Al tratarse de un bien protegido, la Junta tendrá que dar el visto bueno antes de poder comenzar con los trabajos El Ayuntamiento se marca como objetivo que la reforma esté lista antes de que concluya la presente legislatura
La ampliación del Museo del Grabado Español Contemporáneo para incrementar su espacio expositivo, que se ha quedado corto con el paso del tiempo para poder mostrar la amplia colección de fondos que ha ido aumentando exponencialmente, parece que finalmente será una realidad, tras ocho años de anuncios que nunca llegaron a plasmarse sobre el papel. La Delegación Municipal de Cultura ultima la redacción del proyecto, que tendrá que enviar a la Junta de Andalucía para que le dé el visto bueno definitivo, al tratarse el Hospital Bazán, inmueble que alberga el museo, de un edificio declarado Bien de Interés Cultural. Así lo explicó a este periódico Carmen Díaz, concejala delegada de Cultura, que avanzó que se remitirá en las próximas semanas a la Dirección General de Bienes Culturales para, posteriormente, cuando tengan vía libre, poder comenzar a buscar la financiación necesaria para convertir en realidad una actuación largamente demandada, ya sea en administraciones públicas o entidades privadas. «Se han modificado algunos aspectos del proyecto inicial», abundó la edil. Será necesario además elaborar un proyecto básico que marcará los pormenores de la obra.Para ampliar el espacio se incorporará no sólo el edificio anexo, en el que ya se realizaron unas excavaciones arqueológicas en época de la comisión gestora, sino otro inmueble de menor superficie en la misma calle, destinado previsiblemente a oficinas y bibliotecas. «Uno de los patronos de la fundación la compró para cederlo al museo», señaló Carmen Díaz.
Subvención
Una subvención del Ministerio de Cultura, de unos 60.000 euros, permitió el año pasado retomar este proyecto. De este montante, 5.000 euros se destinaron a las catas arqueológicas, imprescindibles para poder realizar cualquier obra en el casco antiguo, y el resto a pagar la deuda contraída por los anteriores equipos de gobierno con los arquitectos y para realizar algunos retoques al proyecto para adaptarlo a las nuevas necesidades. «Es un proyecto prioritario que tiene que salir adelante en este legislatura», apuntó. La financiación es el principal escollo para que el Museo del Grabado sume un tercio de su superficie actual con el edificio anexo y otro buen puñado de metros cuadrados con el inmueble de la misma calle. No en vano, el proyecto inicial, ahora modificado, cifraba en más de 600.000 euros el coste total de la actuación, que incluye ubicar el taller de grabado de manera que sea más visible e instalar además un ascensor.
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