domingo, 13 de diciembre de 2009

MÁLAGA Veinte años del cambio de postal de Málaga. (SUR)

13.12.2009 -
ANTONIO ROCHE

Veinte años del cambio de postal de Málaga
Postal. Esta era la imagen más divulgada de la ciudad antes de la remodelación de la plaza. ::SUR
La fuente luminosa estaba rodeada de una extensión de césped. Había palmeras y plataneras. Detrás,el cenachero y el biznaguero, esculturas en bronce de Jaime Fernández Pimentel, daban la bienvenida a los que salían del puerto. Simbolizaban a dos personajes populares de Málaga. En la Acera de la Marina se percibía los toldos de dos concurridísimas cafeterías, Puerto Rico y Solymar. Los coches aparcados en superficie copaban prácticamente toda la plaza, dejando libres los carriles para la circulación.

Esa era la postal tradicional de Málaga en la década de los sesenta, setenta y ochenta, la que compraban los turistas para llevársela de recuerdo, la que ilustraba folletos turísticos. Era la carta de presentación de una ciudad abierta, milenaria y multicultural.

Pero todo cambió cuando el Ayuntamiento que presidía Pedro Aparicio reordenó la plaza de la Marina y construyó un aparcamiento subterráneo para dar respuesta a las necesidades del momento. Sin embargo, la idea viene de su predecesor, Luis Merino Bayona. La historia de este equipamiento arranca en 1977, cuando los servicios técnicos municipales consideraron la conveniencia de acometer la construcción de aparcamientos subterráneos en los puntos adecuados de la ciudad y cuyo subsuelo lo permitiese.

Adjudicación a Comapar
Por aquel entonces es cuando se escoge, como emplazamiento de prioridad, la entonces denominada plaza de Queipo de Llano, y, tras la celebración de un concurso público, se adjudica su realización y explotación posterior a la Compañía Malagueña de Aparcamientos (Comapar), sociedad que presidía Manuel Martín Almendro, que fue también presidente de la Cámara de Comercio. Entrado en el verano de aquel año -1977- se iniciaron los trabajos conforme a un proyecto que, una vez ejecutado, ofrecería un aparcamiento subterráneo de 21.70 metros cuadrados de superficie, distribuidos en tres plantas, que proporcionarían 872 estacionamiento de 25 metros cuadrados cada uno. El plazo para su construcción se estimaba en veinte meses, ascendiendo el presupuesto global a un total de 350 millones de pesetas -2.103.000 euros-, a cargo del adjudicatario.

En junio de 1978 concluyó la primera fase, que consistía en la desviación de servicios. En esos momentos los trabajos se detuvieron a la vista de los problemas técnicos que surgieron. Hasta entonces se habían empleado 40 millones de pesetas -240.000 euros-. La empresa pidió a la corporación la modificación del proyecto original y proponía la construcción de una sola planta, en vez de tres. Argumentaba una razón: las peculiaridades del suelo ponían en riesgo tanto los edificios colindantes como el propio tráfico.

Resonancia pública
El asunto, que adquirió gran resonancia en la opinión pública malagueña, fue tratado en un pleno extraordinario el 7 de julio de 1978. La respuesta del consistorio fue tajante: el aparcamiento tenía que construirse conforme al proyecto original. Copamar contraatacó con un contencioso administrativo.

Con el cambio del equipo de gobierno y la llegada de Pedro Aparicio a la Alcaldía se retomaron las conversaciones con la empresa con el fin de desbloquear el proyecto tras un año con las obras paradas. Las divergencias no acabaron y, finalmente, el Ayuntamiento encargó al arquitecto catalán Manuel Solá la construcción de tan polémico y necesario equipamiento. Así, después de varios años de debates ciudadanos, el 14 de enero de 1987 se colocó la primera piedra del aparcamiento de la plaza de la Marina para 552 plazas. La obra se adjudicó a la empresa Entrecanales y Távora en 855 millones de pesetas -5,1 millones de euros- y con un plazo de ejecución de 15 meses. Pero ni el presupuesto ni el plazo se cumplieron por distintos motivos. La actuación superó finalmente los 1.500 millones de pesetas -nueve millones de euros- y duró casi tres años.

