lunes, 14 de enero de 2008

El Ayuntamiento retoma la conexión de los paseos marítimos con un puente en Río Verde. Marbella (SUR)


Su desembocadura sigue siendo el único punto negro en el trayecto por el litoral entre Marbella y Puerto Banús
Los aficionados a dar largos paseos a pie de playa o los deportistas que ponen al día su fondo con el rumor del mar como acompañante conocen bien el problema. Si hace buen tiempo y las lluvias hace semanas que pasaron de largo, sin problemas. Si la climatología no acompaña, al llegar al punto en cuestión tocará dar media vuelta y regresar por donde han venido. La desembocadura de Río Verde, seis años después de que se comenzara a hablar de la posibilidad de habilitar un puente o pasarela peatonal en su tramo final, sigue siendo el principal punto negro del paseo marítimo entre el puerto Marina-La Bajadilla y Puerto Banús. O más bien el único. Por una cuestión de metros, los transeúntes se ven obligados a hacer virguerías para poder alcanzar la otra orilla cuando las balsas de agua hacen acto de presencia. Ahora el nuevo equipo de gobierno se ha puesto manos a la obra para retomar esta añeja actuación. El concejal de Medio Ambiente, Antonio Espada, explicó a este periódico que han remitido a la Demarcación de Costas, organismo dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, un boceto con el proyecto para que dé el visto bueno, ya que la obra afectaría a la zona de domino público marítimo-terrestre y de servidumbre.
Estudio técnico
«Los técnicos municipales están estudiando cómo se realizaría la conexión», abundó el concejal, que especificó con los primeros datos que se manejan que se tratará de un puente de madera que se asentará en unos 15 metros a ambos lados del río, mientras que tendrá en su tronco alrededor de 70 metros. «La idea es que las personas puedan ir andando de Marbella a Puerto Banús, unir los dos paseos marítimos, que actualmente están divididos», añadió Espada. La partida presupuestaria ya está habilitada. Las cuentas para este ejercicio recogen en el apartado de inversiones el proyecto para que, en el momento que esté sobre la mesa su diseño y presupuesto definitivo, pueda ponerse en marcha. Por el momento, se desconoce el coste final de la actuación. La última referencia data del año 2002, cuando el equipo de gobierno del GIL presupuestó la actuación en 1,5 millones de euros con el entonces concejal delegado de Obras, Vicente Manciles, a la cabeza. Por aquel entonces la previsión, que nunca llegó a materializarse, era construir una pasarela peatonal de 80 metros de largo por siete de ancho con una fisionomía similar a la de un puente colgante. Además, tenían previsto instalar dos apoyos para que se apoyara a ambos lados del río con una zona de paso adoquinada.

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