miércoles, 16 de mayo de 2012

Majestic: urbanismo, seguridad privada y caballos en la Costa (Málaga Hoy)


Los negocios de los inversores vinculados a la empresa que centra la investigación
E. MALDONADO · M. VIDAL / MÁLAGA | ACTUALIZADO 16.05.2012 - 01:00
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La promotora Majestic Group, epicentro de la investigación desarrollada en Casares contra el crimen organizado, es sólo un brazo de un cóctel de intereses que entrelazan los negocios inmobiliarios con la seguridad privada y hasta la gestión del hipódromo de Mijas. Majestic Construction and Development Group está vinculada a Anne Chahbazian, una septuagenaria detenida el lunes en la operación conjunta de la Policía Nacional y la Guardia Civil que al cierre de esta edición declaraba ante el juez instructor de Estepona. Anne ha sido durante años la cara visible de esta empresa, si bien su administrador único es Robert Gaspar, que no ha sido detenido aunque sí ha sido objeto de un registro en Marbella. Además, la promotora cuenta con un apoderado, Robert Mani. 

Conocida en esa zona como La Rusa, aunque es de nacionalidad ucraniana, se instaló en Casares a comienzos de la década pasada. Algunas fuentes sitúan su llegada en el periodo en el que gobernó el GIL en el municipio (1995-2000). Los vecinos la recuerdan tanto a ella como a sus hijos, Robert y Frank. Eran los que habitualmente acudían a Casares para ocuparse de los asuntos de la promotora. 

Majestic Development Group se constituyó en 2002 con un capital social de 3.000 euros. Poco después de un año desembolsó más de 8 millones de euros en una ampliación de capital y comenzó a levantar la promoción de viviendas de lujo, que llegaron a comercializarse hasta por 1 millón de euros, en la zona próxima al litoral que por aquellos años todavía estaba virgen. Para reunir todos los suelos que necesitaba para la urbanización, la promotora se fijó en un par de parcelas colindantes que eran propiedad del Ayuntamiento de Casares. 

A finales de 2004 firmó con el alcalde, Juan Sánchez (IU), un convenio urbanístico que contemplaba la cesión de los suelos a cambio de que la empresa construyera un aparcamiento municipal en el casco urbano. Desde la oposición, el grupo socialista llevó el asunto a la Fiscalía Anticorrupción en 2007. Entendía que se habían valorado a la baja los terrenos y que el municipio perdía. Nunca se supo más del asunto. Lo cierto es que los suelos se entregaron y Majestic comenzó a construir un parking, aunque nunca lo terminó las obras. Actualmente este aparcamiento público está en estructura y cerrado al público. 

Al mismo tiempo que la urbanización tomaba cuerpo, los negocios vinculados a los responsables de Majestic comenzaron a expandirse y diversificarse. El 18 de noviembre de 2003 , sólo ocho días antes de que se sacara a concurso la gestión del hipódromo de Mijas, se constituyó la sociedad Carrera Entertaintment Corporation, presidida por Robert Mani. El entonces alcalde de Mijas, Agustín Moreno (PSOE), le adjudicó la explotación del complejo hípico, una aventura que acabó como el rosario de la aurora. En 2008, cuando el Ayuntamiento retomó la gestión, se publicó que la sociedad adeudaba 687.000 euros a la seguridad social y 1,3 millones a Hacienda, además de varias nóminas a los trabajador. 

La seguridad privada fue el otro campo que captó el interés de este grupo. En marzo de 2004 Robert Mani formalizó la compra de una empresa de seguridad que rebautizó como Majestic de Seguridad. Fue administrador único hasta que en 2006 la sustituyó como socia única de la entidad Anne Chahbazian.

"No sé si alguien todavía mira dónde está la verja; yo es que según paso por allí ni la veo" (Málaga Hoy)


Insiste en que el "problema" no está en la valla del puerto sino en la "autopista" en la que se ha convertido el Paseo de los Curas
S. SÁNCHEZ / MÁLAGA | ACTUALIZADO 16.05.2012 - 07:27

Un año después de la inauguración del Palmeral de las Sorpresas, el arquitecto responsable de su diseño, Jerónimo Junquera, volvió a Málaga. Lo hizo para participar en la presentación de un libro sobre la ejecución de esta obra, hoy nuevo referente de la ciudad, y formar parte de un coloquio organizado en el marco de la Semana Marítima Europea que se celebra en la ciudad. Siempre claro en sus argumentos, destaca la trascendencia del espacio y cuestiona el debate perenne sobre la verja que separa la urbe del puerto.