Restos arqueológicos
La aparición en septiembre de 1987 de los primeros restos arqueológicos, correspondientes al antiguo muro portuario, trajo consigo más polémica si cabe. En octubre, Urbanismo decidió la demolición de los restos y la reanudación de las obras, que estaban paralizadas. El asunto se complicó aún más con el hallazgo de restos de la muralla árabe. En mayo de 1988 se acordó la integración de estos restos en el propio aparcamiento, para lo que la Consejería de Cultura autorizó en enero de 1989 el desmoche de la muralla en unos pocos centímetros, para permitir que se terminaran las obras. Sin embargo, no fueron cinco, sino cincuenta los centímetros de altura de muralla que los operarios echaron abajo. Esta actuación se llevó a cabo bajo toldos, para impedir la visibilidad desde el exterior, y a destajo. La Dirección General de Bienes Culturales de la Junta ordenó el 20 de enero la paralización de las obras por la destrucción parcial de dos hileras de sillares de muralla y cuatro días después abrió el expediente sancionador.

Tal fue el dolor de cabeza que le dio este proyecto a Pedro Aparicio, que cuando se terminó la obra rehusó inaugurarla. La visitó en la madrugada anterior a su puesta en funcionamiento, que fue en la mañana del 16 de diciembre de 1989. Fue un discreto comienzo con el fin de aparcar la polémica. Desde ese día, Málaga perdió su tradicional postal.

MARBELLA. El edificio de Radio Nacional. (SUR)

13.12.2009 -
CATALINA URBANEJA ORTIZ

DÍAS pasados, hablábamos en Baeza de la gestión -o la mala gestión- de nuestros ayuntamientos sobre el Patrimonio Histórico, en unas Jornadas auspiciadas por la UNIA. En ellas se analizó la problemática actual y se trazaron planes de futuro. Finalizadas las mismas se firmó la 'Declaración de Baeza' con la esperanza de que los organismos tomen conciencia.

Somos muchos quienes los defendemos, aunque todos nos encontramos con los mismos obstáculos: indiferencia de los gobernantes, inferioridad ante los intereses urbanísticos y la apatía de un amplio sector de la población. Nuestros edificios históricos se destruyen sistemáticamente.

Y ese es el futuro de la Casa Sindical de Marbella, poco valorada arquitectónicamente y por ello utilizada con fines especulativos. Una descarada manipulación, otra vez en detrimento de esta ciudad. Marbella es un imán que atrae al fango, pese a la sequía.

Esta casona, inaugurada en 1955, fue proyectada por el arquitecto Juan Jáuregui Briales. Su construcción formaba parte de un conjunto de obras auspiciadas por el Movimiento: el mercado municipal, la Escuela de Marina, el Puerto Pesquero, el albergue para el Frente de Juventudes, el campamento del Pinar y viviendas sociales.

De escasa entidad monumental, es un edificio basado en la arquitectura popular andaluza, con dos cuerpos laterales unidos por un largo corredor en la primera planta que remata el acceso central al patio. Ocupa una parcela de dos mil metros cuadrados, compartidos entre la Hermandad de Labradores, la Cofradía de Pescadores y el Sindicato Vertical. Próxima ya a la década de los sesenta, las delegaciones comarcales de sindicatos fueron autorizadas para abrir filiales de la Cadena de Emisoras Sindicales. Por aquella época era delegado en Marbella Mateo Álvarez, quien decidió afrontar ese reto y fundar la primera emisora de radio en la Casa Sindical, en la zona que ocupaba el Gremio de la Construcción. Cuenta Juan Carlos Reina que emisor, locutorio y sala de control se instalaron en un habitáculo de unos 15 metros cuadrados.

