martes, 1 de abril de 2008

Formarse en el tajo (SUR)


Casi 1.700 personas con dificultades para encontrar trabajo aprenden un oficio mientras ponen en valor el patrimonio de la provincia y rehabilitan bienes de interés cultural

PARADOS de larga duración con edades que el mercado laboral se empeña en rechazar; menores inadaptados al sistema educativo que no han conseguido terminar la Secundaria e incluso algunos que cumplen medidas judiciales; inmigrantes, discapacitados y muchas mujeres, algunas de las cuales arrastran episodios difíciles. Todos los perfiles responden a personas con dificultades de inserción laboral e incluso con riesgo de exclusión social. Ahora, tras ser seleccionadas por el Servicio Andaluz de Empleo (SAE) para participar en algunas de las más de medio centenar de escuela taller o talleres de empleo que se desarrollan en la provincia, se forman y aprenden un oficio mientras ponen en valor el patrimonio de la provincia, rehabilitan bienes de interés cultural o prestan servicios demandados por la sociedad, como en los casos en los que se han impartido programas de auxiliar de geriatría para mujeres víctimas de la violencia doméstica.Aprender trabajando. Esa es en síntesis la filosofía. Los alumnos perciben un sueldo mientras se forman, y los conocimientos que adquieren día a día los aplican en la ejecución de los proyectos seleccionados, que son presentados al Servicio Andaluz de Empleo por los propios ayuntamientos, convertidos en entidades promotoras.Mediante este programa, subvencionado en su mayor parte por la Delegación de Empleo, cerca de 1.700 alumnos ejecutan trabajos de recuperación en el asilo de los Ángeles, en el Acueducto de San Telmo en La Araña o sobre el patrimonio artístico y cultural de Mollina, Campillos, Antequera y Vélez-Málaga, por poner sólo algunos ejemplos.

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