El PGOU de la capital permite una decena de edificios de entre 20 y 35 plantas en la zona oeste de la ciudad y junto al Guadalmedina
14.01.14 - 01:23 -
JESÚS HINOJOSA jhinojosa@diariosur.es |
ALTURAS MÁXIMAS
Estepona. La altura máxima permitida es planta baja más siete.
Marbella. Tras el rechazo a los rascacielos, la altura máxima permitida es de baja más seis y ático.
Mijas. La altura máxima permitida es de baja más cinco plantas en edificios residenciales y baja más seis en caso de edificios industriales y hoteles.
Fuengirola. Se permiten ocho plantas como máximo.
Benalmádena. El límite es baja más seis pero se contemplan excepciones para hoteles.
Torremolinos. Baja más seis es igualmente lo máximo pero también se permiten excepciones para hoteles singulares.
Málaga. El Plan General de Ordenación Urbanística dibuja una decena de edificios de entre 20 y 35 plantas en la zona oeste de la ciudad y junto al Guadalmedina.
Rincón de la Victoria. En determinados sectores puede construirse planta baja más seis.
Vélez-Málaga. La altura más elevada, de planta baja más seis, solo se permite en el ensanche de Torre del Mar.
Torrox. Baja más tres es lo máximo que se permite por ahora.
Nerja. El actual plan no prevé más allá de baja más cinco.
Tras el rechazo de Marbella a la iniciativa para introducir en su planeamiento urbanístico la posibilidad de construir edificios de una altura singular, Málaga se ha quedado sola en la defensa de este modelo, que constituye uno de los principales rasgos del Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) que se encuentra en vigor desde más de dos años. A diferencia de la ciudad marbellí, en la capital no se generó un rechazo ciudadano contundente contra la planificación de hasta una decena de torres en diversos sectores del oeste de la ciudad y junto al Guadalmedina, política urbanística que sí fue muy atacada desde los partidos de la oposición.
De entre los proyectos de rascacielos previstos en el nuevo Plan General -todos ellos frenados actualmente por la crisis económica y sin visos de materializarse a corto plazo- destaca la actuación prevista en los suelos que ocuparon los depósitos de Repsol, junto a la avenida de Juan XXIII. Aquí se prevén cuatro torres de entre 29 y 35 plantas que inicialmente se dibujaron incluso más altas pero que tuvieron que ser recortadas por los límites impuestos por las servidumbres del aeropuerto.
Pese a las restricciones de Aviación Civil, el equipo de gobierno en el Ayuntamiento de la capital ha mantenido el modelo de los rascacielos, ajustándolo a los límites impuestos para garantizar la seguridad de las operaciones de vuelo. Así, en la zona de Torre del Río, en la fachada de litoral oeste, junto a La Térmica, están previstas otras tres torres de 22 plantas, si bien la mayor parte de ellas se concentran en el entorno del proyecto de Repsol.
En los suelos de La Princesa hay prevista otra de 27 plantas y otra de baja más 18, para uso empresarial, en la parcela de la antigua Siemens, junto a la Ronda Oeste. A todas estas hay que sumar las dos torres de 30 plantas que el plan dibuja para el proyecto de Martiricos, junto al cauce del Guadalmedina.
San Rafael y La Térmica
Y todo ello sin contar las edificaciones de altura singular que específicamente se permiten -con el único límite de las restricciones que pueda poner Aviación Civil- en los suelos del polígono de San Rafael, que están llamados a convertirse en una nueva zona residencial. Además, destaca la 'gran manzana' de 40 metros de altura prevista en la parcela de La Térmica y el diseño de 40 plantas que elaboró el propio Ayuntamiento para el hotel que podría construirse en la plataforma del dique de Levante del puerto, aunque este proyecto está todavía en estudio.
La situación es muy diferente en el resto de municipios del litoral de la provincia, donde lo máximo que se contemplan son las ocho plantas que permite Fuengirola en determinados sectores. Marbella no autoriza más allá de baja más seis y ático (26 metros), por lo que se requeriría una variación de su planeamiento para operaciones como el hotel de 23 plantas que incluyó el proyecto del puerto de La Bajadilla, todavía en el aire.
Los alcaldes son reticentes a abrir la puerta a este tipo de intervenciones urbanísticas, conscientes de que generan rechazo. «Tendrían que convencernos con argumentos muy firmes de su necesidad», afirma el concejal de Urbanismo de Rincón de la Victoria, Antonio Manuel Rando (PP). «Entre nuestros objetivos no está incrementar la altura. Queremos ir hacia un modelo de ciudad más sostenible», apunta el regidor de Vélez-Málaga, Francisco Delgado Bonilla.
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