Con medios precarios, un personal aficionado y voluntarioso, inició sus emisiones el 20 de marzo de 1959, siendo sus locutores Mari Carmen Sánchez y Juan Natera. Al principio sólo funcionaba unas horas al día con una programación basada en los discos dedicados que proporcionaron los primeros ingresos, destinados a cubrir el préstamo que un banco concedió para su montaje. En este espacio se ofrecía un menú de intérpretes y canciones, en consonancia con las preferencias musicales de la época, a los que el oyente debía ceñirse.

Junto a los estudios estaba el Sindicato Vertical, en el que los trabajadores resolvían sus conflictos laborales ante un abogado que venía de Málaga. Alguna que otra vez, cuando eran numerosos los demandantes, se llegaron a celebrar las conciliaciones en el patio, único espacio con capacidad para acogerlos. Luego llegó el INEM, la casona perdió funcionalidad y poco a poco se fue quedando sin uso. La marcha de Radio Nacional marcó el ocaso definitivo.

Nuevos planes, otras miras y proyectos sobre un solar ya sin uso. Una tentación ante la gran demanda de pisos, aunque luego no se vendan, y más locales comerciales a sumar a los ya cerrados. Gil proyectó un enorme rascacielos una vez fuese demolida la Casa Sindical, pero la Justicia lo impidió. Uno a cero. Mas el partido acababa de comenzar.

Proyecto truncado
El edificio era una oportunidad para paliar el déficit de equipamientos sociales y culturales. Una aspiración popular truncada por una subasta cuyo anuncio movilizó a todas las fuerzas sociales en marzo de 2005. Concentrados ante el edificio de RNE, los líderes políticos, incluida la actual alcaldesa, demandaban al gobierno su paralización. La propia Ángeles Muñoz anunció que instaría a los redactores del PGOU a que se mantuviese la misma calificación del suelo. Todo inútil, pues el edificio fue adjudicado a Tomás Olivo.

La 'operación Malaya' supuso un alivio para quienes deseaban la vuelta a la normalidad. Se acabaron las concesiones a los amigos, las Cañadas, los Bananas y casos similares. Con muy buen criterio, la gestora decidió que el edificio fuera para equipamientos sociales y culturales, de los que tan necesitada está Marbella. Pero el Plan fue posteriormente modificado.

La noticia de la semana es la proyectada demolición del inmueble con la aquiescencia de quienes gobiernan esta ciudad, sin valorar la opinión de sus administrados porque sufren una amnesia preocupante. Han sido modificadas las normas urbanísticas a conveniencia. Prefieren la demolición a la restauración, los edificios vanguardistas a los que heredamos de generaciones anteriores. El hormigón frente a los materiales tradicionales.

Tanta desidia da pena y rabia. Pero queda la esperanza de que, en el futuro, el mismo pueblo que ahora consiente esta pésima gestión patrimonial, exija responsabilidades. Y no estaría mal, porque, como se expuso en Baeza, el patrimonio debe constituirse en uno de los ejes principales de la educación del ciudadano.

MALAGA. Urbanismo y la Junta ultiman la reurbanización del segundo tramo de la calle Alcazabilla. (SUR)

La Gerencia de Urbanismo aprobará el miércoles el proyecto de ejecución de la obra para completar la remodelación de esta vía y unirla a la plaza de la Merced.


MIGUEL FERRARY. MÁLAGA El consejo de administración de la Gerencia Municipal de Urbanismo aprobará el próximo miércoles el proyecto de ejecución de la reurbanización de la calle Alcazabilla y Pozo del Rey, con idea de continuar con las obras que se están llevando a cabo frente al Teatro Romano.

Estos trabajos cuentan con un presupuesto de 845.000 euros y retomarán la obra justo desde la esquina con el cine Albéniz, donde acaban las actuaciones ahora en marcha y que afrontan la última etapa de su ejecución con la instalación de la nueva solería y renovación de las canalizaciones.

