miércoles, 18 de julio de 2012

Dos orillas unidas por una tragedia (La Opinión)


La 'riá' de Málaga de 1907, la más dura en su historia, guarda ciertas similitudes con la que sacudió a Valencia en 1957






La calle Carretería después de las riadas de 1907.
La calle Carretería después de las riadas de 1907.  Archivo Municipal

Los motivos y las circunstancias en que se produjeron dejan entrever un gran parecido, que ayer se abordó en una conferencia.

MELANIE SOLER A priori, pensar que Málaga y Valencia son dos ciudades bañadas por el Mediterráneo resulta una obviedad propia de un niño que estudia Primaria, pero profundizar sobre la cuestión y preguntar qué hecho similar sucedió en ambos lugares, pero con varios años de por medio, y desembocó en forma de tragedia en ese mar que les une y tanto da aún que hablar, posiblemente la cosa cambie.
Dos ciudades separadas por unos 650 kilómetros en ruta, dos ríos que contribuyen a la historia de ambas, el Guadalmedina en Málaga y el Turia en Valencia, y unas riadas que se dieron en las dos ciudades con cincuenta años de por medio pero con las mismas características y efectos.
Corría el 24 de septiembre de 1907 en Málaga cuando unas incesantes lluvias azotaban la cuenca alta del río Guadalmedina mientras que en la capital no caía ni una gota. Las peores riadas conocidas en la provincia se produjeron ese día. La fuerza del agua arroyó todo lo que tuvo a su paso. Puentes destruidos, calles anegadas, fallecidos que se contaban a centenares, una catástrofe que supuso dos meses de limpieza constante para hacer desaparecer las huellas de aquel fatídico día.
Las causas de por qué se generaron ésta y otras tantas inundaciones en el Guadalmedina se remontan a la llegada de los Reyes Católicos, que al entregar sus tierras a soldados y deforestar la zona para las viñas hicieron las condiciones propicias para este desastre climatológico. Todo ello sumado al gran problema que uno de los miembros de la Comisión Técnica del Concurso de Ideas sobre la Integración Urbana del mismo, Fernando Ferragut, mencionó ayer en su comparativa entre ambos ríos, los múltiples arroyos y afluentes que conectan con el Guadalmedina.
Valenciano de nacimiento pero asentado en la capital de la Costa del Sol, Ferragut narró ayer en el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga como medio siglo después el Turia sufría el mismo desastre. Conocida como la «gran riada», el 14 de octubre de 1957 y tras treinta horas de fuertes lluvias en la cuenca alta del Turia, Valencia, ajena a las precipitaciones de la zona alta del río, fue arroyada por un volumen de 6.000 metros cúbicos por segundo.
La única vía de escape que tenía para evacuar todo lo que arrastraba se vio colapsada y el agua recurrió al viejo cauce, que en la época de los fenicios se utilizó, al igual que el Guadalmedina, como zona de cultivo y supuso el principal motivo de las inundaciones. Unas riadas catalogadas como catastróficas y que se cobraron la vida de cientos de personas.
Ambos desastres sirvieron para tomar conciencia del peligro que podía suponer para la ciudadanía el río y las autoridades comenzaron a estudiar diversos planes de desarrollo hidráulico para ver cuál era la solución más acertada en cada caso. La diferencia entre ambos radica, como bien comentó Ferragut, en que el Turia ya tiene solución y el Guadalmedina, «parcialmente está resuelto». Desviar el río hacia otra zona y hacer los reconocidos «Jardines del Turia», en casi cuarenta años, han dado a la ciudad una nueva estampa en la que predomina el verde.
El Guadalmedina es un caso diferente. Sus múltiples arroyos hace que la posibilidad de que se llene de agua sea difícil pero no imposible. Las presas actuales son seguras para la ciudad pero el riesgo por muy pequeño que sea, existe.
Los proyectos que fueron premiados en el concurso, promovido la Fundación Ciedes, al igual que todas las actividades que giran en torno al río, estudian este problema y proponen soluciones que combinan tres factores; la seguridad, el índice de riesgo y el gasto económico. Sea cual sea, la historia demuestra que el Guadalmedina las necesita.

El Ayuntamiento cobrará en seis años los 28 millones del convenio de Sánchez Blanca (La Opinión)


Urbanismo y los propietarios del suelo han acordado una modificación del convenio que se firmó en 2004







Vista aérea de los suelos de Sánchez Blanca junto al barrio de San José del Viso.
Vista aérea de los suelos de Sánchez Blanca junto al barrio de San José del Viso. La Opinión

El nuevo acuerdo prevé que los promotores abonarán en varios plazos la cantidad adeudada a medida que se concedan las licencias

