Pío Angulo, y los hermanos Antonio y Diego Ojeda es simple “ganar menos dinero pero venderlo todo”, afirman, por lo que en su nuevo proyecto urbanístico que van a desarrollar en el municipio de Cuevas del Becerro, consistente en 60 viviendas en régimen especial, se facilitará a sus compradores pagar unas mensualidades de 100 ó 150 euros, dependiendo de las dimensiones de la casa.
Concretamente, en una superficie de 11.000 metros cuadrados se levantarán las viviendas, que además de contar con materiales de primera calidad, caso del alicatado y la solería de la marca Saloni, dispondrá de ventanas de climalit y placas solares, como establece la nueva normativa, lo que permitirá un importante ahorro energético.
Además, casi la mitad de los terrenos se destinarán a una zona verde y de equipamientos, que incluye un pequeño lago.
Una promoción destinada principalmente a jóvenes que no superen 2,5 veces el IPREM (salaria mínimo interprofesional), ya que las viviendas, al ser de protección oficial, marcan estas condiciones.
Con vistas. De esta forma, cualquier joven de Cuevas del Becerro o de otros municipios de la Serranía podrá adquirir una viviendas de 70 metros cuadrados construidos y dos dormitorios por unos 60.000 euros, IVA incluido, y otra de 90 metros con tres dormitorios por unos 74.000 euros, IVA incluido, y “además con unas vistas únicas”, dirigidas a las montañas rocosas que se levantan frente a la promoción, aseguraron los empresarios.
“Nuestra intención es la de que los jóvenes de la zona que necesitan una vivienda la consigan sin tener que hipotecar sus vidas”, matizaron. Además, los jóvenes empresarios entienden que a través de proyectos de estas características se venderían miles de viviendas, lo “que contribuiría a reactivar la economía española”.
El objetivo de estos jóvenes promotores es el de iniciar los trabajos para finales de este próximo verano, con la intención de que en el plazo dos años se puedan entregar las llaves a sus compradores.
Una iniciativa que cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Cuevas del Becerro. De esta manera, el concejal de Urbanismo, Diego Gil, y la edil de Economía y Empleo, María Ángeles Palacios, indicaron que con esta promoción se va a facilitar el acceso a la vivienda a muchos jóvenes que antes no podían hacerlo por los elevados precios, y pidieron, que siempre que sea posible, se subcontrate a empresas del propio municipio para acometer las obras y que la inversión beneficie a todos.

Peñarroya lleva 600 invitados a la apertura de su nuevo hotel Polynesia. Benalmádena (La Opinión)

El nuevo hotel Polynesia de Benalmádena abrió ayer sus puertas en un acto de inauguración que contó con la presencia de más de 600 personas invitadas por Cristóbal Peñarroya, gerente del nuevo centro turístico que dará trabajo a unas 500 personas. Entre otros asistió el alcalde, Javier Carnero, o el arquitecto que ha proyectado este complejo , Antonio Valero.
El empresario, acompañado también de su familia, cortó una cinta como símbolo de la inauguración del hotel, que dota a Benalmádena del mayor número de plazas hoteleras de toda la provincia. Unos números de récord a los que se suman los 600 puestos ya creados con el Village y el Palace. El Holiday Polynesia recrea las islas de Bora Bora, Samoa y Pascua, convirtiéndose en un referente único en la costa por su tematización, según sus dueños. El hotel cuenta con árboles de 30 metros, un lago interior de 1.000 metros, singulares figuras técnicas, frondosa vegetación y una cascada junto de 35 metros.

Antequera proyecta un centro logístico en Las Pedrizas (La Opinión)


Actuación. Infografía que fue presentada en la feria de Urbanismo de Sevilla.  L. O.

