Dos candidatos para diseñar Málaga (La Opinión)

El Colegio de Arquitectos vive una situación inédita. Desde que esta entidad se crease como tal en el año 1997, no había vivido unas elecciones con dos candidatos. Mañana se decidirá quién es la persona que dirigirá a un colegio que ha tenido un importante crecimiento desde el año 2000, duplicando su número de colegiados al pasar de 600 a los 1.250 de la actualidad.Andrés Álvarez de Toledo, que aspira a la reelección, y Francisco San Martín se verán las caras en apenas unos días con la intención de ponerse al frente de una entidad con una notable capacidad de influencia en la ciudad. Las votaciones se realizarán en la sede del Colegio de Arquitectos de 10.00 a 17.00 horas. A partir de ese momento se hará el recuento para conocer al decano de los próximos cuatro años.Precisamente esta entidad se encuentra en un momento fundamental, ya que sus opiniones son muy escuchadas y tenidas en cuenta a la hora de plantear proyectos urbanísticos, como ocurre con la redacción de los distintos planes de ordenación urbana de la provincia que están en marcha.El desarrollo inmobiliario de Málaga y la creación de la Facultad de Arquitectura ayudan en el creciente incremento de influencia de la entidad en la ciudad. Gestionar esta capacidad es uno de los retos al que se enfrentará el candidato que salga elegido. Álvarez de Toledo se presenta a la reelección tras cuatro años de mandato y con el bagaje de su actividad durante los cuatro años anteriores. De salir elegido, sería también la despedida de Andrés Álvarez de Toledo, que por los estatutos del colegio no puede estar más de dos mandatos.Éste accedió al decanato en el año 2003 tras sustituir a Juan José Gutiérrez Blanco, que había ejercido en este puesto desde el año 2001.Álvarez de Toledo. Aspira a la reelección este arquitecto después de completar en su primera etapa "la adaptación del colegio a la situación actual, ya que pasó de ser delegación a un colegio oficial, por lo que hubo que profesionalizar la estructura administrativa". "Hemos situado al colegio en buena situación económica", recuerda el actual decano.Álvarez de Toledo considera que hay que buscar un modelo de entidad "más ambicioso y menos burocrático, abriéndolo a otros campos que hay para los arquitectos". De hecho, advierte de que el arquitecto ha superado la figura del profesional liberal y que hay al menos quince campos de actuación, como los trabajos de investigación o medioambientales".Sobre las nuevas tecnologías, Andrés Álvarez de Toledo defiende la instauración del visado electrónico de los proyectos, por el que pasa ya la mitad y que se quiere extender al 90%.San Martín. El candidato a sustituirlo, Francisco San Martín, opta por primera vez al puesto con un programa donde se insiste en la necesidad de la renovación. Considera este candidato que el colegio no se encuentra adaptado a las exigencias actuales de la profesión de que es necesario "tratar de reactivar el papel del colegio en la sociedad malagueña.De cara al régimen interno de esta entidad profesional, Francisco San Martín lamenta que el estatuto actual no está redactado para una institución con más de 1.200 colegiados: "Desde los años 80 no se ha abordado una reforma de este documento". Este candidato considera que esta situación se refleja en la falta de interés de muchos colegiados por participar en la vida colegial "ya que los jóvenes perciben más burocracia que soluciones a sus problemas de integración en la profesión".San Martín pone el énfasis en la formación continua "para ser profesionales más competentes, que no es lo mismo que la competitividad". En este sentido, apuesta por mejorar la preparación para reducir los accidentes laborales.Uno de los ejes de su programa es situar al Colegio de Arquitectos en el centro del debate urbanístico en la provincia, "porque estamos pendientes de la reforma del PGOU, que tendrá una gran repercusión en los futuros diez años. Francisco San Martín afirma que el urbanismo "se debe de pensar para el ciudadano y no para el promotor", por lo que reclama "recuperar la independencia profesional y mantener una posición ética.