lunes, 28 de junio de 2010

MALAGA. Una vida narrada en la fachada. (LAOPINION)

Patrimonio. Las obras de rehabilitación de un edificio del siglo XVII en la calle Panaderos, esquina con Torregorda, han descubierto una fachada decorada con una gran riqueza de dibujos, donde se encuentran elementos de arquitectura fingida, pero también unos dibujos en que relatan la vida del antiguo propietario, un indiano que hizo fortuna en América y volvió a Málaga.

El inmueble se encuentra situado en la esquina entre las calles Panadero y Torregorda y se pueden apreciar sus espectaculares pinturas, aunque el bajo se perdió hace años por el local comercial.
El inmueble se encuentra situado en la esquina entre las calles Panadero y Torregorda y se pueden apreciar sus espectaculares pinturas, aunque el bajo se perdió hace años por el local comercial.

MIGUEL FERRARY. MÁLAGA
Una travesía en barco con enormes dificultades, incluso monstruos marinos. La llegada a América, el contacto con los indígenas y sus tiendas, campamentos militares, edificios religiosos, marineros ondeando la bandera roja y gualda, otros arrastrados por una serpiente gigante... Podrían ser elementos de cualquier libro de aventuras, pero en realidad son elementos que están presentes en la fachada del número 12 de la calle Panaderos, que hace esquina con la calle Torregorda, y que está siendo rehabilitada.

Los trabajos de recuperación de este inmueble del barroco malagueño, datado a finales del siglo XVII, han puesto al descubierto una rica decoración pictórica en la fachada. Sin embargo, se da la circunstancia de contener un caso único. A los habituales elementos arquitectónicos representados en la pared se le unen una serie de medallones en los que se representan escenas.

El gerente de la Oficina de Rehabilitación del Centro, Francisco Bravo, explica que estas escenas siguen una curiosa cadencia y que se pueden leer como una historia. En concreto la de un indiano malagueño, que se marchó a América y que consiguió hacer una considerable fortuna antes de volver a su Málaga natal. Al parecer los dibujos, pintados en el siglo XVIII y por tanto son posteriores a la construcción del inmueble, fueron encargados para que todo el mundo supiera las dificultades que tuvo que superar el propietario del inmueble y su postrero éxito.

Sin embargo, no es el único elemento curioso descubierto en esta rehabilitación. Este edificio cuenta con un torreón que remata la construcción y que servía para observar la llegada de los barcos al puerto, una práctica habitual en Málaga en siglos pasados. En ese torreón hay pintados dos relojes, que inicialmente se creía que eran de sol. Al limpiar la pintura que los cubría se vio que marcaban una hora muy concreta y distinta entre ellos. Uno, el que mira al mar, da las 12.15 horas. El otro, que mira al río Guadalmedina, las 11.10 horas. Francisco Bravo reconoce que no saben el significado de esas horas, aunque especula con que fueran las horas de su salida de Málaga y su regreso o de la llegada de sus barcos al Puerto.

Los trabajos de rehabilitación del inmueble, que han sido financiados por la Oficina con 159.000 euros, continúan todavía por dentro. El objetivo es recuperar el inmueble para acoger oficinas en la primera planta y tres viviendas en las plantas superiores. Además, se intentará recuperar el alineamiento de la fachada, ya que los locales comerciales eliminaron las pinturas.

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