-El resultado del Palmeral de las Sorpresas ¿es el que esperaba?
 
-Creo que sí. Es verdad que no vivo en Málaga, pero todo el mundo que me comenta me dice que se está utilizando muy bien, que va mucha gente. Lo que me parece muy importante es que el éxito de esta operación no es sólo el palmeral sino la continuidad de lo que se inició con la calle Larios, que busca un espacio de referencia para la ciudad, un espacio público que esté a la escala de la ciudad moderna. Porque la Plaza de la Constitución y Larios están muy bien para el centro histórico, pero Málaga es hoy día una ciudad más grande, necesitaba un espacio donde pasen muchas cosas, con capacidad para muchos actos. 

-Habla usted de una ligazón de escenarios urbanos.
 
-El éxito del eje Plaza de la Constitución-Larios-Palmeral-Muelle 1 es lo mejor para Málaga, la suma de tres eslabones. Nuestro proyecto nació más de pensar en esas piezas que sólo en el Palmeral. Sólo falta una cosa, ver cómo vamos desde la calle Larios hasta el Palmeral, que está sin resolver.
 
-¿El Palmeral de las Sorpresas se ha convertido en la sala de estar de la ciudad?
 
-Sí, exactamente. Está pensado así, con muchos sitios para sentarse... Queda pendiente la apertura de los bares... El Palmeral, a otra escala, viene a ser lo que fue la Plaza de la Constitución en su momento.
 
-Con la perspectiva del tiempo, cabe destacar que se trató de una intervención sumamente compleja. 
 
-Todos los arquitectos que han visitado el palmeral, más allá de que les guste o no, destacan la precisión con la que está ejecutado. La pérgola es una obra de ingeniería destacada, pero los pequeños detalles también están hechos con mucho mimo. Una obra es un equipo. La constructora se lo tomó como un reto personal y lo hizo con mucho cariño. También es verdad que la polémica de los políticos y los medios a veces desazona un poco.
 
-¿A qué se refiere?
 
-A la historia de la verja. No sé si alguien todavía mira a dónde está la verja o no, porque yo es que, según paso por allí, ni la veo; con la cantidad de cosas que hay como para mirar una verja. El problema es que tienes una autopista. Si no hay una verja o un escalón problemático la prensa no vende. Todas las ciudades de litoral, que tienen operaciones de recuperación del espacio portuario, tienen el problema de tráfico, le pasó a Trieste, a Barcelona... Pero es ahí donde hay que entrar en el debate. A todos los especialistas en tráfico urbano les falta siempre un carril de tráfico más. Pero la cuestión es ¿se puede resolver eso de otra forma? No lo sé. ¿Los coches tienen que ir rápidos o lentos? Lo que es evidente es que siempre faltará un carril. ¿Aquí quién manda, el coche o los ciudadanos? Eso es algo que tiene que discutirse. ¿Qué pasó con la calle Larios? El centro de Málaga se muere, eso es lo que se decía, pues aplíquese el cuento. Es verdad que las condiciones de tráfico son totalmente distintas; pero lo que no puede ser es todos los días un carril más.
 
-A usted el debate sobre verja sí, verja no...
-El asunto de la verja lo considero una anécdota para armar bulla. Es una protección necesaria en el actual escenario. Si no pasase nadie, que es algo que estaba puesto en el concurso, o pasasen despacio, lo que habría que hacer es rellenar y fundir a la misma cota el Palmeral y el Parque. Pero eso no es tan fácil.
 
-Las tres entradas previstas, ¿son suficientes?
 
-No puedes abrir un parque de estos con una escalera a una autopista. Lo que siempre hemos propuesto es hacer un badén para que el peatón pueda pasar a la misma altura desde el Parque al Palmeral; eso provocaría que los coches pasasen pero más despacio.