La plataforma será impulsada a través de un plan especial y se levantará en una finca ubicada en el margen de actuación de la autovía y la autopista en construcción

LOLA SÁNCHEZ. ANTEQUERA El Ayuntamiento de Antequera tramita la ejecución de una plataforma logística en la zona de Las Pedrizas que será levantada en el nudo de comunicaciones que se está definiendo entre la actual autovía y la autopista en construcción, según adelantó a este periódico el alcalde de la ciudad de Antequera, Ricardo Millán. 
El proyecto será impulsado a través de un plan especial con el carácter de interés municipal, de forma que parte de los aprovechamientos del suelo revertirán en el Ayuntamiento.
“La idea es aprovechar la potencialidad desde el punto de vista de las comunicaciones que absorbe esta zona, y que se verá acentuada con la puesta en funcionamiento de la autopista, de forma que el mundo de las mercancías tenga una referencia en este espacio”, continúo el regidor, quien insistió en explicar que el proyecto se está tramitando al margen del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Antequera, que esta semana fue aprobado en pleno extraordinario en su fase provisional. 
La sede logística se definirá como un centro especializado en el mundo de los transportes, a la vez que en un punto de referencia en la enseñanza de este sector económico, ya que contará con un inmueble que acogerá la formación integral que abarca este tipo de actividad, según adelantó uno de los responsables de la iniciativa y gestor del suelo, Antonio Gálvez. 
La plataforma logística será levantada sobre un cortijo que supera las 280 hectáreas, la finca Robledo, y contará con todas las instalaciones características de una sede especializada en el mundo de las mercancías. “El proyecto se ha definido como un gran centro de transportes en el que además de las típicas naves de recepción de camiones, habrá un lavadero específico para este tipo de vehículos, una instalación hotelera, gasolinera, entre otras dependencias”, especificó el regidor, quien adelantó que el proyecto será desarrollado en dos fases. 

Planes especiales. De esta forma, junto al Puerto Seco y el aeropuerto -uno de interés autonómico y el otro de interés general del Estado- la futura plataforma logística de Las Pedrizas es otra de las actuaciones avaladas por el Ayuntamiento de la ciudad del Torcal a través de un plan especial, que requerirá las diferentes “autorizaciones” de las consejerías de la Junta de Andalucía para su puesta en funcionamiento. 
En relación al Puerto Seco -cuya tramitación está mucho más avanzada- los promotores del complejo, que tendrá su esencia en el ferrocarril, están ultimando el plan director que permitirá iniciar las obras de la sede, y según conoció este periódico, estará “listo” en nos dos meses. Por su parte, los impulsores del aeropuerto también está en la misma fase, concluyendo el plan director de la infraestructura.

El Ayuntamiento intenta recuperar suelo municipal ocupado por Tomás Olivo. Marbella (SUR)

