El delegado de Medio Ambiente afirma que el salto de la ronda o la ocupación de Arraijanal no serán aceptadas por su afección ambiental · Cree "insostenible" el planeamiento y critica la actitud del PP.
Sólo un día después de que el equipo de gobierno del PP lo aprobase en solitario de forma provisional, la revisión del Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) de Málaga se topa de lleno con la oposición de la Junta de Andalucía. La Administración autonómica dejó ayer claro, a través del delegado provincial de Medio Ambiente, Ignacio Trillo, que buena parte de las intervenciones estrella dibujadas en el planeamiento de la capital de la Costa del Sol no serán aceptadas de cara a su ratificación final por su fuerte impacto ambiental, caso del salto de la ronda con la urbanización Limonar Alto, la ocupación de las márgenes del río Campanillas o el desarrollo en Arraijanal.
El rechazo expresado por Trillo tiene más peso si cabe por ser su departamento el que elaborará la declaración de impacto ambiental del PGOU, sin la cual es inviable su aprobación. El responsable autonómico aseguró que el documento "no se atiene" a los criterios marcados en la declaración previa de impacto ambiental, en la que se fijaban recomendaciones a seguir por parte del Ayuntamiento. "Y en la declaración final no podemos decir cosas diferentes a las que planteamos", sentenció. Además, el diseño futuro de la ciudad contradice algunos aspectos del Plan de Ordenación Territorial (POT) del área metropolitana, de rango superior. Trillo fue especialmente crítico con el plan urbanístico de Málaga y con la actitud del gobierno encabezado por Francisco de la Torre, al que acusó de "falta de diálogo" y de esforzarse "poco" para sacar adelante un diseño "de calidad y de consenso". "Lo que se plantea es lo más insostenible que se puede plantear", denunció.El delegado se quejó de que tras los encuentros mantenidos en julio del pasado año por técnicos municipales y del Gobierno regional, el diálogo quedó roto. Y recordó que en esas mismas reuniones el equipo de gobierno se comprometió a "rectificar" algunos de los planteamientos iniciales, extremo que, según apuntó, no se ha concretado. "Lo único que ha ocurrido en este tiempo es que se agravan las diferencias. Sale un puzzle de actuaciones singulares que se proponen en espacios colapsados", añadió.Los puntos de fricción se mantienen en la construcción de medio millar de casas al norte de la ronda este; la ocupación de una de las pocas parcelas libres del litoral malagueño, Arraijanal; la autorización de levantar viviendas en las márgenes del río Campanillas, y la proyección de grandes torres en la ciudad consolidada.
Respecto a este último asunto, la Junta no parece que vaya a invalidar las intervenciones dibujadas sobre la Térmica, los antiguos suelos de Repsol o Martiricos, aunque sí exigirá que respeten los parámetros de ruido, descontaminación de suelo y movilidad. "Lo que no tiene mucho sentido es que se haga una apuesta por la sostenibilidad mediante la construcción de rascacielos, al objeto de liberar terrenos, y que éstos se sitúen en las zonas de mayor colmatación de vehículos y de habitantes. Y eso no sólo es competencia del Ayuntamiento sino también de la Junta", consideró el delegado, quien valoró la posibilidad de que las torres se desplazasen a la periferia, al entorno del Parque Tecnológico de Andalucía.En relación al uso residencial de Arraijanal, incorporado en la aprobación provisional del PGOU tras la firma de un convenio con Vallehermoso, principal propietaria de los suelos, Trillo criticó la "improvisación" con la que está actuando el equipo de gobierno. "Es un caso tremendo. En la aprobación inicial incluían un puerto deportivo, que desaparece en la provisional. Sin embargo, en esta última, deciden permitir la construcción de viviendas, algo que no aparecía anteriormente", explicó, y añadió: "No saben qué hacer. Pero lo que sí tienen claro es que quieren que desaparezca ese espacio".
La insistencia del Ayuntamiento en mantener buena parte de las intervenciones a las que se opone la Junta, que tendrá que informar sobre el Plan General, fue criticada por el delegado de Medio Ambiente. "Ellos tienen todos los datos y a pesar de ello siguen adelante. Tienen un modelo de colapso, de agotar el suelo cuanto antes, de no dejar nada para las próximas generaciones", declaró. Y consideró que el gobierno municipal parece querer usar el posible rechazo de la Junta como motivo de agravio. "Si quieren que el plan sea clave en la política de agravios en los próximos años han dado en la diana. La Junta aplicará la normativa como lo hace en el resto de municipios".Este periódico trató ayer, sin éxito, de recabar la valoración del concejal de Urbanismo, Manuel Díaz Guirado, en relación a las declaraciones de Trillo.
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