domingo, 19 de agosto de 2007

"Hay personas que cada 3 meses subían en 12.000 euros el coste" (La Opinión)

La huida de inversores del mercado residencial después de que los precios hayan tocado techo estanca al sector
El tiempo de las subidas vertiginosas, en el que un comprador sabía que o compraba el piso del anuncio o en varias semanas el precio volvería a subir, parece haber pasado, según reconoce el presidente de la Asociación Profesional de Expertos Inmobiliarios (APEI), Óscar Martínez. "Los precios que se han pedido están realmente inflados. Hay personas que cada tres meses, y en vista de cómo estaba el mercado, subía el precio del piso en 12.000 euros. Ahora la cosa ha cambiado y el comprador pueden plantearse el negociar el precio a la baja", apunta Martínez, que explica que la tendencia ya es muy palpable en las grandes plazas inmobiliarias (Madrid y Barcelona), y ya se extiende a zonas como Málaga.La tranquilidad que parece haber llegado al mercado puede tener su explicación en un hecho claro: los precios han alcanzado su techo, ya que de otro modo nadie tendría capacidad económica para comprarlas, lo que ha ahuyentado del sector al inversor que no quería la vivienda para residir en ella, sino para revenderla a un precio superior.Pero que nadie espere tampoco caídas espectaculares de precio. Lo que ha ocurrido es que, al romperse esta tendencia inflacionista y reducirse la demanda sólo a las personas que buscan realmente casa para vivir, la subida de precios ha entrado en una "fase cero", explica el presidente de APEI, con subidas que en los próximos meses se limitarán al incremento paralelo del IPC."La persona que compra piso se ha vuelto muy exigente, visto el gran desembolso a realizar. Antes pagaba por miedo a que siguiera subiendo; ahora sabe que no lo va a hacer, y compara mucho entre ofertas. Para el sector inmobiliario es una nueva etapa donde hay que saber vender el producto, y no esperar a que te lo quiten de las manos", opina Martínez que, como viene afirmando en los últimos años, es muy pesimista con respecto al futuro de las pequeñas inmobiliarias de barrio abiertas al calor del `boom´ inmobiliario (se calcula que unas 3.000 pueden cerrar en Málaga tras el estancamiento del mercado de segunda mano).Otra clave que también explica este parón es que el enorme colectivo de inmigrantes llegado a España en los últimos años ha satisfecho ya en parte su demanda residencial. "Los que tenían poder adquisitivo ya han comprado y el resto, sencillamente, no tiene dinero para comprar y subsiste como puede en régimen de alquiler", afirman. J. V. Rodríguez. Málaga

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