domingo, 3 de abril de 2011

MARBELLA El paseo marítimo salva obstáculos. (SUR)

La senda del litoral recorre ya casi de un tirón más de la mitad de los 27 kilómetros de costa de Marbella

03.04.11 - 02:20 -

PETER hace años que no pisa Marbella. Cinco, que recuerde a bote pronto. Pero de la etapa que pasó en el sur de Europa le quedan dos herencias: un español nada desdeñable y la saludable afición de dar paseos junto a la playa. De vuelta a la Costa del Sol, este británico no ha dudado en calzarse las zapatillas deportivas para hacer el trayecto entre Marbella y El Ancón. El que cubría cada vez que se entregaba a las caminatas al aire libre. Justo donde acababa el albero, se daba media vuelta. Pero esta vez ha sido distinto. «Cuando he llegado me he dado cuenta de que podía continuar y he acabado en Puerto Banús», comenta entusiasmado y con las mejillas sonrosadas de vuelta a casa. Poco a poco, lo que antes eran sobresaltos y obstáculos difíciles de salvar, como las desembocaduras de los ríos a veces rebosantes de agua, se han ido convirtiendo en nuevos tramos de un paseo marítimo que ya cubre más de la mitad de los 27 kilómetros del litoral. Apenas sin sorpresas.
Los únicos puntos negros en los 17 kilómetros ininterrumpidos de camino son las obras de instalación de una pasarela de madera en la zona de Ventura del Mar, a las que aún le quedan un par de meses, y dos viviendas que invaden la arena y para las que el Ayuntamiento está buscando una salida. Negociada o impuesta, para que tarde o temprano dejen de obligar a los peatones a transitar algunos metros por la arena o, lo que es peor, bicicleta al hombro.
Cuatro años, 5.539 metros de ocho tramos y 5,8 millones de euros después el paseo que recorre el litoral ya une el puerto de La Bajadilla con la playa de San Pedro Alcántara; un sueño para los deportistas y para los caminantes con buen fondo. Parece que fue ayer, pero de la primera piedra del estirón, la urbanización del tramo que unía el casco urbano de Marbella como el puerto de La Bajadilla, han pasado tres años. Y fue solo el pistoletazo de salida.
Durante el mandato que está a punto de finalizar han salido adelante nuevos tramos en San Pedro Alcántara, en Guadaiza, en El Ancón, en Coral Beach, en Malibú o los puentes que sobrevuelan los ríos Guadaiza y Verde, este último la pasarela de madera sin apoyos intermedios más grande de España. «Teníamos obstáculos difíciles de salvar y que además daban mala imagen, como la desembocadura de Río Verde, que parecía un vertedero», explica el delegado de Obras, Javier García, al repasar cada una de las actuaciones que se han realizado a pie de playa para conectar de una tacada Marbella con San Pedro Alcántara. En el camino, escolleras, arroyos y propiedades privadas, lo que ha puesto a trabajar a destajo a los servicios jurídicos.
Esquivar la expropiación
No ha sido un camino de rosas, aunque la predisposición de la mayoría de los afectados ha allanado el camino. «Hemos llegado a acuerdos con propietarios para que retranquearan muros y evitar la expropiación, que habría retrasado las obras», apunta. Solo en un caso ha habido oposición por parte de la comunidad de propietarios. Una empresa pidió la suspensión cautelar de los trabajos en Ventura del Mar, medida que se anuló tras la reclamación del Consistorio.
Las máquinas han vuelto a la zona no solo para colocar la pasarela de madera sino para retranquear el saneamiento -«pese a que no es de nuestra competencia sino de la empresa pública Acosol», apostilla García- que irá camuflado bajo la madera. Esta instalación de tres metros de ancho permitirá salvar la antigua escollera, con idéntica fórmula a la aplicada sobre las rocas de Malibú; dos barreras desafiantes que impedían pasar de Marbella a San Pedro, en estos casos ni tan siquiera por la arena.
Finalmente los tribunales han dado la razón al Ayuntamiento pero la premisa es evitar los litigios. «Con la vivienda que invade el dominio público en la desembocadura de Guadaiza estamos empezando las negociaciones», señala el delegado de Obras. Con los propietarios del chalé de Coral Beach, las conversaciones están más avanzadas. La jugada pasaría por trasladar la edificabilidad de la vivienda a una parcela posterior de los mismos dueños. Pero aún no hay nada cerrado.
Entretanto, el Consistorio tiene en cartera una salida airosa: una pasarela peatonal de quita y pon que se colocará en temporada alta y se retirará en el invierno. Según adelantó García, los técnicos están elaborando el pliego de condiciones en el que se incluirá este sendero de madera, así como el que se colocará entre Puerto Banús y la avenida Lola Flores, donde ahora hay un camino de terrizo y asfalto visiblemente deteriorado, y los dos puentes de la desembocadura de Río Real y el arroyo Siete Revueltas, que supondrán el pistoletazo de salida a la prolongación del paseo marítimo hacia el este. En esta caso la financiación vendrá de la Junta y del Ayuntamiento. En otros ha salido de los fondos estatales para el fomento del empleo. Miles de euros que ahora disfrutan los vecinos.
Los empresarios se muestran satisfechos con la metamorfosis que está sufriendo el litoral, aunque quizá no con el ritmo. «Nos gustaría que las obras fueran algo más rápido», comenta Juan José González, presidente del Centro de Iniciativas Turísticas (CIT) de Marbella, que reconoce no obstante estar «encantado» con el crecimiento del paseo marítimo hacia el este y hacia el oeste. «Ahora la ciudad está más abierta al mar y todos, extranjeros y españoles, están muy contentos con las mejoras», subraya. También los empresarios de playas. José Ravira, el delegado del colectivo en Marbella, confirma que las actuaciones para que la senda por el litoral se abra paso son muy beneficiosas para la actividad económica de chiringuitos y otros negocios a pie de costa. «Antes había necesidad de ir en coche a algunos sitios y ahora van andando», destaca. Un valor añadido de una ciudad que tiene en el sol y en la playa sus grandes tesoros. Para el futuro, confía en que el paseo marítimo se estire hacia el este. La tipología de las playas, de arena dunar, limita las intervenciones que el Ayuntamiento prevé para el próximo mandato. Costas también tiene otras en cartera. Tendrán que ser de bajo impacto, de madera para más señas, para recorrer buena parte de las dunas que aún perviven. Nada de solería como en la franja urbana de Marbella y San Pedro o de suelo de albero. Cada litoral con su estética, lo que convertirá a los 27 kilómetros del litoral en un paseo de lo más heterogéneo.

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