Seis parcelas figuran a nombre del Consistorio pero están valladas por su empresa 
El Ayuntamiento intenta recuperar suelo municipal ocupado por Tomás Olivo
Uno de los terrenos municipales, con el cartel de la empresa de Olivo. /JOSELE-LANZA
El equipo de gobierno sigue enfrascado en poner al día el inventario de bienes municipales; una complicada y minuciosa tarea que va para largo. El último paso acordado en Junta de Gobierno Local ha sido el acuerdo para iniciar la recuperación de seis parcelas de titularidad municipal situadas en Elviria Sur y que se encuentran valladas y ocupadas por una empresa privada. Y no cualquier empresa. Según el acta, a la que ha tenido acceso este periódico, se trata de la entidad General de Galerías Comerciales S. A., del empresario Tomás Olivo, dueño del parque comercial La Cañada e imputado en el 'caso Malaya'.
No es un secreto que el constructor murciano posee grandes extensiones de terreno en la ciudad, muchas de ellas por acuerdos con los equipos de gobierno del GIL. Pero en este caso, al menos sobre los papeles, el suelo reza a nombre del Ayuntamiento de Marbella. Pese a ello, los propios técnicos municipales pudieron constatar tras realizar sendos informes en septiembre del año pasado que se encuentran cerradas con mallas metálicas y con cartelería con el rótulo de General de Galerías Comerciales S. A. Una contradicción a la que ahora se intentará arrojar luz.
Más de 6.000 metros
Así lo explica el portavoz del equipo de gobierno, Félix Romero. Señala que el acuerdo para recuperar las parcelas, que suman 6.705 metros cuadrados, forma parte del proceso más amplio de revisión del patrimonio municipal. «Sin saber cómo acabará el procedimiento iniciamos el trámite para ver si realmente la propiedad es municipal o si hubo otro tipo de acuerdo que no se elevó a público», apunta. De hecho, destaca que es una garantía tanto para el Consistorio como para el empresario, que en caso de tener algún título deberá aportarlo en el trámite de audiencia.
Hasta que llegue ese momento, el informe del Negociado de Bienes al que se hace referencia en la Junta de Gobierno Local señala que la posesión municipal vendría confirmada tanto por el proyecto de compensación del sector urbanizable programado Elviria Sur, que obligó a los promotores a la cesión gratuita de los suelos como aprovechamiento urbanístico, como por la propia inclusión de las parcelas en el inventario.
Exposición pública
Durante el plazo de exposición pública del Inventario General Consolidado de Bienes y Derechos del Ayuntamiento en 2007 el empresario Tomás Olivo no presentó ninguna alegación. En este último punto, con todo, el portavoz municipal no descarta que en caso de tener algún derecho sobre los terrenos no hubiese tenido constancia a tiempo de la publicación del inventario.
Ahora sí tendrá margen de maniobra. Tras aprobarse el inicio de las actuaciones para recuperar las parcelas, el Ayuntamiento está obligado a dar audiencia a General de Galería Comerciales S. A. para que intente demostrar si posee algún título que la habilite para ocupar los terrenos. Será el final de uno de los incontables procesos en que se halla inmerso el Consistorio para desenmarañar la maraña del gilismo de bienes en paradero desconocido.
Consultado por este periódico, el empresario aseguró que su propiedad sobre las parcelas está amparada en convenios firmados con el Ayuntamiento.

Arquitectura ciudadana (SUR)

Alumnos de la Universidad de Granada recalan en la Palma-Palmilla para realizar un plan de mejora del barrio con la ayuda de los vecinos 

Arquitectura ciudadana
Muestran sus propuestas. / ANTONIO SALAS
«Pregúntale a los alumnos, que son los que se están pateando la calle con los vecinos para mejorar este barrio a través de su ayuda y de sus opiniones». Es José María Romero, un malagueño, que es profesor de Arquitectura en la Universidad de Granada y al que le gusta practicar la arquitectura a pie de calle. Por eso, sus 36 alumnos estarán 'acampados' hasta mañana lunes en el centro social de La Palma-Palmilla con la intención de mejorar este barrio con sus ideas y con las propuestas que les transmitan los vecinos, que acuden con mucho interés a la cita.
En una gran sala han desplegado sus ordenadores y su cartografía para ir poniendo los hitos que les interesan. Y, entre todos los trabajos, llama especialmente la atención el que han hecho con los programas de los partidos políticos durante las pasadas elecciones municipales. Las promesas, vagas o concretas, las han plasmado sobre papel en una especie de infografía.
Jesús Romero, Silvia Díaz, Enrique Gallardo y Alberto Miras son los alumnos encargados de este novedoso proyecto, que el representante de la Agrupación de Desarrollo Proyecto Hogar de La Palma-Palmilla, José Montes, observa con mucho interés.
En medio ambiente, el PSOE en su programa electoral prometía un corredor verde al lado del Guadalmedina y poner más árboles en Valle-Inclán; mientras que el PP quería crear más zonas verdes, según sostiene Jesús, así como crear un espacio arbolado al final del bulevar Mari Ángeles Arroyo, el de la profesora que ha llegado a ser concejala de esta zona, y que ayer también se sumó al encuentro «¿Nos dejaréis todo lo que hagáis en el distrito, no? Las buenas ideas siempre son bienvenidas», puntualiza mientras visita a los jóvenes.
La propuesta de IU en medio ambiente es crear un punto limpio en la zona, pero tampoco especifica dónde, como subrayan estos alumnos. En Movilidad, la propuesta del PP es la de realizar un aparcamiento en la zona para residentes cuenta con el beneplácito de los vecinos. «Es imposible aparcar en muchas zonas y se ha instaurado lo de aparcar encima de las aceras», dice José, mientras conoce la propuesta del PSOE de peatonalizar y unir La Palma-Palmilla con Ciudad Jardín, así como la de IU, que cree que se deben mejorar las frecuencias de autobuses. «Aquí han dado en la clave porque es una reivindicación histórica de los vecinos. Es más, han cambiado hace poco el recorrido de la línea 17 y a la mayoría no les gusta», reseña.
Con este trabajo, los alumnos de Arquitectura aprenderán a tener esa sensibilidad que les acerca al ciudadano para el que planifican sus obras y, además, conseguirán dar ideas para mejorar este barrio con la ayuda de los propios vecinos. Una arquitectura ciudadana y humanista que merece la pena trasladar a otros muchos ámbitos.