Este proyecto que se aprueba está incluido dentro del gran paquete de inversiones del Plan Turístico para Málaga, acordado entre la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Málaga con una consignación de 4,1 millones de euros. De hecho, será la primera actuación que se lleve a cabo de estas inversiones y que se empezará a ejecutar durante el primer trimestre del año próximo.

Esta actuación seguirá el mismo diseño que en las obras ahora en marcha, parecido al Parque, donde se ha utilizado piedra natural de color crema. Además, están estudiando la renovación del pavimento de la calle Granada desde la Merced hasta el Museo Picasso.

La aprobación del proyecto de ejecución en la Gerencia de Urbanismo es el último trámite antes de sacar a concurso estos trabajos, que permitirá continuar con la mejora de la calle Alcazabilla hasta su enlace con la plaza de la Merced. El objetivo es eliminar el actual pavimento provisional, que luce desde hace varios años a la espera de un proyecto definitivo que se ha ido retrasando por sucesivas catas arqueológicas.

Las obras se harán compatibles con la celebración de la Semana Santa, ya que Alcazabilla es zona de paso de algunas cofradías, y con el Festival de Cine Español, que tiene en el cine Albéniz una de sus principales sedes.
Precisamente la Gerencia de Urbanismo adjudicará en una semana la obra de remodelación del cine Albéniz, con idea de que se puedan ejecutar estos trabajos, con un presupuesto aproximado de un 1,8 millones de euros, antes de la celebración del festival. El proyecto supondrá un intenso lavado de cara del antiguo cine, que será la primera fase del proyecto de 6 millones de euros para rehabilitar este cine para uso municipal.

MALAGA. Jaque a la torre. (MALAGAHOY)

¿Rompería la imagen consolidada de Málaga? ¿Sería una oportunidad para la investigación? ¿Subvertiría el curso de la historia? Expertos opinan sobre la propuesta del obispo

E. M. / MÁLAGA | ACTUALIZADO 13.12.2009 - 01:00
El gobernador de Luisiana Bernardo de Gálvez logró convencer a Carlos III para que el dinero disponible para terminar la Catedral de Málaga se destinara a apoyar la Guerra de Secesión de Estados Unidos. La historiadora Marion Reder, profesora de Historia Contemporánea de la Universidad de Málaga (UMA), sostiene que no se trató de apoyo militar claro y evidente, sino de facilitar armas, alimentos, medicinas y mantas a las tropas levantadas contra el imperio británico. Esta es, al menos formalmente, la razón de que a la Catedral malagueña le falte la torre sur y de que la sociedad local haya invertido los últimos lustros en debatir si debería construirse o no.

La última edición del debate acaba de ser servido. El obispo, Jesús Catalá, ha anunciado que trabaja en un plan director para completar el proyecto original, en el que figuraban además de la segunda torre, otros elementos nunca ejecutados como una sacristía. La propuesta ha vuelto a prender las emociones. El concejal de Turismo y presidente del PP, Elías Bendodo, no puede ocultar que el tema le gusta. Defiende que esta vez el debate se haga desde " posiciones individuales" al margen de las posturas o decisiones políticas, porque las catedrales son "monumentos vivos" que se construyen "a lo largo de los siglos". Está convencido de que la Catedral, levantada entre los siglos XVI y XVIII y finalizada en 1782, con su segunda torre "quedaría muy bonita" y que este va a ser "el debate definitivo" no una reedición más después de más de dos siglos de polémica.

La catedrática de Historia del Arte de la UMA Rosario Camacho no lo tiene tan claro. Como "estudiosa de la ciudad" opina que "se hizo un gran proyecto arquitectónico" y lo ideal hubiera sido "que entonces se hubiera ejecutado". Ahora, la imagen de Málaga con su templo y una única torre "ha cobrado fuerza y se ha consolidado". Además, apunta que el casco histórico ha crecido y se ha conformado de acuerdo con esa realidad y agregar en este momento la inexistente torre "desequilibraría" la Plaza del Obispo.

