domingo, 7 de septiembre de 2008

Marbella afronta la primera revisión del catastro en las últimas dos décadas (SUR)


El Gobierno central saca a concurso por un millón de euros la asistencia técnica para su actualización. Los nuevos valores supondrán un incremento en el recibo del IBI, aunque se aplicará progresivamente

LAS CLAVES
¿Qué es el catastro?: Es el censo y padrón estadístico de las fincas rústicas y urbanas y su valor.
¿Cómo se revisa?: En base a los planes generales de ordenación urbana y a estudios de mercado sobre los precios por tipo de suelo y metros cuadrados.
¿A qué afecta?: El valor catastral supone la base imponible para calcular el IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles) que se paga anualmente. Se multiplica por un tipo impositivo que fija el Ayuntamiento. Actualmente roza el 1 %. También a la declaración de la renta o al impuesto de trasmisiones.
¿Cómo repercute en el IBI?: Cuando se revisa sube la base imponible. En algunos municipios las valoraciones catastrales se han incrementado hasta en un 300 % con el consiguiente aumento del IBI, conocido como contribución.
¿Cada cuánto tiempo se revisa?: Va emparejado especialmente a la redacción de nuevos planes urbanísticos y la revisión la realiza de oficio la Dirección General del Catastro de cada provincia.
¿Cuándo se hizo en Marbella?: Hace 20 años que no se revisa por el caos urbanístico registrado durante el gilismo.

La revisión del catastro de Marbella ya está en marcha. El Gobierno central, a través de la Gerencia Territorial del Catastro de Málaga dependiente del Ministerio de Economía y Hacienda, acaba de sacar a concurso por poco más de un millón de euros la asistencia técnica para actualizar la base de datos tanto de los inmuebles urbanos como de las construcciones en suelo rústico de todo el término municipal. Sobre el papel no es más que un trámite administrativo pero detrás se esconde la primera actualización del mapa urbanístico de la ciudad que se realiza en veinte años, debido a los problemas de planeamiento que se registraron durante los 15 años de gobiernos gilistas y posgilistas y a la ausencia de un Plan General de Ordenación Urbana que sirviera de referencia para actualizar los valores catastrales. Con la publicación de la licitación de la asistencia técnica, Marbella afronta esa primera revisión con la incertidumbre sobre el reflejo que tendrá en el recibo del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), conocido como contribución, que se calcula con el valor catastral como base imponible. Algunos expertos consultados advierten de que la situación vivida en Marbella, farolillo rojo en la puesta al día del catastro, es la más atípica de la provincia, con lo que se espera que los resultados sean apabullantes. Sin embargo, no deben traducirse necesariamente en un aumento exponencial del impuesto y menos de una tacada.
Mayores ingresos
Aunque se prevé que una vez finalizada la revisión se puedan llegar a multiplicar por tres los ingresos municipales en concepto de IBI, se deberá especialmente a que computarán por primera vez decenas de miles de viviendas, locales, garajes o parcelas que hasta ahora no rezaban en el censo. Así, si este año el Ayuntamiento, a través del Patronato Provincial de Recaudación, ha girado para el cobro del IBI 163.000 recibos con un importe de 73,8 millones de euros, cuando el catastro se actualice, podrían superar los 200.000 recibos. Más en detalle, la alcaldesa, Ángeles Muñoz, ya ha anunciado su compromiso de que no haya una subida brusca. La ley prevé que la revisión del catastro se pueda aplicar a lo largo de diez años a razón de un diez por ciento del aumento en cada ejercicio para que sea una escalada moderada. «En Marbella no puede pasar lo que en Estepona, donde algunos pagan el triple de un año para otro. Eso es una barbaridad. Si el tipo que se aplica está ahora en torno al uno por ciento, los bajaremos al mínimo», aseguró la regidora al hilo de la revisión del catastro. Lo que se desconocen aún son los plazos tanto para que la actualización esté sobre la mesa como para que se comience a aplicar. Dependerá tanto de la aprobación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), cuyos datos servirán de guía para clarificar el censo de nuevas construcciones y de las fincas rústicas, como de la celeridad con que se realicen los trabajos de campo sobre el valor de mercado de los inmuebles en función del suelo y de los metros cuadrados construídos. Algunas fuentes consultadas fijan la entrada en vigor para 2011. De hecho, en el anuncio de licitación publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) se contempla el pago de los 1.095.500 euros de la asesoría técnica en tres anualidades -54.775 euros, en 2008; 763.760 en 2009; 276.965 euros, en 2010-.
Al año siguiente
Una vez aprobado, comenzará a aplicarse a partir del 1 de enero del año siguiente, al tratarse de un impuesto de devengo, por lo que se mira al horizonte de 2011 como fecha más probable de su entrada en vigor. «Si el PGOU no se aprueba en los plazos previsto la revisión del catastro se paraliza», señalaron las fuentes consultadas, que recordaron que actualmente el tipo es cercano al uno por ciento precisamente para compensar las dos décadas que lleva sin ponerse al día. De lógica será, por tanto, que cuando la nueva foto fija del urbanismo de Marbella esté sobre la mesa, ese porcentaje con el que se calcula el recibo del IBI vuelva a valores mínimos, tal y como ya ha anunciado la alcaldesa. Será la única forma de esquivar un impuesto demasiado abultado.

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