La Academia del Málaga CF en Arraijanal y el futuro de los antiguos cines Astoria y Victoria reflejan la parálisis del debate de una urbe anclada en los mismos proyectos
SEBASTIÁN SÁNCHEZ / MÁLAGA | ACTUALIZADO 26.03.2012 - 01:00
Las comisiones y consejos que mensualmente celebra la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Málaga son, por así decirlo, reflejo del latir diario de cuanto acontece en la ciudad, al menos en lo que al motor del ladrillo y las infraestructuras se refiere. Una radiografía que constata el encefalograma plano en el que se viene moviendo la urbe desde hace largo tiempo. Ejemplo de ello se vivió en la última sesión de la comisión municipal que tuvo lugar el pasado miércoles y en la que el equipo de gobierno del PP y los grupos de la oposición, PSOE e IU, protagonizaron su particular día de la marmota. De nuevo, sobre la mesa de debate, el futuro uso de los antiguos cines Astoria y Victoria y, por méritos propios, Arraijanal.
Hasta en diez ocasiones el delegado de Ordenación del Territorio y Vivienda, Diego Maldonado, ha comparecido a petición de Izquierda Unida para tratar de poner luz sobre el presente y el futuro de estos terrenos, en los que, hasta que no se demuestre lo contrario, el jeque propietario del Málaga Club de Fútbol quiere levantar su particular Academia deportiva y la Junta de Andalucía su ansiado parque metropolitano. Y a pesar de las explicaciones dadas hasta la fecha, sin grandes alardes por cuanto la información se antoja escasa, Maldonado volvió a comparecer ante la demanda del concejal de la coalición de izquierdas Eduardo Zorrilla, quien, de forma irónica, ya avanzó que seguirá reclamando datos.
La exposición del responsable de Urbanismo no permitió sumar a lo ya conocido hasta la fecha. Se reafirmó en lo ya publicado semanas atrás y que supone que los técnicos municipales trabajan en la redacción del plan especial necesario y preceptivo para ordenar este espacio de algo más de 520.000 metros cuadrados.
Toma el mando de las operaciones el Consistorio ante la lentitud con la que parecía manejarse el club de Martiricos en este asunto, del que, cabe recordar, se viene hablando desde hace más de un año. De hecho, ya a principios de 2011 se daba por hecha la intención del jeque de construir de forma inmediata las instalaciones deportivas, aunque la misma nunca se materializó en los trámites urbanísticos reglamentarios.
Desde la gerencia se indicó que este trabajo de elaboración del plan especial necesitará de la menos tres meses, con lo que la aprobación inicial del mismo, en manos del Ayuntamiento, no parece factible antes del próximo mes de julio. A este primer visto bueno, que habrá de pasar por el Pleno, le debe seguir un periodo de información pública de al menos un mes y la posterior respuesta a cada una de las alegaciones que se presenten, dando pie a la aprobación provisional. Y el último paso, que parece se aplazaría hasta principios del año que viene, corresponderá a la Junta de Andalucía, que será la que tenga la palabra definitiva sobre cómo debe ordenarse Arraijanal.
Entre tanto, Urbanismo mantiene los contactos con los propietarios minoritarios del sector para tratar de hacerse con los suelos de manera negociada, advirtiendo eso sí que de lo contrario optará por la vía de la expropiación. Parece que la amenaza lanzada semanas atrás por Maldonado han acabado por tener su efecto, por cuanto dos de las empresas afectadas parecen haber dado pasos en pos de analizar las alternativas planteadas por el Consistorio. En cualquier caso, el Ayuntamiento ya tiene en sus manos el 60% del sector, otrora de Vallehermoso, con el que podría iniciarse la implantación de la Academia.
Este es el escenario en el que se mueve una de las operaciones urbanísticas más cacareadas, al tiempo que ralentizadas, de cuantas se impulsan en la capital de la Costa del Sol. Pero no es el único elemento que permite hablar del día de la marmota. Porque si Arraijanal pasa casi cada mes por la mesa de debate de Urbanismo, otro tanto ocurre con la manzana de los antiguos cines Astoria y Victoria. La semana pasada volvió al escenario de lo público con sendas mociones de IU y PSOE, interesados en saber qué hará el equipo de gobierno del PP con estas edificaciones y cuándo lo hará.
Maldonado, lejos de lo que habitual no hace muchos meses, se limitó a pasar página, recordando que el futuro de tan señeros inmuebles no corresponde a Urbanismo, sino a la Concejalía de Cultura. No hizo más alusión a la cuestión, aunque sí pudo oír los reproches, especialmente, del viceportavoz socialista, Carlos Hernández Pezzi, tachando de "agujero negro de 30 millones de euros" la compra por parte del Ayuntamiento de estas edificaciones.