La Junta restaurará dos maquetas de la Catedral de Málaga realizadas en el siglo XVI (SUR))


El Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH), entidad científica de la Consejería de Cultura y Deportes de la Junta de Andalucía, restaurará dos modelos o maquetas de la Catedral de Málaga que forman parte de los fondos del Museo de Málaga. Las piezas ya se encuentran en los talleres de restauración del IAPH en su sede central, en el monasterio de la Cartuja de Sevilla, y este organismo será el que se encargue de adecuarlas para ser presentadas como material de difusión en la museografía de la colección permanente que se expondrá en el futuro Museo de Málaga, en el Palacio de la Aduana.
Las maquetas están realizadas en caliza y mortero de yeso mezclado con gravilla, con entramado interno metálico. La más grande, que formó parte de la exposición 'Carlos V. Las armas y las letras' celebrada en Granada en el año 2000, mide unos dos metros de altura y tres de anchura, mientras que la menor, que corresponde a una capilla mayor o cimborrio, mide 160 por 96 centímetros.
Ambas piezas están vinculadas a Diego de Vergara (1499-1583), maestro mayor de la Catedral de Málaga desde 1548. Fueron realizadas por el propio maestro mayor como medio más eficaz para transmitir sus ideas a los promotores de la obra y a los oficiales de la fábrica, práctica que era habitual entre los arquitectos, como Brunelleschi o Miguel Ángel.
Cuando ya no servían, las maquetas se destruían, como es el caso de estas dos, que fueron utilizadas como material de relleno en un muro en la cabecera de la Catedral. Su hallazgo se produjo en 1931, cuando se demolieron unas casas adosadas al primer templo de la diócesis malagueña.

El alcalde urge a Junta y Puerto a dragar la desembocadura del Guadalmedina (SUR))


El presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique Linde, afirma que «limpar el río no es su competencia pero se prestará a colaborar»
16.05.2012 - 
NOEMI R. NAVAS nrodriguez@diariosur.es
 
MÁLAGA.

El alcalde urge a Junta y Puerto a dragar la desembocadura del Guadalmedina
Los vecinos se quejan de los malos olores en el cauce. :: N. R. N.
Las protestas de vecinos y comerciantes del Ensanche de Heredia han llegado a lo más alto. La gravedad del impacto ambiental y el hedor que padece el entorno de la desembocadura del Guadalmedina por el estancamiento de las aguas ha llevado al alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, a pedir «una primera solución urgente y el posterior inicio de medidas definitivas para resolver el problema».
El primer edil envió ayer sendas cartas a la delegada de Gobierno de la Junta de Andalucía en Málaga, Susana Radío, y al presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique Linde, en las que expone que esta última «es la administración a la que corresponde realizar la operación más urgente, limpieza y dragado de tramo final del río». El escrito señala que a la Junta le compete «buscar la solución adecuada» de forma definitiva «al estar transferidas las competencias en materia hidráulica» desde que recibió la extinta Confederación Hidrográfica del Sur.
Estas actuaciones harían posible según el regidor, la puesta en marcha de nuevo de la instalación de bombeo -ahora obstruida- que en los últimos años había logrado la reducción de malos olores en la zona entre los puentes del Perchel y el Carmen. «Las quejas vecinales están absolutamente justificadas y su origen radica en el error cometido en el diseño hidráulico de esa desembocadura y las posteriores ampliaciones de los muelles».
De la Torre asegura que ambas causas «han acumulado una extraordinaria cantidad de cieno» que se deposita en el lecho final del río, procedente casi en su totalidad de los arrastres producidos por la limpieza de los fondos y desembalses de la presa de El Limonero y, en menor cuantía, por los aportes de los diferentes arroyos que vierten al río aguas debajo de la presa.
El alcalde recuerda que el Ayuntamiento ha realizado «repetitivos y costosos trabajos de limpieza en el tramo final del cauce. Si bien, ni son suficientes ni sirven para eliminar todo el lodo acumulado, especialmente porque el fondo es una escollera e imposibilita y dificulta la utilización de maquinaria impidiendo la retirada total de los mismos, por lo que hay que limpiarlo a mano a través de buzos».
Además, afirma, «la zona del río que queda en el interior del cerramiento del Puerto resulta inaccesible, al quedar los márgenes encajonados entre los muelles últimamente prolongados y dentro de la zona acotada del Puerto».
Con esto, la limpieza del río se antoja complicada, ya que el responsable del Puerto, Enrique Linde, asegura que la actuación que demandan vecinos y Ayuntamiento supera las competencias de la Autoridad Portuaria.
«Las obras de los muelles empezaron hace diez años y se han hecho con todos los permisos pertinentes de impacto ambiental aprobados por el Ayuntamiento y Emasa», destacó Linde, tras comprometerse no obstante a estudiar el caso y colaborar en la limpieza del río si es necesario.
Tanto la Junta a través de la delegación de Medio Ambiente como la Autoridad Portuaria, se han comprometido a valorar una posible intervención en la retirada del lodo y residuos de la desembocadura, aunque insisten en todo momento «que se trata de un asunto de competencia municipal». «No me consta ningún tipo de requerimiento por parte del Consistorio pero si hay que ayudar con la limpieza se hará por el bienestar vecinal», subrayó Linde.
«Los malos olores ya existían»
El presidente de la administración recalcó que las transformaciones de los muelles han contado con todos los controles de seguridad necesarios y solo se detectó un problema en San Andrés y Huelin que ya fue solventado. «Los malos olores existían antes y después del proyecto que se remonta a 2003. El muelle no lo vamos a tirar», declaró.

