lunes, 16 de agosto de 2010

LA OTRA MÁLAGA

Aquí creamos una sección donde mostraremos las fotografías que nos mandéis, referentes al urbanismo de Málaga capital. Esperamos vuestra colaboración y comentarios.

Para acceder tenéis que ir a Páginas en el enlace derecho.


Vista de Málaga, desde el puente de Armiñan, río Guadalmedina. MÁLAGA 2010.


De verdad crees que esta imagen no hace daño a Málaga. Cuando van a reaccionar y actuar. Siempre podremos cerrar al tráfico, e impedir el acceso a los turistas, desviándolos por las nuevas rondas, avenidas, metro, kilómetros de carril bici, Ciudad Universitaria, Aeropuerto, Estación de Tren o el Palmeral de las Sorpresas. Aunque para sorpresas...

Propongo esta imagen, como cartel de la futura Capital Europea de la Cultura 2016. Tenemos tiempo para cambiar la imagen y el eslogan."A 50 metros del Centro Histórico y Cultural de Málaga viaje al pasado, a los años 50."

Vamos a ponernos a trabajar. CONTIGO ES POSIBLE.

MALAGA. El alcalde quiere peatonalizar la Marina, pero descarta el intercambiador. (LAOPINION)

Quiere aprovechar la obra de construcción del metro para estudiar cómo soterrar la circulación

El Ayuntamiento estudia peatonalizar la plaza de la Marina.
El Ayuntamiento estudia peatonalizar la plaza de la Marina. J.A.

MIGUEL FERRARY. MÁLAGA La construcción del metro se está convirtiendo en la mejor excusa para repensar y rediseñar la ciudad. A la Carretera de Cádiz y calle La Unión, el Ayuntamiento de Málaga quiere sumar la plaza de la Marina. El alcalde, Francisco de la Torre, apuesta por peatonalizar este espacio aprovechando la obra del suburbano.


«Tenemos el proyecto de ese tramo del metro para analizarlo y vamos a ver si por un poco más de coste añadimos la peatonalización de la plaza de la Marina», apuntó el regidor malagueño, quien destacó la importancia de conseguir un paso directo entre el Centro y el Puerto sin interrupción de tráfico.
De la Torre reconoció que hay que pensar muy bien el proyecto: «Es una obra que tiene su dificultad, porque la bocana del túnel para desviar el tráfico no es estéticamente muy correcta y provoca mucho ruido. Eso hay que resolverlo». Este túnel permitiría llevar el tráfico bajo la superficie, pasando por el aparcamiento.


Este es un proyecto largamente deseado por el Consistorio, que ya lo intentó hace unos cinco años y se encontró con la negativa de la Junta y del Ministerio de Fomento, ya que en ese momento se vinculó a la construcción de un gran intercambiador de transporte y fue rechazado. En esta ocasión, De la Torre descarta esta infraestructura y apuesta por construirla bajo la Explanada de Renfe, donde cuenta con el apoyo de la administración autonómica.
De hecho, el documento consensuado con la Junta del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) contempla la calificación de la actual estación de autobuses como suelo para oficinas. Esto supondría eliminar la actual estación, que se trasladaría al futuro intercambiador subterráneo frente a la estación de Renfe. Liberado el suelo, se podrían desarrollar proyectos de oficinas con el sector privado que permitan obtener unas plusvalías «que financien al menos una parte del intercambiador».


Esta infraestructura permitiría conectar la estación de Renfe, el metro, los autobuses interurbanos y se podrían llevar las cabeceras de los autobuses de la EMT, que ahora están concentradas en la Alameda. Eso liberaría el espacio suficiente de la Alameda para acometer la peatonalización de una parte de esta vía, continuando la actuación de la plaza de la Marina. El enlace con el metro en unos pocos metros, además, aseguraría la conexión entre estos medios de transporte público.

