Los problemas de circulación que padece desde hace años el principal eje viario de los polígonos de Málaga capital tienen solución. Al menos sobre el papel. El Ayuntamiento de Málaga acaba de finalizar el diseño para ejecutar una remodelación integral de la actual carretera Azucarera-Intelhorce y que permitirá, en caso de llevarse a cabo, duplicar el número de carriles del actual trazado, incorporando además viales exclusivos para bicicletas, zonas ajardinadas, amplias rotondas y la mejora integral de la calzada.
La apuesta municipal cifra la inversión necesaria en casi 22 millones de euros y el plazo para su construcción en 18 meses. Sin embargo, dado el elevado coste de las actuaciones, el equipo de gobierno del PP ha demandado la colaboración de la Junta de Andalucía, administración a la que tiene previsto remitir el proyecto para su estudio.
El plan ha sido bien acogido por los propietarios de la mayoría de los espacios industriales de la zona oeste de la ciudad, que reclaman desde hace años la mejora de las condiciones de este eje viario, cuya intensidad media diaria, según los datos municipales, es de 50.000 vehículos. De ellos, aproximadamente un 15 por ciento son vehículos pesados. "Las intensidades de tráfico, junto a la insuficiente capacidad de la vía, determinan la necesidad de reconstruirla, para garantizar el tránsito de vehículos en condiciones de seguridad", destacan los técnicos municipales.
La intervención plantea la creación de un nudo de conexión con el vial distribuidor de la zona oeste, que posibilitará el enlace directo con la futura segunda ronda de circunvalación, actualmente en construcción. Asimismo, se pone sobre la mesa la necesidad de mejorar los enlaces con la A-7 y con la carretera de Cártama (Avenida Ortega y Gasset), que a su vez garantiza la unión con la autovía del Guadalhorce.
Una primera fase de las actuaciones incidirá sobre una extensión de unos cuatro kilómetros, que discurren en paralelo al cauce del río Guadalhorce. En este espacio, entre la Avenida de Velázquez y el Pasaje Arcipreste de Talavera, se propone mantener la sección actual, con dos calzadas de 7,5 metros cada una, separadas por una mediana ajardinada de cuatro metros y en las márgenes de la carretera se establecerán aceras.
Las cuatro intersecciones que tiene la vía con las calles Herman Hesse, Concepción Arenal, Cautelar y Joaquín Vargas se resuelven mediante la ejecución de rotondas ajardinadas, de 25 metros de radio. En todo este espacio se incorporará nuevo alumbrado público y jardinería.
Otra de las zonas de actuación será la parte de la carretera que discurre entre el Pasaje Arcipreste de Talavera y la carretera de Cártama, que actualmente se encuentra en muy malas condiciones. En un primer subtramo, entre el inicio de la carretera y la rotonda del Camino de los Prados, se plantean dos calzadas centrales de siete metros de anchura, con arcenes de medio metro a cada lado, separadas por una mediana central de dos metros. Además, se prevé una acera de 2,5 metros en la margen este y un carril bici de otros 2,5 metros. En la margen oeste se mantiene la acera.
En un segundo subtramo, entre la rotonda del Camino de los Prados y la rotonda del Camino de la Huerta Santa Cruz, se mantienen las dos calzadas centrales. Al haber más espacio en la margen oeste, se traslada a ella la acera y el carril bici, añadiendo una segunda acera de 1,5 metros.
En un tercer tramo, entre las rotondas de Camino de la Huerta Santa Cruz y la intersección con las calles Caleta de Vélez y César Vallejo, se incluye una vía de servicio a ambos lados de las calzadas centrales. Ambas vías tiene un carril de circulación con cuatro metros de ancho, con aparcamientos en línea de dos metros y acera de 1,5.
El último tramo va desde la intersección de la calle César Vallejo hasta el límite sur de la vía. En éste se mantendrá el tronco principal y el vial de servicio de la margen este eliminándose el de la margen oeste. Otra de las grandes novedades es el paso superior que se podrá ejecutar sobre las vías del AVE y que posibilitará la conexión entre la Avenida Ortega y Gasset y Azucarera-Intelhorce. Este paso permitirá mejorar la circulación en la zona del sector Sánchez Blancas, donde se ha autorizado la construcción de unas 3.000 viviendas.
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