El arquitecto Rafael Martín Delgado analiza el asunto en estos mismos términos. Este experto en rehabilitación que ha puesto su firma en la restauración de la Alcazaba, el Teatro Romano, el Museo Picasso y la propia Plaza del Obispo, entiende que levantar ahora la segunda torre no encontraría acomodo en un "trazado urbano" adaptado a la singularidad de la Catedral. No en vano, "la Plaza del Obispo es asimétrica".

El director de la Escuela de Arquitectura de la UMA, José Ramón Moreno, advierte, en cambio, que "desde el punto de vista patrimonial" la propuesta lanzada por el obispo "es coherente". "Teniendo en cuenta que las catedrales se construyen al pos de la historia no me parece mal completar un edificio. No es una locura, otra cosa es cómo se haga". Recuerda, por ejemplo, que la Catedral de Sevilla "es un edificio vivo en el que todavía hoy se están sustituyendo pilares de piedra". Para el director de Arquitectura partir de que "los edificios se hacen para toda la vida" es "una idea equivocada. Las arquitecturas góticas y renacentistas estaban en obras constantemente unas veces porque se aplazaban los trabajos cuando faltaba dinero y se retomaba cuando había fondos y otras veces por otras cuestiones". Agrega que se acaban de terminar las obras de la cubierta sin crear ningún sofoco en la opinión pública a pesar de que "no es una mera obra de rehabilitación" al provocar "una nueva imagen" del templo.

Al tiempo, observa que implicaría "recuperar técnicas constructivas que fueron importantísimas en España y Andalucía. Por ejemplo, Andalucía era una gloria internacional por sus sistemas de cantería con maestros como Andrés de Vandelvira", que también participó en algunos estudios de la catedral malagueña. Por último, resalta la oportunidad que representaría el proyecto para "mejorar la innovación y la investigación".

El geógrafo de la UMA Alfredo Rubio cree que no se debe torcer el curso de la historia: "No se puede subvertir lo que la historia ha hecho. Si la Catedral no se acabó, pues no se acabó. Además, me parece muy hermosa la explicación de por qué". Rubio defiende que hay necesidades perentorias "en el patrimonio local, incluido el de la iglesia, que se deben resolver. Incluso es necesario hacer buenas iglesias en los desarrollos urbanos actuales".

En cualquier caso, la decisión de qué hacer con la Catedral está en manos de la Junta al tratarse de un bien de interés cultural (BIC). El delegado de Cultura, Manuel García, apunta cauto que cuando llegue la documentación a su departamento "los técnicos la valorarán y estudiarán". Su opinión personal es que se trata de un "monumento terminado de un modo inacabado" circunstancia que forma parte de la identidad y de la "historia consolidada de esta ciudad".

Pero, ¿realmente existe demanda social? Thomas Genton, consejero de Cultura de la Embajada de Estados Unidos en España, aseguró hace unos días en una mesa redonda organizada por la asociación cultural Bernardo de Gálvez que años más tarde EEUU quiso devolver el gesto a la ciudadanía de Málaga y contribuir económicamente para terminar la torre sur, pero " la gente dijo que no, que se había acostumbrado a verla sin finalizar".

MALAGA. La terrible resaca de la pasión rusa en Pinares. (MALAGAHOY)

La aparente contundencia exhibida esta semana por Urbanismo con las obras irregulares en San Antón contrasta con su tibieza anterior y su apoyo al centro ruso.
JAVIER GÓMEZ / MÁLAGA | ACTUALIZADO 13.12.2009 - 01:0

Todo nuevo visitante en el despacho del entonces concejal de Urbanismo, Manuel Ramos, se sorprendía de la maqueta que presidía la estancia municipal. Llamaba la atención por lo pintoresco de la postal que proponía: la tradicional cúpula acebollada de las iglesias ortodoxas dominando la loma del Monte San Antón. Era sólo uno de los muchos edificios previstos en las lomas de Pinares por el Centro Hispano-Ruso, una iniciativa en suelo no urbanizable que marcó políticamente el año 2002 y elevó al máximo la tensión institucional entre el Ayuntamiento, que defendía la idea, y la Junta, que la rechazaba de plano. En junio de 2003, lo primero que hizo el recién llegado edil Juan Ramón Casero cuando ocupó aquel despacho fue ordenar la retirada de la maqueta y la devolución a su dueño y promotor de la idea, el empresario ruso Vladimir Beniachvili.

