lunes, 25 de julio de 2011

«Improvisación» en Muelle 1, según los arquitectos (La Opinión)

El decano del colegio oficial denuncia que se haya modificado el Plan Especial «con poca transparencia»


EUROPA PRESS El decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Málaga, Antonio Vargas, ha mostrado su preocupación ante el hecho de que la empresa concesionaria de las obras del muelle 1 del puerto esté actuando con «absoluta improvisación». «O están haciendo los trabajos sobre la marcha o es que nos están engañando para no decir qué van a hacer», expresa.

Vargas ha considerado «un sinsentido» que en las obras de «un espacio tan importante para la ciudad como es el puerto» se dé la sensación de improvisación, «derribando el forjado del techo de un local comercial porque se decide hacer una plaza». «Parece que se está actuando sobre la marcha y encima se está modificando el Plan Especial del Puerto con poca transparencia e información», ha criticado, después de que la junta de gobierno local del Ayuntamiento aprobara el pasado 8 de julio de forma provisional una modificación de elementos.

En este sentido, ha dejado claro que «primero se modifica el Plan Especial y luego se hacen las obras, pero no se cambia el planeamiento para ajustar unas obras ya hechas». «Hay unas formas que se tienen que cumplir, sobre todo las administraciones públicas, que deberían ser muy cuidadosas porque son las primeras que han de dar ejemplo», ha subraya.

A su juicio, actuar de esta manera deja «sin sentido todo el proceso de exposición pública y de alegaciones que hubo». Además, «al fallar en las formas, éstas últimas acaban pesando más que el fondo de la modificación en sí, cuando quizá determinadas decisiones de cambio pudieran tener sentido».

«El problema de fondo que se viene arrastrando desde el inicio es que se hizo un Plan Especial y se entregó ese espacio público a un privado, pero sin diseñar un proyecto y marcando sólo unas líneas relativamente generales», advierte el decano.

La Unión recupera el pulso (La Opinión)

Tras dos años de obras, la calle vuelve a la normalidad con novedades como la pérdida de aparcamientos


Perspectiva de la calle de La Unión.
Perspectiva de la calle de La Unión. Juan I. Mozos
JAVIER GALLEGO Quizá sea por la crisis, o porque se ha ensanchado la acera o porque la gente aún no se ha enterado de que ya está abierta al tráfico y disponible para el paseo, pero la calle de La Unión todavía no refleja ese paisaje de vida y ajetreo que tanto la caracterizaba antes de que se iniciaran las obras del metro y de reurbanización en este barrio malagueño. Éste, que es uno de los barrios con más población de Europa –más de 20.000 vecinos según la Cooperación Cruz de Humilladero–, aún no se ha recuperado de la brecha que le abrieron hace ya dos años, pero por lo pronto ya puede echar un pulso a la recesión sin la presencia de grúas y cortes de tráfico.Los comerciantes son los que más han notado el efecto desbandada que produjeron las obras y por el que aún no han conseguido recuperarse. Con una bajada, en muchos de los casos, de más el 50 por ciento en sus ventas desde que empezaron a levantar el suelo, las tiendas de la calle de La Unión, a día de hoy, todavía no consiguen el mismo tránsito de clientes que tenían hace algunos años.Desde que acabaron las obras «hemos notado que hay menos polvo en los locales y nos hemos librado de las molestias causaban las grúas», declaró Jesús Sánchez, comerciante y vecino de la zona, pero dijo: «Aún no hemos conseguido que venga a comprar la gente de fuera del barrio».