La costa granadina, a 45 minutos (SUR)

La prolongación en nueve kilómetros de la autovía A-7 entre La Herradura y Almuñécar abrirá al tráfico en mayo Permitirá ampliar el área de influencia del aeropuerto y el AVE 

La costa granadina, a 45 minutos
El viaducto sobre el Río Verde tiene una altura de ochenta metros. / J. M. DE HARO
Málaga estará conectada por autovía con la costa de Granada en cuestión de semanas. A finales de mayo se abrirán al tráfico los nueve kilómetros del tramo de autovía entre La Herradura y Taramay, en la A-7, según confirmaron fuentes de las empresas constructoras. Ello supondrá que el viaje desde la capital hasta Almuñécar se quede en apenas 45 minutos, con lo que servicios tales como el aeropuerto, el AVE y las áreas comerciales de la capital ampliarán sustancialmente su radio de influencia.
Se trata del tramo en el que, en noviembre de 2005, fallecieron seis obreros tras desplomarse una estructura del viaducto de Río Verde. Precisamente, este accidente y su consecuencias técnicas y judiciales, unido a la difícil orografía del terreno, han hecho que este tramo se haya retrasado cuatro años. Las previsiones iniciales fijaban la culminación de esta fase en mayo del año 2005.
La apertura de estos nueve kilómetros suponen un paso de gigante en la comunicación entre Málaga y Granada, pues permitirá evitar el paso por la antigua N-340 y, sobre todo, salvar la travesía de Almuñécar, una de las zonas más congestionadas del litoral. Las imágenes de kilómetros de vehículos atrapados en los semáforos, que han dado la vuelta a España durante la pasada Semana Santa, serán las últimas. La inminente apertura del tramo sacará a Almuñécar del mapa de puntos negros. De esta forma, el trayecto desde el principal núcleo turístico de la Costa Tropical hasta Málaga se podrá realizar ya íntegramente por autovía.
Últimos retoques
Estos días decenas de máquinas y de obreros se afanan en colocar los quitamiedos y la señalización, ultiman las labores de jardinería y otros retoques previos a la apertura al tráfico. La inversión del Ministerio de Fomento ha rondado los 190 millones de euros.
Respecto a las infraestructuras, junto al propio viaducto de río Verde destaca el túnel de 'Cantalobos', el más largo, con algo más de dos kilómetros, donde ya se ha probado la iluminación.
En contraste con estas tareas, los trabajos entre Taramay (Almuñécar) y Lobres (Salobreña), que fue el último tramo en iniciar las obras (en noviembre de 2007), están en algunas zonas en fase de limpieza de los terrenos expropiados. Tendrá unos ocho kilómetros.
El trazado (de 10,6 kilómetros) de la autovía entre Adra (Almería) y Albuñol (Granada), que se cerró al tráfico a finales de enero tras un grave deslizamiento de tierra en la ladera donde se asienta un pilar del viaducto de La Alcazaba, no tiene aún una fecha para su reapertura, según expusieron fuentes de Fomento. Mientras, por motivos de seguridad el tráfico sigue desviado por la antigua N-340.