Como ocurre con ciertos amores, en pocos meses la pasión municipal con el proyecto se enfrió, después se tornó en desinterés y más tarde y hasta la actualidad se convirtió en dolor de cabeza recurrente para el alcalde, Francisco de la Torre. De ser considerado un inversor respetable que contaba con el aval del Gobierno ruso de Putin y el apoyo moral de Gorbachov, Beniachvili se ha convertido, presuntamente, en el mayor infractor urbanístico del que se tiene constancia en la ciudad.

En la última década ha levantado adosadas a su vivienda, también en Pinares de San Antón y junto a los terrenos en que estaba previsto el polémico complejo, una decena de construcciones irregulares sobre 6.500 metros de suelo parcialmente no urbanizable. Todo ello haciendo caso omiso de los distintos requerimientos, órdenes de paralización y de derribo que el Ayuntamiento ha ido emitiendo a lo largo de los años.

La oposición critica la "pasividad" municipal ante este desafío a la legalidad, mientras la Gerencia de Urbanismo acaba de lanzar un ultimátum esta semana al promotor ruso: o derriba todos los edificios sin permiso o el propio Consistorio lo hará subsidiariamente en el plazo de un mes. No es la primera vez que se lanza en balde esta amenaza, aunque según fuentes municipales, algunas "tretas" han imposibilitado hacer cumplir la legalidad hasta ahora. "Cada dos o tres meses se cambiaba el domicilio de la sociedad que promovía las obras, por lo que resultaba casi imposible notificarle los expedientes y sanciones en el tiempo que marca la legislación". Además, la Policía Local no ha tenido acceso a los terrenos. No fue hasta 2004 cuando la Gerencia de Urbanismo se hizo con una idea general de la envergadura de lo se construía: el entonces edil Juan Ramón Casero logró que la Policía Nacional le cediera su helicóptero para fotografiar las instalaciones. Casero y un técnico iban en ese vuelo espía. "Hasta entonces no sabíamos a ciencia cierta lo que allí estaba ocurriendo", recuerda.

Las obras continúan todavía, y aunque se supone que las construcciones son para su uso privado, cada vez se parecen más al centro hispano ruso que en su día se planteó, al contar con una piscina de casi mil metros cuadrados, decenas de apartamentos, pista de padel, sala de 526 metros cuadrados, cafetería-bar, varias saunas y hasta un nuevo vial de acceso. De momento lo ejecutado ha costado unos 865.000 euros, según los cálculos municipales.

Todo muy similar, aunque en modesto, al polémico proyecto de 30 millones de euros que la Junta suspendió el 18 de octubre de 2002, tras haber sido aprobado por el PP su plan por la vía de utilidad pública e interés social en el pleno del 27 de septiembre. Tres días antes, una publicación especial de cuatro páginas titulada Un gran proyecto para Málaga, glosaba en otro periódico local las virtudes del Centro Hispano-Ruso de Pinares de San Antón:

"La ciudad de Málaga acoge en estos días la propuesta de creación de lo que será el Centro Hispano-Ruso de Cultura y Deporte, un ambicioso complejo que acercará las culturas de España y Rusia bajo la tutela del Ayuntamiento de Málaga y con el beneplácito de las autoridades rusas. Diez pistas de tenis, seis de pádel, una piscina olímpica, complementada con varias infantiles, o un polideportivo que albergará a más de mil personas, son algunos de los elementos de los que constará este complejo, complementado con un teatro, un centro de arte, alojamientos y hasta una iglesia ortodoxa. La zona destinada para este singular centro es el enclave, aún por edificar, de los Pinares de San Antón, sobre una parcela de 125.000 metros cuadrados, de los que se construirán 14.395, pocos metros a edificar pueden parecer a más de uno en comparación con el total de la parcela, indicativo de un máximo respeto por el entorno natural característico de la zona...".

