domingo, 17 de junio de 2012

La memoria urbanística de Málaga (La Opinión)


La archivera Mª del Rosario Barrionuevo ha recopilado 75 años de expedientes de obras del archivo municipal






Fachada del Gran Cinema Iris, de 1914, un cine de verano que funcionó en el Muelle de Heredia.

Fachada del Gran Cinema Iris, de 1914, un cine de verano que funcionó en el Muelle de Heredia.  f. a. m. m.
ALFONSO VÁZQUEZ Los sueños arquitectónicos y urbanísticos de Málaga, algunos hechos realidad, como la modesta pero famosa pajarera de los Jardines de Pedro Luis Alonso; otros, guardados en el cajón hasta que se fraguaron casi un siglo más tarde, como ese proyecto, casi propio de Julio Verne, de construir, en 1905, un túnel bajo la Alcazaba y prolongar la calle Álamos. Un amplio abanico recogido desde esta misma semana en Málaga, urbanismo y arquitectura. Catálogo de documentos del archivo municipal (1900-1975), un libro de más de 400 páginas que ha salido del esfuerzo y la paciencia de Mª del Rosario Barrionuevo, archivera del Archivo Municipal de Málaga, sin olvidar el empeño de la directora de esta institución, Mari Pepa Lara.
«Este es un trabajo de muchos años porque forma parte de un inventario general de más de 2.000 expedientes, donde se recogen obras del Ayuntamiento, expedientes de personal, de asesoría jurídica... muchos temas», resalta Mª del Rosario Barrionuevo.

De este material, la archivera ha recogido unos 900 expedientes y 209 planos para formar el catálogo. «Todo lo relacionado con obras y urbanismo», aclara.
El catálogo es además una oportunidad para conocer la trayectoria urbanística de Málaga y los meandros de sus planes de ordenación urbanismo, casi todos realizados de forma muy parcial o directamente fallidos. La archivera destaca por ejemplo el que en 1950 realizó José Joaquín González Edo. «Era un plan muy prometedor, el primero que quiere proteger el Centro Histórico, pero se encuentra con el muro del boom del turismo».
El catálogo, cuenta su autora, servirá de mucha ayuda a los investigadores de Málaga, algo que en el prólogo también llama la atención el profesor de la UMA Francisco Rodríguez Marín, quien pone de ejemplo que hará posible conocer la autoría de «decenas de villas de Pedregalejo y El Palo, algunas de inusitada belleza y todas testigos materiales de una época, condenadas al anonimato».
Y es que en esta obra no faltan casa particulares, grandes hoteles, obras de encauzamiento, puentes, grandes proyectos de Málaga y otros que nunca se plasmaron, como un cementerio en Los Prados o un auditorium de aires clásicos cerca la Alcazaba, proyectado a comienzos de los 60. «Muchos temas no se hicieron por la cuestión económica porque aquí ha habido muy buenos profesionales, arquitectos e ingenieros que han hecho cosas», destaca Mª del Rosario. De hecho la lista de arquitectos e ingenieros es bien larga y permitirá datar con exactitud algunas obras desconocidas.
Entre estos, los arquitectos Andrés Escassi, Fernando Guerrero Strachan, Gerónimo Cuervo, Daniel Rubio, Manuel Rivera Vera y el mencionado González Edo así como los ingenieros José Bores, Leopoldo Werner, Wifredo Delclós (el del puente de Don Wifredo) y Francisco de la Torre Acosta, padre del actual alcalde Málaga, de quien se puede ver un dibujo de hito luminoso en 1952 para el proyecto de alumbrado público entre el Parque y la Alameda, un rincón de Málaga en el que se eliminaba la proa de callejuelas que impedía que se unieran, como puede verse en uno de los planos de este artículo, de 1933.
Como destaca Mª del Rosario Barrionuevo, lo que más le está sorprendiendo de la difusión del libro es «que le está gustando mucho a las personas que no son investigadoras, porque cualquiera abre el libro y recuerda una calle donde vivió él o su familia que vivió en tal barrio». En este aspecto, en el catálogo están muy bien representados la mayoría de barrios de Málaga, y como tiene como fecha tope, 1975, también incluye Torremolinos.
El cine de verano. La foto principal del reportaje corresponde a la artística fachada de aires modernistas con un toque arabesco del cine de verano Gran Cinema Iris, que sentó sus reales entre 1914 y 1915, en plena Gran Guerra, en el Muelle de Heredia.
Otro de los valiosos planos, muy poco difundidos según la archivera, es el del Hotel Príncipe de Asturias, el gran hotel de Málaga inaugurado en 1926 por Alfonso XIII y que luego perdería su nombre monárquico por el de Miramar. De su autor, Fernando Guerrero Strachan, el arquitecto malagueño más célebre del siglo XX, está también el proyecto de matadero que realizó siendo alcalde en 1928, así como otros como la artística capilla de un cementerio, hecho dos años antes. «El de un cementerio fue una de las cuestiones durante todo el principio del siglo XX, era un tema muy grave en Málaga porque no cabían en San Miguel y San Rafael y se hicieron varios proyectos entre ellos el de Strachan», explica Mª del Rosario Barrionuevo.
La contraportada del libro, por cierto, la forman un reloj, un termómetro y un barómetro con publicidad de principios de siglo XX, un artístico conjunto que la autora no sabe si llegó a instalarse en Málaga. En todo caso, es una constatación de la preocupación que ya por entonces se daba al buen clima de la ciudad, función de la que se encargó la boyante Sociedad Propagandística del Clima y Embellecimiento de Málaga, considerada una antecesora de la promoción turística en la futura Costa del Sol.
Y entre los documentos más recientes, un plano de la planta y estado de las obras de la calle Mármoles y Martínez Maldonado, hechas por el delineante José Barrionuevo Melgares en 1975. 75 años de sueños y realidades que recogen parte de los tesoros del Archivo Municipal, ahora más cerca de todos.
En un futuro próximo, lo más interesante del archivo, en la red. El Archivo Municipal de Málaga está digitalizando a buen ritmo sus contenidos para hacer más fácil la consulta a especialistas, investigadores y amantes de la historia de Málaga. «El archivo ha puesto mucho hincapié en que todo se ponga en la página web del archivo y estamos en ello», cuenta Mª del Rosario Barrionuevo, que explica que una compañera del archivo se está encargando de digitalizar la importante hemeroteca con la que cuenta la institución. Además, junto con dos compañeros están trabajando en digitalizar las actas capitulares, «para que se puedan ver los acuerdos municipales desde el siglo XV hasta ahora».
Mª del Rosario Barrionuevo está segura de que «dentro de poco habrá cosas muy interesantes, nos estamos poniendo las pilas para estar al día en las nuevas tecnologías».
Los planos de este libro, por cierto, están digitalizados y el usuario puede consultarlos en el archivo.
En otros archivos de Málaga como el Díaz de Escovar, hace años que es posible consultar la prensa histórica y las fotografías. A este respecto, el Archivo Municipal de Málaga dio un paso muy importante a finales de 2010 cuando presentó una página web en la que podían consultarse 9.000 fotografías digitalizadas de Málaga desde finales del XIX hasta los años 90 del pasado siglo, ordenadas y descritas. El archivo cuenta con unas 15.000 fotografías registradas.
El salto digital de las fotos del archivo recibieron el espaldarazo de los internautas, pues cinco meses más tarde había recibido más de 35.000 visitas, con consultas desde puntos tan exóticos como Corea del Sur, la India o buena parte de Hispanoamérica. a. vázquez málaga

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