JAVIER GARCÍA RECIO El Ayuntamiento firmó en noviembre de 2004 un convenio urbanístico con los propietarios del suelo de Sánchez Blanca, una parcela de casi 670.000 metros cuadrados junto a Intelhorce y El Viso, por el que otorgaba a la zona un 48% más de edificabilidad, que permitiría la construcción de unas 3.440 viviendas, a cambio de recibir de los promotores 55,5 millones de euros.
El dinero estaba estipulado en dos entregas, una primera de 26.777.941, que fue abonada por los promotores en 2005, quedando pendiente los otros 28,7 millones que deberían abonarse al aprobarse definitivamente el proyecto de reparcelación.
La crisis económica y las modificaciones urbanísticas promovidas por la Junta de Andalucía que afectaron a este proyecto, retrasaron la entrega de este dinero que se antoja muy necesario para la economía municipal.
Ahora, coincidiendo también con algunos cambios en la propiedad del suelo, el Ayuntamiento ha llegado a un acuerdo para la modificación del convenio y de nuevos compromisos para la forma de pago de los 28 millones pendientes.
La modificación del convenio se llevará a la aprobación de la comisión de Ordenación del Territorio de mañana jueves y, como en el convenio de Martiricos, supone que las partes acuerdan modificar el momento y la forma de abono mediante un nuevo calendario que establece pagos parciales «en metálico» en el momento de la concesión de cada una las licencias de obras que se soliciten para cada una de las distintas parcelas en que se divida el proyecto de reparcelación.
La nueva modificación del convenio establece un plazo de un año para la presentación del proyecto de reparcelación y otro plazo «máximo», a contar desde el anterior, de cinco años para proceder al abono de las cantidades parciales que supongan los 28 millones.
Finalmente se ha hecho un reajuste de la cantidad adeudada, que ha pasado de 28,7 millones a 28,4 millones, dado que la superficie del sector ha resultado algo menor de la computada inicialmente.
El nuevo convenio de Repsol irá para su aprobación al pleno. La comisión de Ordenación del Territorio de mañana jueves, última antes de las vacaciones, deberá discutir también como paso previo a su aprobación definitiva por el pleno el nuevo convenio urbanístico sobre los suelos de Repsol. El nuevo convenio supone un cambio total del acordado en 2006 entre el Ayuntamiento y la propiedad del suelo, la inmobiliaria Torres del Bulevar, filial de NovaCaixaGalicia. Dicho convenio establecía que la propiedad tenía que abonar al Consistorio, de forma aplazada y fraccionada, la cantidad de 82.340.435 euros, a cambio de un aumento de la edificabilidad. De dicha cantidad sólo se pagaron 12.000.000, quedando pendiente la cantidad de 70.340.435 euros.
El nuevo acuerdo establece que NovaCaixaGalicia, en lugar de dinero, pagará la cantidad adeudada en suelo y en los aprovechamientos urbanísticos resultantes hasta las dos terceras partes del total. Es así que el Ayuntamiento se convertirá a partir de ahora en propietario de la mayor parte de los suelos de Repsol.

Urbanismo regulará dos zonas de autoconstrucción en Puerto de la Torre (La Opinión)


Se trata de Arroyo España y El Llanillo, para las que se aprueban sus planes especiales







LA OPINIÓN La comisión de Ordenación del Territorio y Vivienda tiene previsto en su reunión de mañana jueves dar luz verde a la ordenación de dos sectores de Puerto de la Torre, para regularizar su situación.
Concretamente, se abordará la aprobación definitiva de los planes especiales de reforma interior (Peri) de los sectores denominados El Llanillo y Arroyo España.
Se culmina así la tramitación de estos planes especiales, que tienen como objeto convertir estos suelos urbanos no consolidados procedentes de la autoconstrucción en suelos ordenados, para que, con la gestión adecuada, se pueda proceder a su legalización, urbanización y redotación, por los propios vecinos y con la colaboración del Ayuntamiento.
En lo que respecta a Arroyo España, tiene una superficie total de 136.371 metros cuadrados, con una extensión de suelo residencial de 86.337,70 metros cuadrados con tipología de colonia tradicional popular y unifamiliares aisladas, y una edificabilidad de 541 viviendas (entre las ya existentes y las previstas).
Para equipamientos en este ámbito se destinan 6.092 metros cuadrados, a espacios libres, 13.584 y a viario, 30.907.
Respecto a la zona de El Llanillo, el Peri irá encaminado a mejorar el medio urbano del área, cubriendo los déficits de urbanización y el rediseño del espacio público y dotaciones.
Tiene una superficie total de 90.452 metros cuadrados, con suelo residencial y viviendas del tipo unifamiliar y colonia tradicional popular, con una extensión de 53.298 metros cuadrados, y un número de viviendas de 299 (entre las ya existentes y las previstas).
Para equipamientos en este sector se destinan 2.188 metros cuadrados, a espacios libres, 9.050 metros y para viario, 24.798 metros cuadrados
Tras este paso, los siguientes procedimientos que se van a seguir son organizar la gestión y la contribución que deben realizan las partes implicadas, así como elaborar y aprobar el proyecto de urbanización que va a ser redactado por la Gerencia Municipal de Urbanismo.
La comisión de Ordenación del Territorio verá también el documento elaborado por la Gerencia de Urbanismo sobre identificación y delimitación de los distintos diseminados existentes en el término municipal de Málaga, con vistas a su regularización. Una vez que se apruebe inicialmente será puesto a exposición pública para ser sometido a las posibles alegaciones.