Mudanzas forzosas (SUR)

Los Perea observan cómo unas excavadoras derriban su vivienda, donde se han forjado más de dos décadas de recuerdos. Es una de las centenares de familias malagueñas expropiadas en los últimos años en la capital 

Mudanzas forzosas
A Mónica Berlanga le expropiaron su casa en Tiro de Pichón para eliminar una peligrosa curva de la autovía. / C. MORET
El terreno que ocupaban sus casas y fincas se ha convertido en carreteras, zonas verdes o vías del tren. Para satisfacer una necesidad colectiva o pública han tenido que ceder sus propiedades a la Administración en procesos que rara vez resultan satisfactorios para ambas partes y de los que a menudo se hacen eco los medios de comunicación. Las expropiaciones forzosas han afectado a centenares de familias malagueñas en los últimos años por la construcción de carreteras, autovías, el AVE o la segunda pista del aeropuerto.
Saben que estas actuaciones son necesarias para el desarrollo urbanístico de la ciudad, pero insisten en reivindicar que los organismos públicos no sólo valoren el aspecto económico del bien expropiado, sino también la parte sentimental, aunque como alguno de ellos dice, «no podrán demoler nuestros recuerdos».
ANTONIA PEREA
Barriada San Isidro
«Es muy duro ver cómo derriban tu casa»
3 de septiembre de 2007. Antonia Perea tiene grabada esa fecha en su memoria y en su corazón. Aquel día, junto a su hija de veinte años, observaba impotente cómo unas máquinas derribaban la que había sido su vivienda desde hacía dos décadas en la barriada San Isidro. Los terrenos sobre los que reposaban su casa, la de sus padres y hermana y las de otro centenar de familias estaban destinados a acoger la segunda pista del aeropuerto.
Se sabía desde hacía muchos años, pero nunca pensaron que llegaría ese momento. Hasta que hace cuatro años recibieron la temida notificación. «Se nos vino el mundo encima. A mi madre le dio un amago de infarto y mi padre lo pasó fatal», recuerda Antonia, que no puede evitar llorar desconsoladamente al recordar el día en que su hija la llamó para que fuera testigo de cómo su vivienda desaparecía entre la polvareda.
«Es muy duro ver cómo derriban tu casa al día siguiente de habernos ido de allí», señala esta malagueña, que critica la frialdad de estos procesos: «Tendrían que valorar no sólo lo económico, sino también la parte sentimental. Nos han hecho mucho daño. Las personas que negociaron con nosotros parecía que no tenían corazón. Llegaron a decirle a mi padre que esas tierras no eran suyas».
El terreno y las dos viviendas que lo ocupaban fueron valorados inicialmente en unos 377.000 euros. Al final, tras varias reuniones, consiguieron que les pagaran 3.000 euros más, una cantidad que Antonia considera insuficiente: «Con ese dinero y otros 30.000 euros sólo pudimos comprar una casa en Churriana y en ella vivimos mis padres, mi marido, mi hija, mi hermana y sus dos hijos, y yo. Hemos perdido independencia y calidad de vida».
«Comprendemos que esos terrenos son necesarios para el bien común, pero nosotros sólo queríamos que nos dieran lo justo, una vivienda para cada uno, por ejemplo. Entonces nos hubiésemos dado por satisfechos», señala Antonia resignada.
MÓNICA BERLANGA
Calle Coín
«Ahora tengo una vivienda mejor»
El proyecto del Ministerio de Fomento para corregir la curva del vial de entrada desde la Ronda Oeste hacia la avenida de Andalucía fue recibido como agua de mayo por Mónica Berlanga. El proceso de expropiación de su vivienda en la calle Coín, en la barriada Tiro de Pichón, le posibilitó cambiar una casa «muy deteriorada» que tenía más de cincuenta años por otra nueva y más grande en la misma zona. Sabe que muchos de sus más de treinta antiguos vecinos no acabaron satisfechos con el cambio, pero ella admite que «he salido ganando».