Jerónimo Junquera, arquitecto del Palmeral de las Sorpresas: «La verja debe quedarse como está, yo no abriría entradas al Palmeral» (SUR)


Junquera aboga por aprovechar esta época de carestía para pensar cómo tiene que ser la peatonalización de la plaza de la Marina



Jerónimo Junquera, arquitecto del Palmeral de las Sorpresas: «La verja debe quedarse como está, yo no abriría entradas al Palmeral»
Junquera presentó ayer un libro sobre el Palmeral en el que también ha colaborado Heliopol. :: SUR
El arquitecto Jerónimo Junquera presentó ayer en Málaga un libro editado por la empresa valenciana General de Ediciones de Arquitectura sobre el proyecto del Palmeral de las Sorpresas, que cumple un año abierto a los ciudadanos en el muelle del paseo de los Curas.
-¿Como se encuentra de salud el Palmeral un año después?
-No vivo en Málaga pero, por las referencias que tengo de amigos, es un lugar que sorprende y que es muy utilizado por los ciudadanos.
-Al no haberse abierto aún los bares ni dos de los tres edificios construidos, todavía da la sensación de que el Palmeral es un pasillo de paso hacia el muelle 1.
-El Palmeral está concebido como un lugar de referencia en el recorrido desde la plaza de la Constitución a la Farola, y viceversa. En ese recorrido falta una pieza clave que es la plaza de la Marina, que aún está por resolver. Los bares serán un apoyo importante en este tránsito, pero nunca hemos pretendido que sea un espacio de bullicio como el muelle de la Farola.
-En las actuales circunstancias económicas parece complicado que se acometa el proyecto para peatonalizar la plaza de la Marina. ¿Qué se podría hacer al respecto?
-Estos tiempos de recesión económica son buenos para pensar y para definir los proyectos del futuro. Es necesario pensar qué se va a hacer para conectar el Centro de Málaga con ese nuevo centro marítimo que son los muelles 1 y 2. Ambos centros tienen que formar una unidad y para eso falta la plaza de la Marina.
-El proyecto de tercer carril redactado por el Ayuntamiento prevé la realización de dos pasos de peatones con semáforos para conectar el Palmeral con el paseo del Parque a la altura de los que ya existen en su acera sur. ¿Es partidario de suprimir la verja a la altura de estos pasos para habilitar entradas a la plataforma del Palmeral?
-Depende de cómo. Si lo que se trata es de hacer una escalerita para salir a una autopista de seis carriles, pues no. Si se plantea una conexión entre el Palmeral y el Parque tiene que ser con un diseño muy específico que debe hacer que el peatón domine al coche, pero no al revés. Imagínese bajar del Palmeral para llegar a una acerita y seis carriles de tráfico por delante. En el concurso propusimos hacer un gran badén para que el coche frene. Los semáforos no funcionan. ¿Va a tener la gente que estar esperando para cruzar en una acerita de metro y medio? Es imposible. Lo dirán los ciudadanos, pero me parece que, mientras estén las cosas como están, yo no abriría ninguna entrada al Palmeral desde el paseo de los Curas, lo dejaría como está.
-Todavía hay opiniones en contra de la permanencia de la antigua verja portuaria. ¿Qué le diría a los que la rechazan?
-De la verja he contado ya tantas cosas que prefiero no hablar. En primer lugar, es que ya casi ni se ve y, en segundo, permite gozar de un sitio protegido de una autopista. Da incluso una sensación de confort, de que algo te protege de la enorme circulación del paseo de los Curas.