Uno de los motivos por lo que estas personas que solían pasar por La Unión, calle tradicionalmente comercial, para hacer sus compras ya no lo hacen puede ser la falta de aparcamiento.De hecho, a la mayoría de comerciantes no les gusta la ampliación de la acera, que consideran excesiva, y el estrechamiento de la carretera, a lo que se suma la desaparición de algunos plazas de aparcamiento.Esto también ha afectado de alguna forma a los vecinos de la zona, ya que los edificios colindantes son de construcción antigua y no disponen de aparcamiento subterráneo, por lo que su única alternativa era dejar el coche aparcado en la calle, cosa que ahora les resulta más complicado.Desde la asociación de vecinos, Antonio Vega, presidente de la Cooperación Cruz de Humilladeros, aclaró que antes de que se iniciaran las obras la representación vecinal quería que se hiciera tal y como se ha hecho.«Nosotros en su día lo solicitamos así», aseguró Vega, por lo que la pérdida de algunas plazas de aparcamiento «era necesaria» para conseguir una ampliación de las aceras.Por otro lado, la bajada del tránsito diario de personas no preocupa demasiado a Vega. «Eso poco a poco se animará solo», aseguró. «Desde la asociación de comerciantes pueden publicitar que la zona ya está abierta el tránsito para que se enteren las personas que no lo sepan», señaló.Pero no todo ha quedado bien para la asociación de vecinos; Vega recuerda que aún faltan por habilitar zonas verdes que le den «más alegría» a la calle, al igual que piden parques en donde puedan jugar los niños.Por ahora, sólo han plantado algunos árboles además de nuevos bancos para que los vecinos puedan descansar sus pies después de dar un paseo por el kilómetro que mide la calle de punta a punta.Manuel Bueno Baez, de 78 años y corredor de fondo, tiene a algunos miembros de su familia viviendo en La Unión y pidió a la concejala del distrito Cruz de Humilladero, Teresa Porras, que plantara naranjos.Una vez que los puede ver en la calle, manifestó su satisfacción por sentirse escuchado pero ahora quiere hacer un llamamiento a la concejala para que cuide las plantas y mande regarlas con más regularidad. «Ahora que nos han arreglado la calle, nos toca a los ciudadanos cuidarla y mantenerla», dijo Manuel mientras se tomaba un tinto. «Con los bancos, la han dejado bastante bien; ya era hora de que se arreglara calle La Unión», opinó.Por su parte, Emilio Javier Cañamero, propietario del bar Cañamero, se ha visto afectado directamente por la reestructuración de la calle: «me han quitado parte de la terraza que tenía antes». Aunque admitió que lo que le han quitado por un lado lo ha conseguido «recuperar por otro espacio», por lo que en términos generales está «contento».Además añadió que «desde que han terminado las obras se ha notado la mejoría» respecto a la llegada de los clientes que, al coincidir también con la temporada de verano, «ha vuelto a niveles de antes de la obra», aseguró.El tráficoEn cuanto al tránsito de vehículos que había en esta calle hace unos años, los que desde siempre han conocido la zona pueden decir que el tráfico ha descendido notablemente.Los vecinos intuyen que esto se debe a que, en el momento de su apertura, la circulación no se permitía hasta el final de la calle, y ahora, tanto a la entrada como a la salida, se están ejecutado obras que pueden molestar a los conductores, un motivo de disuasión a la hora de pasar por la calle.Para los vecinos, otro de los motivos de la falta de tráfico es el estrechamiento de los carriles y la desaparición de algunos aparcamientos. Hace años los conductores se permitían dejar sus vehículos en segunda fila pero ahora, si lo hicieran, impedirían el paso del resto de coches.

Un centenar de urbanizaciones emprende la mejora de servicios esquilmados en la 'era GIL' (SUR)

El 50% de los proyectos se han integrado en el convenio marco creado por el Consistorio para aliviar a las comunidades de propietarios la carga económica de las obras
25.07.2011 -
HUGO SIMÓN
MARBELLA.

Un centenar de urbanizaciones emprende la mejora de servicios esquilmados en la 'era GIL'
Las urbanizaciones se adhieren al convenio marco del Ayuntamiento para restaurar sus instalaciones con un ahorro importante en los costes de actuación. :: JOSELE-LANZA
Cuando adquirieron su vivienda sobre plano, confiaban en que la promotora cumpliría con sus obligaciones. Con todas, no solo la concerniente a levantar la edificación. Sin embargo, el caos urbanístico impulsado en Marbella durante la 'era GIL' dio carta blanca a los empresarios del ladrillo para construir y vender a un ritmo desmesurado sin necesidad de asumir otros compromisos. No hubo reparos en otorgar decenas de licencias ilegales, pero además los gobiernos municipales se mostraron permisivos a la hora de demandar a los promotores una correcta finalización de las obras.
De esta forma, los compradores vieron como en el camino que iba de la venta a la entrega de los inmuebles se perdieron muchos de los detalles que figuraban sobre el plano. No solo cuestiones estéticas y ornamentales. Desaparecieron o quedaron sin terminar viales y áreas de aparcamientos, aceras y jardines. Hasta piscinas. En multitud de ocasiones, los elementos regateados por los constructores afectaban incluso a servicios e infraestructuras básicas en materia de abastecimiento de agua o saneamiento. Una vez culminadas las operaciones de compraventa, la reparación de estas deficiencias quedó en manos de los dueños de las viviendas, obligados a realizar una importante inversión económica para corregir algunas de las faltas heredadas de una actuación negligente.
Las comunidades de propietarios, sin embargo, han encontrado una vía para aliviar la carga financiera que conlleva la adecuación de sus urbanizaciones. El Ayuntamiento de Marbella ofrece desde hace tres años y medio a los vecinos la posibilidad de ahorrar un alto porcentaje del coste de estas actuaciones, en virtud de un convenio marco de colaboración entre la Administración local y el sector privado. A la iniciativa no le han faltado novios. Cerca de un centenar de urbanizaciones, una cuarta parte de las 400 existentes en el municipio, ha emprendido el proceso para acometer la mejora o recuperación de servicios a través del acuerdo, por el cual las comunidades de propietarios están exentas de costear la redacción del proyecto, que es elaborado por los técnicos municipales, así como la licencia de obras.
Hasta el momento, más de 40 de las urbanizaciones que han iniciado el procedimiento se han adherido ya al convenio marco. Varias se encuentran pendientes de tramitación, mientras que en algunos casos, según fuentes municipales, no ha sido posible aprobar las actuaciones debido a la situación urbanística del sector en el que se demandaban los trabajos o por no cumplir uno de los principales requisitos de la iniciativa, que las obras a ejecutar sean de interés general. Las intervenciones más requeridas se corresponden con labores en materia de saneamiento y asfaltado. Ambas superan ya la decena de solicitudes, según datos de la Delegación de Obras.
Los trabajos de electricidad, telefonía, jardinería y en la red de agua, así como para reparar o dotar a la urbanización de un nuevo acerado, ocupan un lugar preferente entre las actuaciones ya acometidas o solicitadas. También se incluyen en los convenios suscritos con los núcleos residenciales las obras en la red de gas, la construcción o arreglo de viales, aparcamientos y la instalación de puntos limpios e islas ecológicas.