MALAGA. Testigos de una obra sin fin. (MALAGAHOY)

Urbanismo comienza la tercera fase de reurbanización de la calle Cuarteles, que deberá estar antes de 2011 · Comerciantes se quejan de su efecto, que suman al de otras obras como el aparcamiento de Salitre y el Metro

S. SÁNCHEZ / MÁLAGA | ACTUALIZADO 16.08.2010 - 01:00
Cuatro años conviviendo con el polvo, el ruido de las máquinas, con las pantalladoras que muerden el suelo, con los obreros que reponen lo antes demolido... Esta descripción, tantas veces usada para describir las penurias de los vecinos de Carretera de Cádiz, no alude a esta zona de la ciudad, sino a otra más próxima al centro. Los vecinos y comerciantes de El Perchel son testigos desde hace cuatro años de una secuencia continuada de proyectos: el aparcamiento de la calle Salitre y su reurbanización; las obras de desdoblamiento de la línea del Cercanías en la calle Cuarteles y todas las fases de cierre que esta vía sufre aún, y cómo no, el comienzo de los tajos del Metro en Callejones del Perchel.

Un paseo visual por este espacio permite comprobar cómo a la finalización de unas obras ha traído casi sin descanso el inicio de otras. Ahora, por ejemplo, las máquinas levantan la acera norte del tramo final de Salitre, al parecer para ampliar la reurbanización efectuada en la parte afectada en su día por el aparcamiento, y el Ayuntamiento acomete el último y definitivo tajo de la reposición de Cuarteles.

Dos han sido las actuaciones que en los últimos años se han efectuado en este vía. Primero fue el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), dependiente del Ministerio de Fomento, el que tras mantener abierto en canal durante algo más de tres años la parte entre la estación de Renfe y la calle Plaza de Toros Viejas, cerró y dignificó este espacio, ensanchando las aceras y reduciendo a los carriles. El modelo, diseñado por el Consistorio, es el que se quiere implantar para el resto de la vía, pero la tarea se alarga más de lo previsto.

La Gerencia de Urbanismo quiso aprovechar el primer Fondo Estatal de Inversión Local (Feil) para actuar sobre la zona restante, es decir, entre Plaza de Toros Viejas y el cruce con Pasillo del Matadero. Redactado el proyecto, adjudicada la obra y puesta en marcha la actuación, los técnicos del departamento acabaron por darse cuenta de que el dinero del que se disponía, 423.000 euros, no era suficiente para acometer íntegramente la intervención.

El problema es que sólo se previó levantar las aceras, cambiar el pavimento e instalaciones, sin tocar en absoluto el asfalto de la calle, más elevado de lo normal. Esta circunstancia obligó al Ayuntamiento a destinar la cuantía aportada por el Gobierno central a una fase menor de la contemplada de inicio, aplazando el resto para una segunda etapa, que es la que ahora acaba de iniciarse con cargo al segundo Plaza Zapatero. La empresa Imaga, adjudicataria de la intervención, dispone de cinco meses para desarrollar unos trabajos valorados en 530.000 euros y que, de no demorarse en exceso, debe permitir a los vecinos y comerciantes del entorno disfrutar de la nueva calle Cuarteles antes de fin de año. Una fecha nada baladí para los comerciantes.

"Es importante que acaben antes de final de año, porque para nosotros las fiestas navideñas pueden representar un repunte en las ventas", comenta Julio Basterrechea, gerente de la Asociación de Comerciantes de la zona de El Perchel.

El representante de los comerciantes admite cierta "resignación" entre los afectados, toda vez que no es la primera que se anuncia una fecha de culminación y no se cumple. "El gran problema del que se quejan los comerciantes es el punto de transición entre la zona donde terminaron la fase previa y lo que queda por hacer, porque cada vehículo que pasa levanta mucha tierra, mucho polvo y se vuelven locos limpiando permanentemente", comenta.

Pero el gerente de los comerciantes subraya que el efecto que pesa sobre la zona no radica solo en la obra de Cuarteles, sino que hay que ampliarlo a los trabajos de Salitre, del Metro y a la construcción del mercado de El Carmen en Plaza de Toros Viejas. "Estamos rodeados", apostilla, al tiempo que destaca que el que sean obras tan continuadas ha acabado por desesperar a algún que otro comerciante, que ha optado por el cierre.

Eso sí, la última fase de calle Cuarteles permitirá dotar la zona de aceras mucho más amplias que las actuales, rebajando además el espacio destinado al vehículo privado a un solo carril (frente a los dos anteriores), a la vez que se fija una plataforma reservada para el transporte público.

