viernes, 13 de septiembre de 2013

Urbanismo descarta a la única empresa que optó a acabar con el hedor del Guadalmedina (Málaga Hoy)

Urbanismo analizará en los próximos meses cómo recuperar lo que queda del edificio, que se mantiene en pie a duras penas
R. GARRIDO MÁLAGA | ACTUALIZADO 13.09.2013 - 01:00

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Tramo final del río Guadalmedina.
El Ayuntamiento de Málaga optará por el procedimiento negociado e invitará a varias constructoras para que concurran al procedimiento de adjudicación del proyecto para acabar con los malos olores que tantas quejas provoca el tramo final del río Guadalmedina. 

El concurso impulsado por la Gerencia de Urbanismo el pasado mes de agosto para eliminar este histórico problema mereció el interés de una única empresa que ha sido descartada. Sólo Seranco SA presentó una oferta con la que concurrir en un procedimiento cuyo precio de licitación alcanza los 476.000 euros y que fijaba un plazo de ejecución de los trabajos de dos meses. 

Pero la mesa de contratación, reunida esta misma semana para analizar la documentación de la única oferta tanto en el aspecto económico como técnico, ha rechazado la oferta al no cumplir con todos los requisitos marcados en el pliego de condiciones, según explicó ayer el concejal de Urbanismo en el Consistorio malagueño, Francisco Pomares. 

Ante el poco éxito obtenido en el primer intento, Urbanismo ha comenzado ya la tramitación para iniciar cuanto antes el procedimiento negociado que consistirá invitar a empresas que puedan optar al contrato en las condiciones exigidas. 

Aún así, el edil asumió que se producirá un retraso respecto a lo previsto, pero justificó la decisión en que "más vale hacerlo bien para poder acabar de una vez con los malos olores del río". 

La intervención sobre la parte final del cauce está marcada por la polémica desde hace años. En ellos el equipo de gobierno del PP ha planteado diversas soluciones con las que erradicar este problema. La solución que plantea ahora es extender una capa de hormigón sobre la parte final de la desembocadura, compuesta por grandes rocas. De este modo, se generará una losa compacta que facilitará las labores de limpieza de los lodos que hasta el momento se asientan entre las rocas. Al tiempo, se mantiene intacta la lámina de agua en este punto. 

A la escasa utilidad de las acciones aplicadas por el Ayuntamiento en los últimos años en esta zona se suma la controversia que esta intervención generó meses atrás entre la Gerencia de Urbanismo y la Empresa Municipal de Aguas (Emasa). Los técnicos de Urbanismo rechazaron la propuesta de Emasa y propusieron la alternativa impulsada.

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