Colinas del Limonar ya tiene aprobado el plan (SUR)

Las Colinas del Limonar ya tiene aprobados los planes de reordenación. La superficie, de 616.940 metros cuadrados, dedicará más del 60 por ciento a zonas verdes, de dominio público hidráulico, viales, así como distintos equipamientos. En cuanto a la edificabilidad residencial quedarán alrededor de 117.000 metros cuadrados de techo para equipamientos escolares, deportivos y dotaciones sociales. En cuanto a las características de las viviendas, el 71 por ciento serán de la tipología Ciudad Jardín y el resto, Unifamiliar Aisladas.

Los vecinos de Parque del Mar eligen el diseño de la nueva plaza de Huelin (SUR)

El Ayuntamiento delega en los ciudadanos la distribución del mobiliario urbano, así como la elección de jardineras y colores
25.07.2011 -
NOEMI R. NAVAS nrodriguez@diariosur.es
MÁLAGA.

Los vecinos de Parque del Mar eligen el diseño de la nueva plaza de Huelin
La nueva plaza de Jardín de la Abadía será decorada con maceteros y jardineras a gusto vecinal. :: N. R. N.
A partir de ahora los vecinos van a tener mucho que decir en Carretera de Cádiz. Así lo pretende el nuevo responsable del distrito, Raúl Jiménez, que apuesta por fomentar la participación activa de los ciudadanos en los próximos cuatro años de gobierno. Y los vecinos de Huelin van a ser los primeros en poner en práctica la iniciativa que recuerda a la votación popular del diseño de la fuente de La Luz.
En esta ocasión, los residentes tienen la responsabilidad de elegir el tipo de mobiliario urbano y la decoración de la recién estrenada plaza de la calle Muñoz Degrain, junto al aparcamiento del Parque de Huelin, aunque antes han solicitado pequeñas mejoras en el emplazamiento.
«De momento queremos que la obra se remate bien y el suelo sea tratado de forma que no acumule tanta suciedad», solicitó el presidente de la asociación de vecinos Parque del Mar, Sebastián Acedo. El dirigente considera vital la colocación de maceteros y otros elementos ocio urbano para complementar la calle, actualmente desierta.
Más espacios verdes
El distrito planteó la decoración de la plaza con 14 jardineras, pero el color será el elegido por los vecinos. «Son ellos los que van a disfrutar la plaza y desde su perspectiva trasladan necesidades que desde fuera no se aprecian», dijo el delegado.
Desde Parque del Mar reclaman «macetones vistosos» para decorar la plaza. «Los vecinos de Jardín de la Abadía sólo quieren plantas que se puedan mantener en buen estado y den alegría a la zona. Desde un principio advirtieron a la asociación su negativa a los bancos para evitar ruidos y botellones como ocurre en otras zonas», afirmó Acedo.
Desde Parque del Mar resaltaron que los propietarios de los aparcamientos están satisfechos con la iniciativa municipal que da voz a los vecinos. «El consenso es necesario siempre y esperamos poder participar en cualquier otro proyecto del barrio», manifestaron.
Por su parte, el Ayuntamiento tiene previsto actuar esta semana en el suelo de la nueva plaza para eliminar el anterior tratamiento y darle brillo. Además, se instalarán más papeleras en los alrededores del Parque Huelin, donde los vecinos criticaron la suciedad acumulada.

