El granadino acusado en Malaya lleva tres años en el CIS gracias a un régimen atenuado de prisión
J.A.SAU El constructor granadino José Ávila Rojas, acusado en el caso Malaya de un delito de cohecho, volvió a ingresar en la prisión de Alhaurín de la Torre el pasado viernes, según fuentes judiciales consultadas por este periódico.
Ávila Rojas entra en el penal malagueño tras pasar tres años en el Centro de Inserción Social, que lo controlaba en virtud del artículo 100.2 del reglamento penitenciario, que le concedía una especie de prisión atenuada. Sólo salía del CIS los días laborables para trabajar en sus empresas. En concreto, este artículo se le aplica desde enero de 2010.
El letrado defensor del constructor, Javier Arias, indicó ayer a este periódico que no conoce por qué el CIS ha decidido enviar a Ávila Rojas a prisión.
El constructor llegó a un acuerdo en enero de 2010 con la Abogacía del Estado para hacer frente a la responsabilidad civil impuesta en una condena de la Audiencia Provincial de Granada por fraude a la Hacienda Pública. Éste fue condenado a ocho años de prisión, y al pago de una fuerte sanción por cuatro delitos fiscales cometidos en diversas operaciones de compraventa efectuadas en Marbella. En junio de 2009, el Tribunal Supremo ratificó el fallo, por lo que tuvo que entrar en prisión.
El acuerdo le obliga a pagar de forma mensual y fraccionada «sumas muy elevadas» al Estado por las responsabilidades civiles.
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