En el especial monográfico, aparecía una foto de Beniachvili, "uno de los principales impulsores del centro", con planos, se destacaba que el complejo sería gestionado por una fundación de la que el 50% correspondería al Ayuntamiento, y se aportaban otras cifras, como que habría 425 habitaciones para acoger deportistas de elite artistas, diplomáticos y estudiantes rusos, lo que generaría 150 puestos de trabajo fijos. La idea era que el centro, promovido por la Asociación de Amigos de España y financiado por la petrolera tártara Tatnieft, facilitaría "el acercamiento y hermanamiento entre ambas culturas, mostrando a los malagueños la imagen de una nueva Rusia, lejos ya del difamante tópico de mafia o crisis que años atrás castigó a esta nación". Cerraba el publirreportaje una entrevista con el entonces embajador ruso en España, Mikhail Kamynin, que mostraba su apoyo al proyecto, que a su juicio jugaría un papel parecido al del Instituto Cervantes en Rusia.

Tras este despliegue editorial, el PP aprobó en el pleno, con el rechazo de la oposición, el carácter de utilidad pública e interés social del proyecto, que tenía una superficie vinculada de 133.596 metros cuadrados, de los que se ocupaba el 29%, con 9.300 metros de techo para alojamientos y 7.330 para usos deportivo, religioso y educativo. Había hasta escuela de ballet ruso. Si el plan se hubiera atenido a los requisitos fijados por el PGOU y la Ley del Suelo, las cifras habían sido radicalmente diferentes, según un informe elaborado por la propia Gerencia de Urbanismo en el año 2000, que hablaba de un tope de 6 viviendas y una ocupación máxima de 3.338 metros cuadrados.

En julio de 2002, la Comisión provincial de Urbanismo, que controla la Junta, había rechazado el expediente del plan especial, al considerar que la tramitación que pretendía darle el Ayuntamiento no era la correcta, que el volumen urbanístico planteado no estaba permitido por la legislación vigente y que había dudas sobre la presencia de una especie vegetal incluida en el catálogo de flora silvestre amenazada. Se trataba de la Consentinia vellea bivalens. Un pequeño helecho. Casualmente o no, el delegado de Obras Públicas del momento, que firmaba la negativa oficial, era Enrique Salvo Tierra, catedrático de Biología Vegetal de la UMA y experto... en helechos.

Pese a este rechazo, el PP persistió en llevar adelante el plan y, tras un verano cargado de acusaciones de "boicoteo" e "invasión de competencias" por parte de la Junta, el Ayuntamiento lo aprobó el 27 de septiembre. Dos semanas después, atendiendo el recurso de la oposición, la consejera de Obras Públicas, Concha Gutiérrez, firmaba su suspensión, ya que la declaración de utilidad pública es un instrumento que compete al gobierno autonómico. En mayo de 2009 el TJSA le daba la razón.

Pero obras en suelo no urbanizable en Pinares se hicieron. No fue hasta enero de 2006, tras sucesivas denuncias de la oposición y el anuncio de la medida por la Junta, cuando el Ayuntamiento llevó el asunto a la Fiscalía. Como si se tratara de un juego de muñecas Matrioska, el juzgado que lleva el caso no ha parado de encontrar nuevas incertidumbres a cada paso. Lo último que ha hecho es pedir al Consistorio un informe que aclare qué construcciones del complejo son legales y cuáles no. Porque algunas han conseguido licencia en este periodo.

Málaga recupera el cementerio de Yabal Faruh, una mezquita funeraria islámica. (ELPAIS)

La necrópolis más grande.