El Colegio de Arquitectos critica la «improvisación» en las obras del puerto (SUR)

El decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Málaga, Antonio Vargas, ha mostrado su preocupación ante el hecho de que la empresa concesionaria de las obras del muelle 1 del puerto esté actuando con «absoluta improvisación». «O están haciendo los trabajos sobre la marcha o es que nos están engañando para no decir qué van a hacer», afirma. Tras la publicación en SUR de las últimas modificaciones, Vargas considera «un sinsentido» que «en las obras de un espacio tan importante para la ciudad como es el puerto se dé la sensación de improvisación, derribando el forjado del techo de un local comercial porque se decide hacer una plaza». «Parece que se está actuando sobre la marcha y encima se está modificando el Plan Especial del Puerto con poca transparencia e información», critica a raíz de que la junta de gobierno local del Ayuntamiento aprobara el pasado 8 de julio de forma provisional una modificación de elementos.
En este sentido, Vargas ha querido dejar claro que «primero se modifica el Plan Especial y luego se hacen las obras, pero no se cambia el planeamiento para ajustar unas obras ya hechas». En cualquier caso, el representante de los arquitectos malagueños considera que «el problema de fondo que se viene arrastrando desde el inicio es que se hizo un Plan Especial y se entregó ese espacio público a un privado, pero sin diseñar un proyecto y marcando sólo unas líneas relativamente generales». «Ahora nos encontramos que falta fuerza al imponer al promotor y éste, además, tiene la posibilidad de modificar el planeamiento a su gusto», recalca.

Comisión por una venta frustrada (SUR)

Pese a que el comprador se echó atrás, el dueño del chalé tiene que pagar 77.000 euros a la intermediaria bajo amenaza de embargo Condenado a pagar a una inmobiliaria su porcentaje aunque la operación no se cerró
25.07.2011 -
MONTSE MARTIN
MÁLAGA.

Comisión por una venta frustrada
Menno Klass Van der Molen posa junta a la piscina de su casa. :: SUR
«Tengo la sensación de haber sido robado». Menno Klass Van der Molen, un productor cinematográfico holandés retirado y afincado en Málaga desde hace diez años, no acaba de entender lo que le ha sucedido con su casa. Este hombre ha sido condenado a pagar 77.000 euros de comisión a la inmobiliaria con la que acordó en 2006 la intermediación en la venta de su chalé en Alhaurín de la Torre, pese a que el comprador se echó atrás a última hora y la transacción no llegó a efectuarse, después de haber pagado un depósito de 100.000 euros. La casa sigue siendo suya, está a su nombre en el registro de la propiedad, pero aún así una sentencia le obliga a pagar a la inmobiliaria, bajo amenaza de embargo, el total de la comisión acordada sobre el precio de venta (1.045.000 euros). La resolución judicial, que ha sido confirmada por la Audiencia de Málaga, se apoya básicamente en que la inmobiliaria tiene derecho a cobrar la comisión dado que realizó las gestiones de intermediación tal y como se especificaban en el contrato, en el que nada se decía en caso de que la venta no llegara a buen fin.
Van der Molen ya ha empezado a pagar los 45.000 euros de comisión más las costas procesales e intereses legales a los que ha sido condenado. En total unos 77.000 euros por una casa que sigue siendo de su propiedad y que todavía intenta vender para comprarse una más pequeña y adecuada a sus necesidades, ahora que está divorciado y padece una enfermedad cardíaca. Para abonar esta notable cantidad a la inmobiliaria se ha visto obligado a alquilar la planta baja y una casa ubicada en la misma finca en la que están construido el chalé.
«Me siento robado»
«No me siento seguro con la Justicia de este país. Esto en Holanda no pasa; me siento robado», afirma el productor cinematográfico, que llegó hace diez años a la Costa del Sol, atraído por «su buen clima y por el carácter de la gente», asegura.
Se siente víctima de toda esta situación. «Soy un persona mayor, extranjera, con problemas de salud y con escasos recursos económicos. Era una presa fácil cuando encargué a la inmobiliaria la venta de la casa».
Asegura que con arreglo a esta sentencia «cualquier inmobiliaria tiene derecho a cobrar el total de la comisión de una venta, se haya realizado o no», por lo que quiere dar un aviso a navegantes para que «no les engañen como a mí me han engañado. La gente que quiera vender su casa a través de una inmobiliaria debería pensárselo dos veces antes de contratar este tipo de servicios», advierte.
Su trabajo como productor de cine internacional llevó a Menno Klass Van der Molen a viajar por todo el mundo. Conoce muchos países, costumbres y culturas. Vivió ocho años en Indonesia hasta que llegó a España, concretamente a la Costa del Sol, donde se sintió muy a gusto. «No quería trabajar más, estaba cansado. Decidí establecerme en Alhaurín de la Torre, vivir en esta bonita tierra con su buen clima y buena gente. Luego me divorcié y enfermé y llegaron los problemas con la casa. Pero a pesar de todo lo que me ha pasado no pienso marcharme de aquí».