La Fundación Ciedes ya ha recibido ocho ideas diferentes de ciudadanos sobre posibles usos futuros para el cauce del río.
Esta imagen está incluida en el proyecto de Luis Martín Martínez, ingeniero de obras públicas que presentó su propuesta de adecuación del cauce a la Fundación Ciedes el 21 de febrero de 2011, antes incluso de que se habilitara el buzón para aportar ideas en la página web. Este ingeniero propone crear un parque fluvial que mantenga un cauce constante en un canal central, mientras que los laterales se mantengan para uso ciudadano, con carril bici y paseos peatonales, fomentando la llamada vegetación de ribera.
MIGUEL FERRARY El proyecto para remodelar el cauce del Guadalmedina es el gran reto al que se enfrenta la ciudad en la próxima década. Tras años de discusiones estériles y proyectos diversos, desde el primero que se planteó en los años 70, la Fundación Ciedes tiene ya encaminados los esfuerzos de las administraciones hacia un concurso de ideas que permitirá definir el futuro de este espacio.
Sin embargo, tan importante como la opinión de los expertos, están los planteamientos ciudadanos. Ocho malagueños han hecho llegar sus propuestas sobre el cauce en la semana que lleva en funcionamiento la web que la Fundación Ciedes ha abierto para informar de este proyecto.
La posibilidad de presentar sus propias propuestas esta abierta desde el lunes, comenzando con dos que ya habían sido presentadas a Ciedes con anterioridad, una en 2007 y otra en febrero de este año. A ellas se han sumado otras seis en menos de una semana.
Los planteamientos son muy diversos, aunque por ahora hay una mayoría de ideas que prefieren el cauce abierto, para usarlo como parque y con un caudal constante de agua. Sin embargo, también hay tres malagueños que apuestan por cubrir el río en su parte urbana y aprovechar ese espacio para desviar el tráfico, potenciar el transporte público y ganar espacio para el peatón.
Los planteamientos, en ningún caso, se tratan de proyectos técnicos completos. Recogen más la filosofía de la propuesta y los deseos de los malagueños que reflexionan sobre el futuro del río.
El origen de las propuestas es diversos y detrás de ellas se encuentran profesiones tan dispares como in profesor de instituto, un economista, un ingeniero, un capitán de la marina , un ecologista y una entidad recreativa dedicada a la jábega.
Dos grupos
Los dos grandes grupos que se han creado se definen por su postura hacia el embovedado. Cinco de las ocho propuestas prefieren una solución abierta, mientras que tres quieren soterrar el cauce. El resultado concreto de cada planteamiento está sujeto a diferentes matizas, coincidiendo en el punto de partida de la visión del cauce como un espacio cubierto o abierto.
Los cinco que defienden mantener el cauce coinciden además en la importancia del agua como elemento vertebrador del espacio. Ya sea con un canal central de caudal permanente o con un sistema de cascadas, en todos los casos se insiste en su presencia, recordando su función como río.
Por un lado, Luis Martín, Juan Antonio Campos y la Asociación de Amigos de la Barca de Jábega creen adecuado que haya un caudal constante que se combine con usos ciudadanos en los laterales, con parques, arbolado, carril bici, zonas de estancia, de paso y con una vegetación de ribera, adecuada a la habitual en los ríos.
Las propuestas de Carlos Sevilla-Gutiérrez y de Marcelino de León buscan una presencia del agua mayor. El primero al estilo de otros ríos urbanos de Europa, que puedan ser navegables con atraque recreativos o con casas flotantes. El segundo, en cambio, apuesta por el agua como un elemento decorativo, que cubra el lecho del río.
Embovedado
El planteamiento de los que apuestan por el embovedado es aprovechar diferentes alturas del cauce para dar salida al tráfico norte-sur, con distintas soluciones, y combinarlo con espacios reservados para los peatones.
En los tres casos se insiste en que el cauce se quede en la parte inferior como aliviadero ante posibles avenidas de agua, incluso excavando para llevarlo más profundo.
El resultado final por el que apuestan es diverso en los tres casos. Por un lado, Enrique Larrubia defiende una solución con tres niveles. El inferior se reservaría como salida del agua, el situado en el medio –y también cubierto– como un gran aparcamiento que permita distintos tipos de sistemas –rotación o venta de plazas– en función de cada barrio y sus necesidades. El tercer nivel sería una zona ajardinada y peatonal en superficie, con un tranvía central.
