domingo, 13 de julio de 2008

Benalmádena y Fuengirola se disputan unos terrenos en la zona del Higuerón (SUR)


El nuevo PGOU del municipio fuengiroleño incluye 74.500 metros cuadrados que el Ayuntamiento benalmadense reclama como propios La Corporación que preside Esperanza Oña rechaza por unanimidad las pretensiones de la localidad vecina
El entorno de Reserva del Higuerón es un tesoro demasiado codiciado como para renunciar a él. Tanto, que Fuengirola y Benalmádena llevan años disputándose 74.500 metros cuadrados de terreno ubicados en esta zona, que comprende parte de la urbanización y del llamado UR-6, un sector que aún está por desarrollar urbanísticamente. El capítulo más reciente del conflicto surgió en 2006 a raíz de la inclusión de esta parcela en el nuevo Plan General de Ordenación Urbana de Fuengirola, lo que motivó la presentación de una alegación por parte del ayuntamiento benalmadense, que por aquel entonces estaba encabezado por Enrique Bolín. Como es de prever, desde el municipio vecino rechazan esta pretensión y cualquier discrepancia sobre los límites de ambos municipios. Esta disputa no es nueva. Ambos municipios nunca se han puesto de acuerdo a la hora de delimitar su término municipal. Desde Benalmádena basan su reclamación en el único acta de deslinde que tiene validez y que data del 24 septiembre de 1874. De hecho, tanto el Instituto de Cartografía de Andalucía como la Consejería de Gobernación han rechazado la posibilidad de realizar un nuevo deslinde, al entender que este documento sigue en vigor. «Según ese acta, se está invadiendo terreno benalmadense en Reserva del Higuerón», aseguran fuentes del equipo de gobierno del socialista Javier Carnero, que el pasado mes de febrero envió un nuevo escrito al Ayuntamiento de Fuengirola solicitando la rectificación del PGOU. Una petición que ha vuelto a ser desechada por unanimidad del pleno de la Corporación que preside Esperanza Oña. «Desestimamos esta pretensión porque constan actos administrativos que evidencian que esos terrenos forman parte de Fuengirola; incluso la Junta de Andalucía ha dado el visto bueno a través de los respectivos planeamientos de ambos municipios», comentó la edil de Urbanismo, Ana Mula (PP). «No es sólo por el bien del municipio, sino también por el de muchos vecinos que podrían verse afectados. Nuestro objetivo es defender el derecho de los fuengiroleños y tomaremos cuantas decisiones sean necesarias», agregó.
«A capa y espada»
En este sentido, el concejal socialista Javier García León aseguró que su partido «apoyará a capa y espada» al PP en este conflicto, si bien recordó que «el acta está ahí». Además, hizo una advertencia: «Si los tribunales dieran la razón a Benalmádena basándose en acciones u omisiones de este equipo de gobierno, nos mostraríamos igual de enérgicos a la hora de exigir responsabilidades por perder una parte importante del municipio».Mientras tanto, el polémico PGOU continúa adelante en su tramitación. Después de incorporar una serie de alegaciones, el documento sólo está pendiente del visto bueno del Ejecutivo andaluz para su aprobación definitiva. En este sentido, desde Benalmádena confían en que el planeamiento se aprobará con reparos y que se instará al Ayuntamiento de Fuengirola a dibujar un nuevo lindero. «Como Ayuntamiento, nuestro objetivo es recuperar lo que es nuestro», afirmó el alcalde, Javier Carnero, tomando como referencia el acta de deslinde del siglo XIX.

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