SERGIO MELLADO - Málaga - 13/12/2009

A finales de los años 80, en lo que iba a convertirse en el aparcamiento de un bloque de pisos se desenterró un gran tesoro arqueológico. El sótano del número 22 de la calle Agua, en la Avenida de la Victoria de Málaga, escondía las dos únicas mezquitas funerarias conocidas hasta el momento de la España islámica y parte de un mausoleo, oratorios funerarios que pertenecen a la necrópolis islámica de Yabal Faruh, la más grande descubierta de Al-Andalus.

En la época del Califato Omeya (siglos VIII-XI), la primera necrópolis islámica malagueña situada junto al mar perdió su uso, ya que el puerto de Málaga recuperó su importancia comercial. Fue entonces cuando la gran superficie funeraria se trasladó desde la falda norte de Gibralfaro hasta las inmediaciones de El Ejido, ocupando una gran extensión. Las excavaciones arqueológicas de los últimos años han permitido ampliar los límites de este cementerio que tuvo su uso entre los siglos XI al XV y que está considerado como el más grande tanto por espacio como por densidad de enterramientos de Al-Andalus.

Estas tumbas monumentales descubiertas en calla Agua fueron realizadas con sillares de arenisca, azogue y tizón. Del panteón se distinguen cuidadas decoraciones en yeso propias de la religión musulmana, como estrellas de ocho puntas o el árbol de la vida. "Después, en el XIII desaparecieron y fueron utilizadas para otros decesos, registrándose hasta cinco niveles funerarios distintos", apunta el arqueólogo Manuel Corrales.

El buen estado de conservación del descubrimiento, que a su vez aporta datos muy relevantes sobre los enterramientos islámicos, hizo que la Comisión Provincial de Patrimonio de la Junta de Andalucía decidiera su integración en una promoción de viviendas que se levantó en ese solar. Para ello, se creó expresamente una habitación en el mismo punto en el que se localizó el yacimiento, que ha sido acondicionado por el arquitecto Ciro de la Torre.

"Las dos mezquitas y el panteón funerario son excepcionales por su valía y su singularidad. Fueron construidas aproximadamente entre el siglo XII y principios del siglo XIII, aunque siguieron utilizándose como lugar de enterramiento hasta la época nazarí. Son edificaciones de una sola nave, de planta cuadrangular y mihrab (nicho curvo) en el muro de la quibla (el que marca la dirección a la Meca). Carecen de techo de acuerdo con la doctrina musulmana de no edificar sobre las tumbas", explica Corrales.

Este centro de interpretación de la necrópolis de Yabal Faruh -de unos 500 metros cuadrados, 200 de los cuales corresponde a un circuito de visita-, que abrirá sus puertas a comienzos del próximo año, permitirá conocer cómo era esta necrópolis en la época islámica gracias a la realidad aumentada. La empresa tecnológica malagueña Arpa Solutions se ha encargado de desarrollar este proyecto que devolverá a la vida los edificios funerarios encontrados en calle Agua. Sobre las imágenes de los restos existentes se volverán a levantar el mihrab, los muros, enterramientos y las imágenes de los zócalos tal y como estaban entre los siglos XII y XIV. Así, el yacimiento arqueológico se verá recreado en su mismo espacio gracias a una tecnología que combina el mundo real con el virtual. Un tablet-PC y una cámara conectada a un software permitirán a los visitantes contemplar la reconstrucción real de este enterramiento, que cuenta con un programa divulgativo elaborado por el profesor Manuel Acién, especialista en el Islam de la Universidad de Málaga.

Este centro de interpretación sobre el pasado islámico de Málaga formará parte de un recorrido por la historia de Málaga que partirá de las ruinas del Teatro Romano, en la calle Alcazabilla, cuyo nuevo centro de interpretación será inaugurado en las próximas semanas con una exposición en la que la estrella será la figura del Efebo de Antequera y otras obras relevantes de la época romana vinculadas a la provincia, algunas trasladadas de otros museos del país.