Juan Antonio Campoy también defiende el embovedado como una oportunidad para desviar el tráfico norte-sur por el cauce y el este-oeste por el Muele de Heredia. De esta forma se podría peatonalizar la Alameda y aprovechar la superficie para el peatón.
Una perspectiva parecida es la de Agustín Sáez Vallejo, quien concibe el cauce soterrado como una gran avenida con varios carriles de circulación, que libere la superficie para uso ciudadano y los laterales queden como una alameda arbolada que reduzca el impacto de la construcción de esta autopista urbana.
Estas ocho propuestas, sin embargo, son sólo las primeras recibidas y se espera incrementarlas en las próximas semanas.
Marcelino de León
Capitán de la marina mercante
«Hacer distintas presas y llevar agua del mar hasta lo más cerca de la presa»
Esta propuesta, que fue presentada en 2007, apuesta por un cauce con agua mediante un sistema de muros-presas alimentados por agua del mar bombeada hasta la presa más alta y, por rebosamiento, iría pasando de una a otra en forma de cascada. Plantea que estos muros se hagan debajo de los puentes para que no se vean.
Luis Martín Martínez
Ingeniero de obras públicas
«Restauración del río asemejando su trazado a su estructura natural»
Luis Martín propone mantener el cauce actual del río, con una propuesta de actuación sobre su último kilómetro en el que apuesta por crear un parque urbano de 50.000 metros cuadrados con un carril bici, paseos peatonales, un caudal continuo de agua, vegetación de ribera e iluminación con LED en todo el parque.
Juan A. Campoy Centeno
Economista
«Seamos valientes y acometamos las reformas para potenciar un cambio»
Considera que el cauce se puede utilizar para desviar el tráfico norte-sur mediante el embovedado del espacio, menos en la desembocadura. Además, la conexión este-oeste se realizaría por el Muelle de Heredia, aprovechando para peatonalizar la Alameda y el Parque. La desembocadura se quedaría como una zona de recreo.
Juan Antonio Campos Palomo
Ecologista
«Lo ideal es hacer el parque en los laterales y dejar el centro del cauce»
Cree necesario reservar el cauce como un río, con un ecosistema propio que hay que proteger, como la colonia de abejarucos que hay junto el IES Sierra Bermeja. Está en contra del embovedado y apuesta por un gran parque en de norte a sur, plantando árboles y zonas de estancia, así como reservando un caudal mínimo.
Enrique Larrubia
No lo especifica
«Soterraríamos el cauce para hacer un parking y un gran parque sobre él»
Apuesta por soterrar el río, dejando una primera bóveda a modo de canal que recoja las lluvias o posibles crecidas. Sobre él, un gran aparcamiento a todo lo largo del río, con zonas de rotación y para venta. Sobre el parking se construiría un parque, con un tranvía en la parte central, que conecte del Centro a La Concepción.
Amigos de la Barca de Jábega
Entidad
«El embovedado del río es una solución impersonal, hay que ponerlo en valor»
Esta asociación considera que se debe actuar por tramos en el cauce, pero siempre de forma que sea compatible con la existencia del agua y del uso ciudadano. Así, considera que debe haber un parque fluvial con vegetación y una lámina de agua regulada por la presa, con paseos peatonales en el lateral. Rechaza el embovedado.
Agustín Sáez Vallejo
Profesor de instituto
«Aunar varios usos del cauce e integrarlos en la ciudad»
Este profesor propone excavar un cauce para el río que evite posibles crecidas. Sobre esta actuación se llevaría a cabo una avenida soterrada norte-sur de varios carriles, en ambos sentidos. Sobre ella iría una zona de aprovechamiento ciudadano con carril bici y un sistema de drenaje para recoger el agua de lluvia.
Carlos M. Sevilla-Gutiérrez
No lo especifica
«Un río que con el agua necesaria para hacer un parque fluvial y embarcadero»
Defiende una solución contraria al embovedado y más cercana al modelo de parque fluvial con embarcadero. Pone de ejemplo las capitales europeas, donde el río se integra en la vida de la ciudad y se aprovecha como visita obligada. Además, considera que una alameda de árboles a cada lado sería un buen remate.
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