viernes, 14 de diciembre de 2012

La calle Larios cumple diez años de su peatonalización en la élite comercial (La Opinión)


Es la sexta calle con los alquileres comerciales más caros de España y la primera que no está en Madrid o Barcelona






Vista de la calle Larios con la decoración navideña.
Vista de la calle Larios con la decoración navideña.  Arciniega
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La renovación de los comercios ha sido total, con la entrada de grandes cadenas y la desaparición de la tienda familiar

MIGUEL FERRARY La desaparición de los coches transitando por la calle Larios y la plaza de la Constitución fue el punto de inflexión en la
recuperación del Centro Histórico. El proyecto que peatonalizó estas dos vías cambió la faz turística, comercial y social de la columna vertebral del Centro, con unos beneficios que se han ido extendiendo poco a poco al resto de las calles adyacentes.
Hoy se cumplen diez años de la inauguración de la peatonalización, que estuvo precedida de una agria polémica por la aparición de un grupo de vecinos y comerciantes contrarios a este proyecto, y pasada una década la calle Larios ha entrado en la élite de las vías comerciales de Málaga. Sus locales están muy demandados y los precios hacen honor a este interés. Un estudio de la consultora Cushman&Wakefield fijaba en 145 euros el metro cuadrado el precio medio en alquiler de un local comercial en la calle Larios. Esto sitúa a esta vía como la sexta calle más cara de España y la primera de las que no pertenecen a Madrid o Barcelona.
La evolución es clara. En 2004, dos años después de que se inaugurara la remozada vía, la calle Larios era la octava más cara de España tras incrementar su precio un 19,4% en un año impulsada por la renovación. A los diez años de la reforma, es la sexta y ha adelantado a las calles Colón, de Valencia, y Tetuán, de Sevilla. Además, la exigencia de sus alquileres está por encima de otras vías como las Ramblas y la Diagonal de Barcelona o la Gran Vía de Bilbao.
El efecto secundario de esta evolución ha sido una progresiva salida del comercio tradicional de esta calle, en muchos casos de origen familiar. Éste cada vez tiene menos peso, representando el 41,4% de los locales en la actualidad, cifra que se quedará por debajo del 40% cuando en febrero cierren Orly y Nicolás.
A cambio, este efecto de expulsión del pequeño comercio del eje central ha permitido una renovación y recuperación comercial de las calles adyacentes, como Nueva, San Juan, Especerías, Cisneros, Fajardo o Camas, en ocasiones paralela a la renovación de estas vías y, en otros casos, buscando unos alquileres mucho más asequibles que en la calle Larios.
Renovación. El éxito de la peatonalización de la calle Larios eliminó, además, muchos recelos sobre la eliminación de los coches del Centro. Aunque existió cierta oposición por parte de vecinos y comerciantes, la experiencia de la calle Larios fue fundamental para que el Ayuntamiento extendiera el proceso de peatonalización a otras calles, como Granada, Molina Lario, Especerías y Cister.
Esta actuación ha ido acompañada de una renovación urbana de pavimentos y mobiliario urbano muy intensa, así como la continuación de los planes de rehabilitación de edificios históricos, con más de 500 inmuebles recuperados.
El resultado es el cambio del Centro Histórico, que ha dejado atrás la imagen desvencijada de los años 80 y 90 para convertirse en un eje fundamental de la vida del malagueño. Este éxito ha ocasionado problemas por el exceso de ruido y la saturación de terrazas y establecimientos de hostelería, problema pendiente ahora.

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