La Junta asegura que las actuaciones para su puesta en valor estarán en marcha en el segundo semestre de este año La recuperación de la Villa Romana, uno de los yacimientos más importantes de la ciudad, no termina de arrancar
18.04.2010 -
NIEVES CASTRO
MARBELLA.
Lleva durmiendo más de un año bajo los plásticos y la grava. La Villa Romana de Río Verde está a la espera de recuperar parte del esplendor que atesoraba antaño, entre los siglos I y II cuando se cree fue levantada y de su recinto salía posiblemente, el preciado 'garum' romano para ser transportado por mar en grandes ánforas. Poco más se sabe sobre el uso de esta casa; su pasado se teje con falta de concreción, al igual que su futuro.
Ya han pasado dieciséis meses desde que el Ayuntamiento afrontara la limpieza y consolidación del yacimiento, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), y lo cubrió con plásticos y grava para evitar su deterioro a la espera de que la Consejería de Cultura tomara el relevo con la construcción de pasarelas que permitan la visita.
«Llevamos años pidiendo esa consolidación y la instalación de las pasarelas porque la gente tendía a darle con el pie a las teselas que terminaban levantadas en el mejor de los casos cuando no, rotas o desaparecidas», lamenta Catalina Urbaneja, miembro de la Asociación en Defensa del Patrimonio Histórico de Marbella (Cilniana).
Para evitar tal despropósito, el proyecto se encuentra en fase de tramitación administrativa y ya tiene el sustento económico. Los presupuestos de la Junta para este año consignan una partida de 101.000 euros para acometer los trabajos por lo que la duda es saber cuándo los plásticos darán paso a los operarios. Fuentes de la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía aseguraron a este periódico que las actuaciones estarán en marcha en el segundo semestre del año.
Las mismas fuentes subrayaron además, que «este proyecto es una prioridad en materia de conservación en la provincia». Para la Asociación en Defensa del Patrimonio Histórico de Marbella la frase no deja de ser más que una declaración de buenas intenciones. «La Administración no puede tardar tanto tiempo en poner en valor un proyecto que vendió a bombo y platillo y ahora hablar con tanta ambigüedad sobre el plazo para acometer los trabajos; la Junta muestra un poco de indiferencia hacia una de las joyas de nuestro patrimonio», incide Urbaneja.
El Ayuntamiento también lamenta el retraso. «Nos pidieron celeridad en las labores de la preparación del entorno y nos han condicionado las visitas durante más de un año para no hacer nada», critica la responsable municipal de Cultura. No obstante, Carmen Díaz mira con optimismo al futuro y asegura que el punto final de las intervenciones que restan no sólo en la Villa Romana sino también, en la Basílica Paleocristiana de Vega del Mar y en las Bóvedas de Guadalmina, será la creación de un centro de interpretación, una vieja demanda del colectivo Cilniana. Ahora, sólo el tiempo dirá.
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