El presidente de la Junta dice que "no tiene sentido" que la ciudad reciba inversiones extra por ceder este suelo para hacer un parque que va a ser un equipamiento para Málaga. El alcalde pedía 160 millones para soportar este esfuerzo a costa de su patrimonio y desbloquear el PGOU.
IGNACIO A. CASTILLO. MÁLAGA Si el alcalde espera de la Junta compensaciones por permitir que se haga un parque metropolitano en Arraijanal, que lo haga sentado. Ni más ni menos. Porque el ´a lo mejor´ se ha convertido en un no rotundo, en un "no tiene sentido", palabras textuales pronunciadas ayer por el presidente del Gobierno andaluz, José Antonio Griñán. No parece, por tanto, suficiente la buena voluntad demostrada por el Ayuntamiento para desbloquear la aprobación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la ciudad.
En realidad, no le quedaba otra alternativa: o aceptaba las recomendaciones autonómicas o el planeamiento estaba condenado a vivir el sueño de los justos. Por eso, el regidor aceptó las tesis de la Junta a cambio, eso sí, de encontrar una salida para los propietarios de estos terrenos, cediéndoles más edificabilidad en otras zonas de la ciudad para compensar la pérdida del proyecto de urbanización de Arraijanal.
Este cambio de actitud tiene un precio para el Ayuntamiento: inversiones por 160 millones de euros a cargo de la Junta, de los cuales 130 millones serían con fondos europeos y otros 30 millones para
reforzar las infraestructuras ante posibles lluvias torrenciales.
Una cosa buena. La razón que sostiene este argumento es que el Ayuntamiento hace un esfuerzo a costa de su patrimonio que debe ser compensado por la Junta. Pero el presidente Griñán demostró ayer que no está por la labor de conceder esta petición que, en principio, iba a ser estudiada, según dijo el consejero de Ordenación de Territorio, Juan Espadas. "¿Acaso hay que compensar cuando se hace una cosa buena para Málaga?", se preguntó ayer el presidente de la Junta.
Con esta contundencia, Griñán pretende segar cualquier posibilidad de seguir debatiendo. Porque el alcalde, después de que Espadas dijera digo donde dijo Diego, se encomendó al máximo mandatario regional para intentar obtener estas inversiones deseadas.
Es más, según sus palabras, desvincula la tramitación del PGOU de esta petición municipal para compensar con fondos europeos la obtención de estos terrenos de Arraijanal. Y quiere además que el plan quede al fin desbloqueado. "Nosotros cumpliremos con nuestros compromisos, pero no empecemos con compensaciones porque eso no tiene sentido", repitió, "porque el Gobierno andaluz está ejecutando infraestructuras y equipamientos para Málaga".
Cooperación institucional. No es la primera vez que el alcalde confía en recibir fondos Feder para realizar obras en Málaga. Tampoco es la primera vez que Griñán recuerda que este dinero de la UE "lo que hace es vertebrar Andalucía", por lo que se destina, principalmente, a la construcción de carreteras y a la red ferroviaria. "La Junta siempre va a estar dispuesta a mantener su cooperación con Málaga para hacer muchas cosas en todos los ámbitos, desde el cultural al judicial, pasando por el sanitario", significó.
Del mismo modo, Griñán indicó que su gobierno continuará como hasta ahora "porque es nuestra obligación" y precisó que "lamentaría que el nerviosismo electoral pudiera enturbiar esas relaciones".
Por su parte, fuentes municipales indicaron que el alcalde prefería no responder a estas declaraciones del presidente de la Junta. El que sí habló fue el presidente del PP en Andalucía, Javier Arenas, que exigió a Griñán que deje de "dar bofetadas" a la provincia de Málaga, en referencia expresa al PGOU. El líder de los populares subrayó que la provincia "no se merece bofetadas, ya que es el pilar del futuro para Andalucía".
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