«Nadie me advirtió de que conceder aquella licencia de obras era ilegal» (SUR)


El exalcalde de Canillas de Aceituno afronta su tercer juicio por autorizar la construcción de viviendas en suelo no urbanizable

«Nadie me advirtió de que conceder aquella licencia de obras era ilegal»
José Manuel Aranda tiene varias causas pendientes. :: ANTONIO SALAS
El exalcalde de Canillas de Aceituno, José Manuel Aranda, afronta su tercer juicio por autorizar durante su etapa como regidor de la localidad licencias para la construcción de viviendas unifamiliares en suelo no urbanizable. Como en anteriores ocasiones, el exregidor se proclamó inocente y declaró que ignoraba que la licencia que autorizó no se ajustaba a la legalidad porque nadie le advirtió de ello. Aranda abandonó la Alcaldía en marzo del año pasado tras ser condenado por la Audiencia de Málaga a nueve años de inhabilitación por delito urbanístico.
El caso enjuiciado ayer se remonta a 2004, cuando aprobó la licencia solicitada por un particular para la construcción de una vivienda unifamiliar en unos terrenos situados junto al río Bermuza, en los que, según el fiscal, no se podía edificar al tratarse de suelo no urbanizable. El dueño de la vivienda también está acusado de delito urbanístico. El fiscal pide para este último una pena de dieciocho meses de cárcel mientras que para el exalcalde solicita un año de prisión e inhabilitación.
La vivienda, con una superficie de casi 300 metros cuadrados distribuidos en tres plantas, fue levantada por el particular en una finca de 702 metros. La acusación pública sostiene que José Manuel Aranda «actuó con pleno conocimiento de la ilegalidad urbanística» y autorizó la licencia para la construcción en un suelo calificado por el Plan de Ordenación Urbana como no urbanizable.
El exalcalde se defendió: «Por aquel entonces no teníamos técnicos en el Ayuntamiento y el criterio para saber si se podía construir, era comprobar si había agua, luz, accesos asfaltados y recogida de residuos. Entonces era urbano y se daba el permiso. Yo consulté la licencia con el equipo técnico redactor que contratamos para el avance de las normas subsidiarias y no hubo objeciones. Nadie me advirtió de que aquello era ilegal». Aranda explicó que en aquellos tiempos no se realizaban ni informes técnico ni jurídicos para los permisos de obras.
Sobre el informe desfavorable a la concesión de la licencia por no contar la finca con la superficie exigida en la Ley de Ordenación Urbana de Andalucía (LOUA) y que fue emitido por la secretaria municipal, el exalcalde dijo que lo conoció «con posterioridad» a la firma del decreto concediendo la licencia de obras.
Doscientos años
Aranda explicó ante el juez que río Bermuza es un enclave «con un núcleo urbano histórico, con casas desde hace doscientos años».
Por su parte, el dueño de la casa declaró que se enteró de la irregularidad «cuando vinieron los agentes del Seprona y me pidieron la documentación». Explicó que fue a informarse en el Ayuntamiento y le pidieron que rellenara una solicitud y aportara un proyecto básico de la obra a realizar. «Pagué las tasas y a los diez días recibí la carta con la licencia aprobada», dijo. Añadió que siempre consideró que en la finca se podía construir porque en la misma zona hay varias casas y hay agua, luz, pavimento y recogida de basuras.
Este es el tercer juicio por delito urbanístico para Aranda. En el primero resultó condenado y le costó el cargo, al ser inhabilitado. En el segundo fue absuelto, aunque la sentencia está recurrida por la Fiscalía. Además tiene pendiente otra causa más, cuya vista oral ha sido aplazada al mes próximo mes de octubre.