Nueva sentencia absolutoria para el alcalde de Villanueva del Trabuco, Antonio Vegas Morales (PSOE). Esta vez ha sido el Juzgado de lo Penal número 10 de Málaga el que lo ha absuelto de un delito de prevaricación urbanística por el que el fiscal solicitaba ocho años de inhabilitación para empleo o cargo público.
La sentencia, a la que tuvo acceso Efe, considera probado que, en junio de 1998, el regidor municipal concedió una licencia urbanística para construir una estructura en un solar. También considera que la conducta de Vegas Morales «no puede tener cabida» en el delito de prevaricación urbanística, que es «de carácter esencialmente doloso».
Además, una funcionaria de la Diputación emitió un informe en el que señalaba que el suelo sobre el que se concedió la licencia se consideraba urbano consolidado, y el solicitante de la licencia expuso que la zona cuenta con instalaciones eléctricas, saneamiento y agua, y no tiene «problema alguno» para contratar estos servicios.
Por su parte, el arquitecto técnico del Ayuntamiento de Villanueva del Trabuco, que emitió el informe en el que se basó la licencia, apuntó que la concesión de licencias se producía siempre a partir de un solo informe.
Otra arquitecta municipal señaló que había emitido un informe que sostenía que el suelo era no urbanizable, aunque según la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía ese suelo merece la calificación de urbano.
Por ello, la sentencia sostiene que «no cabe concluir» que el alcalde concediera la licencia «con pleno conocimiento de que contravenía la legislación urbanística vigente», sino «con basamento en el informe del técnico municipal y en la creencia de que la resolución era ajustada a la legislación y al carácter urbano del suelo».
Dos veces absuelto
Esta es la segunda sentencia favorable al alcalde de Villanueva del Trabuco en menos de un mes. Antonio Vegas fue juzgado por conceder una licencia en suelo no urbanizable. La sentencia del Juzgado de lo Penal número 1 le albsolvió porque las normas urbanísticas del municipio, pese a estar aprobadas, no habían sido publicadas en su totalidad, por lo que carecían de vigencia y, en consecuencia, la licencia concedida no contravino la legalidad. Igualmente, la juez no apreció que Vegas tuviera conciencia de estar cometiendo una ilegalidad, ya que antes de su toma de posesión como alcalde las licencias se concedían por decreto.
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