«En nuestra antigua casa vivíamos tres familias y tenía muchos desperfectos porque hacía más de veinte años que estaba expropiada y no queríamos hacer grandes reformas. Mi marido, mi hija y yo queríamos salir de allí a toda costa», cuenta Mónica, a la que le dieron 4.600 euros por la parte de la vivienda que le correspondía -el terreno fue valorado en 60.000 euros-.
Esta malagueña abandonó en 2007 su antigua vivienda y se trasladó a una de las VPO que el Ayuntamiento construyó para los afectados en el mismo distrito: «Nos costó más de 70.000 euros, pero tenemos una hipoteca cómoda y una casa más grande y nueva que la otra». A pesar de su satisfacción, Mónica se solidariza con sus otros vecinos: «Entiendo que algunos estén descontentos porque han dejado una casa en propiedad por otra con hipoteca o por un alquiler».
JOAQUÍN NAVARRO
Santa Rosalía
«Me han expropiado seis veces»
Cuando le preguntan si cree que él y sus cuatro hermanos están perseguidos por la mala suerte, Joaquín Navarro no sabe qué contestar. «No sé cómo catalogar esto, la verdad», dice. Su cortijo, que inicialmente tenía 90.000 metros cuadrados, ha sufrido seis expropiaciones en los últimos treinta años y el proyecto de construcción de una plataforma logística asociada a la actividad del puerto en Campanillas podría hacer desaparecer por completo los 40.000 metros cuadrados de terreno que todavía tienen en su poder en la zona de Santa Rosalía.
Primero fue la instalación de una línea de alta tensión, después vinieron la construcción de un oleoducto, un gasoducto, la carretera Málaga-Cártama, la conversión de este vial en autovía y, por último -de momento- el AVE. Aunque Joaquín no pierde el sentido del humor y señala que tantas expropiaciones «es como para tomárselo a risa», asegura sentirse «frustrado y maltratado» por las distintas administraciones.
«Entiendo que es lógico que hagan uso de un terreno para el AVE o carreteras que son necesarias para la ciudadanía, pero no han valorado mi propiedad como deberían», critica Joaquín, que denuncia que todavía no ha cobrado la indemnización por la construcción de la autovía y por la línea de alta velocidad, cuyo importe fijado por la Administración supera los 80.000 euros. «Contraté un abogado para conseguir más dinero y han pasado nueve años y ni se han dignado a hacerme otra oferta», señala.
Como otros afectados por expropiaciones, Joaquín reivindica el valor sentimental de la finca: «Era de mi padre y mis hermanos y yo nos hemos criado allí». Ahora sólo le queda la esperanza de que el puerto seco que prevé el Plan de Ordenación del Territorio (POT) del área metropolitana de la Junta de Andalucía no llegue a construirse y pueda mantener en pie sus naranjos y limoneros.
JUAN CALDERÓN
Barriada San Isidro
«Conseguí más dinero del que me ofrecían»
La construcción de la segunda pista del aeropuerto le ha obligado a trasladar su explotación de aloe vera de la barriada San Isidro, en el entorno del aeropuerto, a Pizarra. «No es lo mismo. Mi terreno estaba en plena producción y ahora tengo que empezar de nuevo y me está costando trabajo», explica Juan Calderón, que recibió hace cuatro años la notificación de Aena en la que le comunicaban que su finca de más de 30.000 metros cuadrados iba a pasar a ser de dominio público. Tras realizar una tasación privada y después de un año de negociaciones con el Gobierno central, consiguió que le pagaran «mucho más de lo que me ofrecieron inicialmente, pero menos de lo que yo tenía previsto e insuficiente para financiar mi nueva explotación». Tal vez hubiese obtenido más dinero con la ayuda de abogados, «pero no tengo edad ni recursos para meterme en contenciosos».
Aunque no está satisfecho del todo, cree que no ha sido de los más perjudicados: «La peor parte se la han llevado quienes tenían su residencia allí y han tenido que abandonarla», señala Juan, que afirma que la persona a la que le expropian cualquier propiedad «se predispone a ir en contra de la administración, sea del color que sea».