Los precios de alquiler y venta de estos inmuebles han caído un 40% y un 25% respectivamente, pero siguen por encima de otras ciudades
23.01.2012 -
Uno de los carteles de 'Se vende' y 'Se alquila' que proliferan en las naves industriales, en este caso en el polígono Santa Teresa. :: ANTONIO SALAS
«Ni los chinos son lo que eran: eso de abrir naves de un día para otro ya no lo hacen». Lo afirma un empresario del polígono Guadalhorce que durante mucho tiempo vio cómo los almacenistas orientales iban ganando terreno en el recinto, como si fueran inmunes a la crisis. Pero últimamente, hasta los negocios regentados por asiáticos parecen frenados por la tempestad económica. «No cierran, pero tampoco abren nuevos», asegura.
Las que sí cierran, y de forma cada vez más frecuente, son las demás empresas alojadas en las zonas industriales de Málaga. Un 20% de las naves de los polígonos se han quedado vacías por culpa de la crisis, según confirma la Asociación de Polígonos y Parques Industriales y Comerciales de Málaga y Provincia (Apoma).
Es fácil comprobar que es cierto. Carteles de 'Se traspasa', 'Se vende' y 'Se alquila' proliferan en unos recintos donde antes de la crisis no cabía un alfiler. Y es que la creciente desocupación de los polígonos es más llamativa en el caso de Málaga, una ciudad que siempre ha adolecido de escasez de suelo industrial.
Precisamente la sempiterna falta de espacio en los polígonos ha sido la causa de que en Málaga las naves industriales hayan cotizado a precios muy elevados, superiores incluso a los de Madrid o Barcelona. Ahora la demanda ha desaparecido y los precios se han desplomado: en torno a un 40% los de alquiler y un 25% los de compra, según cálculos de Apoma. «Pero no han bajado lo suficiente», afirma el vicepresidente de esta asociación, Sergio Cuberos. «En Sevilla una nave sigue costando la mitad», añade.
Según la consultora inmobiliaria Minza & Cooper, especializada en suelo terciario e industrial, el precio de alquiler de una nave en Málaga está situado entre 3 y 4,5 euros por metro cuadrado, cuando hace cinco años se llegaron a pagar 7. «Nos consta que muchos propietarios bajan todavía más el alquiler a sus inquilinos con tal de que no se vayan», afirma su responsable, Rafael Pérez.
No hay compradores
Sea porque los precios siguen siendo demasiado altos o porque no hay empresarios capaces de arrancar nuevos negocios, la demanda de espacio en los polígonos de la capital es casi inexistente, sobre todo para naves en venta. «Cada vez cuesta más encontrar compradores, nadie quiere invertir», afirma Cuberos. «A los polígonos de Málaga no vienen grandes empresas, sino pymes, que son las que están pasándolo peor con la crisis y la falta de financiación», añade Pérez.
La epidemia de naves vacías afecta por igual a todos los polígonos de la ciudad, pero dentro de cada recinto están mucho más afectadas las calles periféricas que las principales. En estas últimas se está produciendo otro fenómeno: los negocios de tipo industrial han ido cerrando para dar paso a almacenes comerciales. «En vías como la carretera Azucarera-Intelhorce, más del 70% de los negocios han cambiado», afirma el vicepresidente de Apoma.
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