domingo, 6 de diciembre de 2009

Una aspiración de 40 kilómetros de carril para pedalear a gusto (La Opinión)

El proyecto municipal aspira a lograr una amplia red de viales, aunque en una primera fase se harán 26 kilómetros





Una aspiración de 40 kilómetros de carril para pedalear a gusto
Una aspiración de 40 kilómetros de carril para pedalear a gusto

M. FERRARY. MÁLAGA Casi cuarenta kilómetros de carriles bici suena a utopía en una ciudad donde ir en bicicleta era un suicidio hace unos años. Sin embargo, esa es la cifra mágica que se ha planteado el Ayuntamiento de Málaga para los próximos años. Ahora existen, en construcción o pendientes de iniciar, unos 26 kilómetros de carriles bici, una cifra que supone un salto espectacular si se tiene en cuenta que el único que había hasta ahora está en el Camino de Antequera y pequeños tramos sueltos por otros puntos de la ciudad.
Estos itinerarios se dividen de forma que la Universidad estará conectada con el Centro por un carril de 6,2 kilómetros; mientras que la conexión de la zona norte con el Centro y el Este, ahora en obras, tiene una extensión de 5,3 kilómetros.
También está en marcha el enlace y la mejora de los carriles ya existentes en la capital, con una extensión de 2,8 kilómetros. Queda otro desde el Centro a los Baños del Carmen de 4,3 kilómetros. Restan otros 5,5 kilómetros que son viales por recuperar, ya que son antiguos y con un diseño poco adecuado para su uso habitual.
Estos itinerarios formarán la red principal de viales, que estarán conectados entre sí y permitirá el desplazamiento real de los ciclistas por caminos protegidos y exclusivos, donde la prioridad es de ellos.
Estos nuevos tramos que se están construyendo tendrán un ancho que oscilará entre los 2 y los 2,6 metros, lo que permitirá un doble sentido de la marcha, aunque los antiguos son un poco más estrechos.
La aparición de estos carriles bici también viene reflejada en la nueva ordenanza de Movilidad que está ya en su última fase de aprobación. De hecho, esta normativa prohíbe a los ciclistas circular fuera de los viales reservados para ellos en las calles donde existen.
Los carriles están construidos con una capa superior especialmente adaptada para el tránsito de estos vehículos de dos ruedas, con un material muy parecido a las pistas de tenis y que ofrece un mejor agarre que la solería usada en las aceras. Además, están diferenciados en color y diseño respecto del resto de la calle, incluyendo la señalización.

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