Casi la mitad de los municipios ha adaptado su PGOU a la ley de 2003. (ELPAIS)

La vía parcial habilitada en 2008 se desbloquea con 224 revisiones

DIEGO NARVÁEZ - Málaga - 16/08/2010


La Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía (LOUA) que entró en vigor en enero de 2003 otorgó un margen de cuatro años para que los municipios adaptaran a ella su planeamiento urbanístico, pues a partir de ese plazo no es que se declararan extintos, sino que no se admitirían modificaciones parciales ni otras gestiones que requirieran permiso autonómico. Siete años y siete meses después, 325 municipios tienen adaptado su planeamiento a la ley, según datos de la Consejería de Obras Públicas y Vivienda.


No suman ni la mitad de los ayuntamientos, apenas un 42% del total, aunque en ellos reside el 68% de la población andaluza, por lo que cabría hablar de un estancamiento. Pero si se tiene en cuenta que hasta diciembre de 2008 apenas 116 ayuntamientos habían adaptado su Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), la conclusión es que en el último año y medio se ha producido un avance de consideración: en apenas 19 meses se han adecuado 209 planes, más del doble que los que se revisaron en siete años. Y otros 209 están en tramitación, con lo que a comienzos de 2011 podrían estar ya adaptados el 69% de los municipios.

Lo que ha ocurrido en este tiempo es que una gran mayoría de ayuntamientos ha optado por la revisión parcial, una fórmula habilitada por un decreto de la Junta de enero de 2008 que perseguía precisamente acelerar el proceso de adaptación. Se trata de un atajo que preferentemente persigue disponer de suelo para VPO y cumplir los objetivos del plan de vivienda.

Las previsiones de los 325 planes adaptados suman suelo disponible para 224.286 VPO, de las que 123.017 corresponden a los municipios que han optado por la adaptación parcial.

La adaptación parcial debe recoger la clasificación de la totalidad del suelo de un municipio, delimitando las superficies adscritas a cada clase y los sistemas generales. En ningún caso pueden calificar nuevos suelos urbanos ni urbanizables, ni alterar los parámetros de edificabilidad y densidad, ni modificar las ordenanzas de uso del suelo, que requieren la revisión completa del PGOU, por lo que la parcial puede considerarse una adaptación a cuenta por la vía rápida, ya que el procedimiento puede resolverse entre tres y cinco meses.

Esta vía rápida ha sido usada por ejemplo por la mitad de los 28 municipios de más de 50.000 habitantes, aquellos que justamente más necesidad tienen de VPO (Córdoba, Granada, Huelva, Jaén, Algeciras, Chiclana, El Puerto de Santa María, La Línea, Sanlúcar de Barrameda, Linares, Mijas, Vélez Málaga, Alcalá de Guadaíra y Dos Hermanas). En tramites de revisión parcial está Estepona.

De estas ciudades principales solo la cuarta parte han logrado dotarse de un nuevo PGOU completo: Sevilla, Jerez, Marbella, Fuengirola, Motril, El Ejido y Roquetas. Otras seis más tienen la revisión total en distinta fase de tramitación: Málaga (a punto de la aprobación definitiva), Cádiz, Almería, San Fernando, Benalmádena y Torremolinos.

La elaboración de un PGOU es un procedimiento normalmente muy complejo que requiere de varios años. El procedimiento de revisión se ha complicado además por los cambios normativos, la elaboración de planes de ordenación territoriales en las zonas del litoral, a los que deben estar adaptados los municipales, y el cambio de ciclo en el sector inmobiliario y de la construcción que ha hecho cambiar radicalmente las perspectivas.

Los municipios costeros, donde más presión urbanística hay, son generalmente los más retrasados. De los 101 que han completado la revisión del PGOU, 23 son de Granada; 19 de Córdoba; 17 de Sevilla, 13 de Huelva; 10 de Jaén; ocho de Cádiz; seis de Almería y solo cinco de Málaga.

En adaptaciones parciales, Sevilla es la provincia con más municipios (54), seguida de Almería (34), Huelva (29), Málaga (27), Granada (26), Jaén y Cádiz (22) y Córdoba (10).