miércoles, 18 de julio de 2007

La reforma del Parque de Málaga se olvida de su vecino (La Opinión)

Los expertos continúan reclamando la cosa más lógica del mundo y, por tanto, no realizada: la conexión entre el Puerto y el Parque. Alfonso Vázquez
La semana pasada ya comentamos que el Urbanismo es la ciencia más inexacta que existe, capaz de perpetuar durante decenios (a veces siglos) los errores de cálculo de una minoría de expertos y políticos. En Málaga lo hemos comprobado mil veces y lo volveremos a ver con los rascacielos "vanguardistas y esbeltos" (según la descripción de nuestro alcalde) que han sido distribuidos por la ciudad siguiendo la máxima del urbanismo norcoreano: `Caigan donde caigan´. Eso sí, aunque estén en el sitio equivocado serán preciosos y darán mucho dinero al municipio. Tampoco es que con la remodelación del Parque los técnicos hayan tenido en cuenta el asunto más obvio del mundo: el Puerto se abre a la ciudad o viceversa, así que habrá que comunicar, por algún lado, el Parque con el Puerto. La pasada semana, en una mesa redonda en el Colegio de Ingenieros de Caminos, unos expertos abogaron por peatonalizar el Paseo de los Curas para no incomunicar estos dos recintos. La idea de unir el Parque con el Puerto no es reciente. En 1876, el ingeniero de Caminos Rafael Yagüe ya la propuso, con un pasillo por la zona verde, y los siguientes arquitectos que abordaron el proyecto del Parque mantuvieron esta comunicación. Meses antes de las obras de remodelación de la zona verde más famosa de Málaga, la Academia Malagueña de Ciencias volvió a proponer esta veterana idea, nada costosa, que sólo suponía abrir un pasillo central a la altura del Rectorado, donde hoy está el graderío del recinto musical Eduardo Ocón. Como el Ayuntamiento no previó algo tan lógico y largamente demandado, quizás nos encontremos con que, para llegar al muelle 2 del Puerto y su famoso palmeral de las sorpresas, los turistas y malagueños se toparán con otra `sorpresa´: sólo pueden hacerlo por los dos extremos del Parque a no ser que crucen esta zona verde `campo a través´, con lo que puede tener de riesgo para las plantas, sin olvidar el tráfico del Paseo de los Curas. Un proverbio dice "Antes de negar con la cabeza, asegúrate de que la tienes". Si el urbanismo malagueño se hubiera aplicado esta máxima hace 120 años, hoy viviríamos en una ciudad levantada con criterios racionales; pero, entonces, esto no sería Málaga.

No hay comentarios:

Publicar un comentario