viernes, 13 de julio de 2007

Las pinturas que se fueron para volver sobre muros nuevos (La Opinión)


Ahora sólo hay un solar en la esquina entre la calle Carretería y el Postigo de Arance. Pero hace unos meses muchos malagueños descubrieron con asombro unas ricas pinturas en su fachada. Adornos del siglo XVIII presididos por un escudo del antiguo propietario del inmueble, relacionados con la orden del Císter. También había decoración arquitectónica, con ladrillos fingidos, balcones enmarcados por columnas corintias que imitan al mármol y ventanas con dibujos de sillería, también recordando al mármol.Sin embargo, estas pinturas no han desaparecido. Al revés. Se encuentran a buen recaudo por Quibla Restaura, la empresa encargada por la propietaria del terreno para la recuperación de las pinturas. Antes de iniciar el derribo del inmueble, que se encontraba en muy mal estado de conservación y era de escaso valor arquitectónico, toda esta decoración pictórica fue retirada con cuidado. El objetivo es conservarlas y que recuperen el color de hace tres siglos. Pero esto no se quedará ahí.Los promotores del proyecto tienen previsto la reproducción de la planta baja y primera del edificio, con los mismos huecos y distribución en la fachada. De esta forma, las pinturas se reintegrarán en el inmueble en los mismos lugares que ocupaban originalmente y donde fueron redescubiertas gracias a las catas realizadas en la fachada.La inversión, que rondará los 886.000 euros y que ha solicitado una ayuda de la Oficina Municipal de Rehabilitación del Centro, incluye levantar otras dos plantas más de viviendas, aunque respetando el estilo del edificio primitivo.Para conseguir un mayor efecto, se mantendrá la cerrajería y la carpintería que tenía la fachada, e, incluso, se reproducirá el balcón que estaba cegado en Postigo de Arance.Decoración. Las pinturas que se han recuperado se encontraron básicamente en la primera planta, ya que la baja estaba cubierta totalmente por un enfoscado de cemento que la habían hecho desaparecer. En cambio, la planta superior sólo tenía varias manos de pintura que permitieron la conservación de la decoración mural.Los técnicos de Quibla se encargaron de retirar las viejas capas de pintura, descubriendo el escudo del Císter en la fachada de la calle Carretería. Las investigaciones, a partir de este punto, mostraron una espectacular riqueza en la decoración. Los balcones estaban adornados por dibujos en ocre que reproducían columnas de estilo corintio. Las ventanas, con dibujos de esas grandes sillerías de mármol de los grandes palacios y el resto de la fachada, con el dibujo de ladrillos representados de forma que un efecto óptico daba la sensación de que tenía volumen.Llama la atención que encima de los balcones haya un dibujo que, posiblemente, sean elementos que tengan que ver con alguno de los primeros propietarios de la vivienda. Así, se aprecia un torreón con una bandera y una vela de barco.El chaflán se elimina de la estructura del edificio y se conserva la alineación de la calle, no modificando su anchura original.La nueva estructura de este edificio estará realizada con pilares metálicos y vigas y forjados de hormigón, que descansarán sobre una losa de este mismo material para darle consistencia. La última planta, sin embargo, tendrá una estructura de madera y se reproducirá el techo primitivo.Los promotores de la obra han desmontado el tejado original para recuperar las tejas, que se utilizarán en el nuevo edificio. También se conservan las contraventanas de la primera planta y la cerrajería.

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