"Se compró un edificio para nada", sentenció. Ante ello, el delegado municipal terció recordando la intención de darle uso cultural y admitiendo que a día de hoy, más de un año después de que se adquiriese la finca, que aún no se ha cerrado con los anteriores propietarios, Baensa, el abono de los gastos impropios derivados de la operación. "No están definidos, ni cómo, ni cuándo ni dónde", dijo. Y ese es el problema, que nadie sabe bien cuándo lo que tanto costó adquirir tendrá uso ciudadano, aunque no sea para el Museo de Museos del que hizo bandera el alcalde.
Hasta en diez ocasiones el delegado de Ordenación del Territorio y Vivienda, Diego Maldonado, ha comparecido a petición de Izquierda Unida para tratar de poner luz sobre el presente y el futuro de estos terrenos, en los que, hasta que no se demuestre lo contrario, el jeque propietario del Málaga Club de Fútbol quiere levantar su particular Academia deportiva y la Junta de Andalucía su ansiado parque metropolitano. Y a pesar de las explicaciones dadas hasta la fecha, sin grandes alardes por cuanto la información se antoja escasa, Maldonado volvió a comparecer ante la demanda del concejal de la coalición de izquierdas Eduardo Zorrilla, quien, de forma irónica, ya avanzó que seguirá reclamando datos.
La exposición del responsable de Urbanismo no permitió sumar a lo ya conocido hasta la fecha. Se reafirmó en lo ya publicado semanas atrás y que supone que los técnicos municipales trabajan en la redacción del plan especial necesario y preceptivo para ordenar este espacio de algo más de 520.000 metros cuadrados.
Toma el mando de las operaciones el Consistorio ante la lentitud con la que parecía manejarse el club de Martiricos en este asunto, del que, cabe recordar, se viene hablando desde hace más de un año. De hecho, ya a principios de 2011 se daba por hecha la intención del jeque de construir de forma inmediata las instalaciones deportivas, aunque la misma nunca se materializó en los trámites urbanísticos reglamentarios.
Desde la gerencia se indicó que este trabajo de elaboración del plan especial necesitará de la menos tres meses, con lo que la aprobación inicial del mismo, en manos del Ayuntamiento, no parece factible antes del próximo mes de julio. A este primer visto bueno, que habrá de pasar por el Pleno, le debe seguir un periodo de información pública de al menos un mes y la posterior respuesta a cada una de las alegaciones que se presenten, dando pie a la aprobación provisional. Y el último paso, que parece se aplazaría hasta principios del año que viene, corresponderá a la Junta de Andalucía, que será la que tenga la palabra definitiva sobre cómo debe ordenarse Arraijanal.
Entre tanto, Urbanismo mantiene los contactos con los propietarios minoritarios del sector para tratar de hacerse con los suelos de manera negociada, advirtiendo eso sí que de lo contrario optará por la vía de la expropiación. Parece que la amenaza lanzada semanas atrás por Maldonado han acabado por tener su efecto, por cuanto dos de las empresas afectadas parecen haber dado pasos en pos de analizar las alternativas planteadas por el Consistorio. En cualquier caso, el Ayuntamiento ya tiene en sus manos el 60% del sector, otrora de Vallehermoso, con el que podría iniciarse la implantación de la Academia.
Este es el escenario en el que se mueve una de las operaciones urbanísticas más cacareadas, al tiempo que ralentizadas, de cuantas se impulsan en la capital de la Costa del Sol. Pero no es el único elemento que permite hablar del día de la marmota. Porque si Arraijanal pasa casi cada mes por la mesa de debate de Urbanismo, otro tanto ocurre con la manzana de los antiguos cines Astoria y Victoria. La semana pasada volvió al escenario de lo público con sendas mociones de IU y PSOE, interesados en saber qué hará el equipo de gobierno del PP con estas edificaciones y cuándo lo hará.
Maldonado, lejos de lo que habitual no hace muchos meses, se limitó a pasar página, recordando que el futuro de tan señeros inmuebles no corresponde a Urbanismo, sino a la Concejalía de Cultura. No hizo más alusión a la cuestión, aunque sí pudo oír los reproches, especialmente, del viceportavoz socialista, Carlos Hernández Pezzi, tachando de "agujero negro de 30 millones de euros" la compra por parte del Ayuntamiento de estas edificaciones.
"Se compró un edificio para nada", sentenció. Ante ello, el delegado municipal terció recordando la intención de darle uso cultural y admitiendo que a día de hoy, más de un año después de que se adquiriese la finca, que aún no se ha cerrado con los anteriores propietarios, Baensa, el abono de los gastos impropios derivados de la operación. "No están definidos, ni cómo, ni cuándo ni dónde", dijo. Y ese es el problema, que nadie sabe bien cuándo lo que tanto costó adquirir tendrá uso ciudadano, aunque no sea para el Museo de Museos del que hizo bandera el alcalde.
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